Nuestro

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Es un error todo lo que dicen. "Un homosexual es afeminado" "Un gay es débil" todo aquello es una falacia.

Un homosexual puede ser masculino, puede pelear, luchar e incluso tener mejor condición física que muchos hombres heterosexuales.

Todos en el gimnasio miraban al pequeño castaño, inclusive su novio lo veía asombrado.

-¿Qué?- preguntó, quitando con una toalla el sudor de su frente.

Los demás miembros de aquel establecimiento giraron a sus respectivas actividades, tratando de ignorar la acción que acababan de presenciar.

-Dime qué ocurre, Harry.- pidió.

-Bueno... Digamos que les asombró tu fuerza.-

-¿De qué diablos hablás? Hay muchos hombres con músculos notables, yo soy un chico normal.-

-Claro, y un chico normal rompe el saco de boxeo.- señaló el objeto dañado.-

-Oops.- murmuró Louis.

El rizado rió, tomando a su chico de la cintura.- Sabía que no eras ningún debilucho, mi novio es muy fuerte.-

Los besos que se daban eran sinceros, como aquellos que se otorgaban cuando jóvenes. Un increíble sentimiento creciendo en sus pechos.

El sonido de una garganta siendo aclara, hizo que se separen.

-¿Qué ocurre?- Harry miró con odio al tipo que había interrumpido su, sudoroso y amargo beso.

-Creo que no leyeron las normas muchachos. No se aceptan demostraciones de cariño.- rió.- Además de que tiene que pagar ese saco.- señaló.

[...]

-Lo siento Harry, puedo pagarte descontando de mi sueldo.-

-No.-

-Tranquilo doble tiempo.-

-No lo creo.-

-Triple tiempo.-

-Claro cariño, pero no en la oficina, sino aqui en mi cama.-

Después de pagar el saco, Harry cargó a su novio como un costal de papas. Su modo de pagar el dinero que perdió en aquel objeto, Louis de lo pagaría de manera indecente.

-No... Espera.- trató de frenar al rizado.

-Sh...- su cuerpo cayó encima del de Louis, aprisionando sus brazos y piernas.

-Pero... Apenas lo hicimos y.. me duele la cadera.- murmuró entre los besos del rizado.

-Cállate odioso, sabes que quieres hacerlo.-

-Pero...-

-Admitelo, tonto.- mordisquio su cuello.

-Esta bien.. si lo quiero.- Harry rió.- Odio que sepas conversarme.-

-Ésto es nuestro Louis.-

-¿Qué?-

-No saben nada de nosotros, todo es un secreto nuestro. No tenemos que desmostrale nada a nadie.-

-Harry.-

-Te amo Louis.-

Esas palabras, sólo con esas hacían que su mundo fuera diferente del que ya conoce.

Los besos de Harry bajaron por el cuerpo de Louis, besando cada músculo bien formado. Desprendió sus prendas, y haciendo que el castaño se vuelva sumiso.

Lo difícil de tener relaciones con un peleador, era que ambos poseen la misma fuerza.

-Ha-Harry...-

El rizado lamió el vientre de Louis para seguir con su miembro. Sus dedos comenzaron a estimularlo. Y su boca lamía sus testículos.

-Ah...Ah...- los gemidos de placer y exitación inundaron los oídos de Harry.

Escupió en la entrada del Louis y comenzó a penetrarlo con sus enormes y largos dedos, haciendo que el ojiazul arque su espalda.

-Más... Más rápido.- pidió.

El placer que le otorgaba el rizado era muy exquisito, debia admitir que era mejor al que le brindaba Peter.

Harry subió encima de Louis y con desesperación, el castaño comenzó a quitar su ropa, hasta dejarlo completamente desnudo.

-Si no me follas en ahora juro que yo lo haré.-

El ojiverde no respondió, giró al castaño y azotó su mano sobre la piel de éste. Unos cuantos azotes más y esa perfecta piel roja.

-Intenta decir que me follaras y tu lindo trasero quedará marcado para toda la vida.- depositó una mordida en la mejilla trasera de Louis y abriendo ambas lo penetró.

-Ah... Por... Lo menos... Hubieras... Usado lubricante...-

-Gime... Gime Louis... Quiero oírte gemir...-

-Ah...Ah...Uhmmm....-

-Eso pequeño.... Mueve ese enorme culo que tienes.-

Sus gemidos eran unidos, sus movimientos eran funcionados para aumentar su placer.

Todo el placer del mundo estaba ahí, todo era irreal porque estaba inundados en ese exquisito y erótico placer.

Cuando seas mioWhere stories live. Discover now