15. Némesis

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Sophia... hermosa... oye, despierta...—escuché que me llamaban... pero no supe de donde, estaba en algo parecido a un trance.

Sentí que me movían el brazo y al momento me entró un escalofrío que me hizo levantar la mirada, estando sinceramente un tanto alterada.

No sabía qué rayos estaba pasando a mi alrededor al aún tener la vista un poco cegada.

Fue entonces que noté que me encontraba en la sala de juntas, a mi lado había una taza casi vacía de café ya frío y debajo de mí, algunos papeles; esto me hizo darme cuenta de que me había quedado dormida, solamente que no pude recordar en qué momento ocurrió.

Pasé mis manos sobre mis ojos tratando de despertarme y de repente el cuello me tronó, obviamente por cómo me había quedado dormida.

Hice una mueca y volteé el rostro. Supe entonces que Steve era la persona que me estaba hablando para intentar despertarme.

— ¿Qué haces aquí? —me preguntó casi a tono de reclamo—. Se suponía que habíamos dejado esto para que pudieras descansar, no para que te desvelaras. No es bueno para ti, Sophia, entiende.

—Anoche intenté dormir, pero tuve un sueño horrible y todos mis intentos para dormir valieron tres kilos de...—dije, al ver que Steve levantó las cejas esperando una palabra altisonante de mi parte fui aminorando el volumen de mi voz—... no importa, el punto es que no pude dormir y decidí tratar de hacer algo de provecho.

Steve ahora preocupado, me acercó a él.

No me resistí a que me envolviera entre sus brazos, ya que estos me brindaron bastante tranquilidad.

— ¿Qué soñaste?

Negué con la cabeza y miré hacia el suelo apretando mis labios.

—ZOLA... Tevan... no creo que te sea muy difícil imaginarte lo que sucedió... y de nuevo el montón de dudas y recuerdos... casi me matan ahí, Steve, y aún no logro comprender la razón por la que jamás lo hicieron, a veces pienso que hubiese sido mejor que me hubieran liquidado......—mi mente de repente perdió el control de mis palabras que una a una se fueron entrecortando.

—Ey... no digas eso nunca más ¿De cuándo acá eres tan pesimista? Creí que esa etapa ya había quedado olvidada para siempre. La mejor de tus muchas cualidades es que ante todo muestras esa sonrisa tan bonita que tienes. La Sophia que yo conozco no deja que la derroten, lo detesta... y además debe saber que ante todo, no está sola, vamos a poder manejar la situación, somos los Vengadores ¿No?

Mientras me hablaba, la caricia de sus brazos logró hacerme sentir segura. Asentí dándome cuenta de que Steve tenía toda la razón, yo había decidido ya no dejarme vencer con facilidad y en ante esta situación no tenía por qué ponerme a dudar o dejar que la frustración me controlara. Ciertamente, para un mejor resultado, necesitaba una actitud más positiva y profesional.

Steve Rogers siempre tenía las palabras adecuadas para hacer que me sintiese mucho mejor.

Volteé y le besé la mejilla.

—Eres justamente toda una Cajita Feliz, chico de Brooklyn...

Le sonreí al ver que él también lo hizo y nos fuimos acercando poco a poco, esta vez para darnos un beso de duración más corta pero que de igual manera, me hizo sentir en las nubes.

Al separarnos, sus intensos ojos azules observaron los míos, mientras todavía su brazo rodeaba mi cintura y me mantenía cerca.

—Oye... desde hace tiempo quería preguntarte...—habló Steve.

Collision [•Steve Rogers•]  (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora