Capítulo 9

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Tres días habían pasado desde entonces, mismos que faltaban para el irónicamente añorado día de San Valentín, el cual, para la de ojos verdes iba a ser como otro cualquiera puesto que lo celebraría yendo a cenar con sus padres a un restaurante. Sin embargo, lo que ésta no sabía era que estaba muy equivocada.

Suspirándole al cielo nublado mientras jugaba con las mangas de su pijama, apoyada en el tejado, pensaba en lo que tener el nombre de Adrián Guerrero suponía. Nada más llegar a casa ese día, buscó toda la información posible sobre él, pero no encontró más de lo que Charles les había dicho.

Una parte dentro de ella tenía la esperanza de ver a Camila en aquellas imágenes, sin embargo, para su mala suerte, el ex bateador había sido bastante estricto con la privacidad de su familia. Aun así, le sorprendía que no hubiera nada de ésta ni si quiera un artículo que hablase de la adopción. Los reporteros, según tenía entendido, conseguían todo lo que se proponían.

Dejando que el aire saliera con fuerza de sus pulmones, agarró la vieja pulsera en su muñeca y la acarició con cuidado por miedo a que se rompiese. Era extraño puesto que solo con tocarla podía volver a sentir a la latina a su lado, pero, nada más hacerlo, aquel recuerdo volvía a su mente y rápidamente la soltaba.

Aquello no significó nada...

Pronto, sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar el politono característico de su viejo móvil. Nada más mirar la pantalla, observó el nombre de su padre Bruce y cómo éste la avisaba para bajar a comer. Levantándose con cuidado de no resbalar del tejado, descendió hasta la ventana del desván y seguidamente hacia su habitación.

Sin embargo, en cuanto bajó las escaleras en silencio, se detuvo al escuchar una conversación de sus padres a pesar de no agradarle la idea. Ella no era así, por lo que no le gustaba que le hicieran los mismo. No obstante, fue la primera frase lo que consiguió que se detuviese.

-  "¿Cuándo se lo vamos a decir?" preguntó Douglas, con un tono de voz que mostraba preocupación.

-  "Pronto, pero todavía no" respondió el moreno, cogiendo uno de los cuencos para llevarlo a la mesa.

- "Tiene que saberlo, Bruce, es nuestra hija" replicó el más bajito.

-  "Lo sé, pero quiero que esté todo aclarado" insistió. "Lo que menos necesitamos ahora es darle esperanzas"

Pero, justo en el preciso momento en el que el castaño quiso responderle a su pareja que estaba siendo un exagerado, la figura de Lauren entrando en la cocina los interrumpió. Por las palabras de sus padres, ésta había supuesto que hablaban de una enfermedad ligada a Bruce, motivo por el cual sus ojos habían adaptado un tono brilloso.

- "Por fin te dignas a salir del desván" habló Douglas nervioso, intentando que no se notara el brusco cambio de tema.

-  "Tenía muchos ejercicios" mintió, forzando una sonrisa. "¿Qué hay para comer?" preguntó, al oler aquel aroma delicioso que consiguió evadirla un tanto de la realidad.

-  "¿Tú qué crees?" preguntó el moreno, abriendo el horno para sacar de éste una alargada bandeja de lasaña.

-  "Adoro los sábados" sonrió de nuevo, aun con un poco de tristeza.

Dejando el móvil en la encimera, terminó de ayudar a sus padres a colocar la mesa y seguidamente los tres la rodearon al sentarse. Durante el almuerzo, a pesar de ser una de sus comidas caseras favoritas, no pudo evitar acabar con la mirada perdida en varias ocasiones al recordar la conversación que había escuchado minutos atrás.

Bruce Scott, por otro lado, llevaba notando dicha expresión desde varios días atrás, concretamente desde lo sucedido en la tienda con la señora Guerrero. Desde entonces, podía notar cómo la luz que su hija solía desprender, estaba más apagada. Sin embargo, siempre que tanto él como Douglas habían intentado hablar con ella al respecto, ésta cambiaba de tema rápidamente o simplemente respondía con alguna mentira.

Incondicional | Camren FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora