Collision [•Steve Rogers•] (EN EDICIÓN)

45. La Pena Más Dolorosa

Un par de horas de intervención médica que no sirvió para absolutamente nada... ¡¡NADA!!

Tuve una hemorragia que por poco me cuesta la vida, y de inmediato en cuanto llegaron a detenernos tras perder la batalla contra el equipo de Tony, yo fui intervenida de emergencia, con la diferencia de que mi intervención fue lo más rápida posible en un hospital cerca del océano donde estaba la mismísima prisión donde íbamos a ser "alojados", "La Balsa", una de las prisiones de mayor seguridad en el mundo... sí... ahora éramos unos viles criminales y éramos tratados como tal, no importaba que algunos nos hallásemos graves, el cual era mi caso.

Duré inconsciente en los brazos de Clint pocos segundos, y luego de pestañear débilmente y aún seguir sintiendo que no iba a resistir despierta, las cosas sucedieron demasiado rápido; no tardamos en perder y mientras que yo parecía no oír absolutamente nada, observé lo que ocurría con demasiada precaución. Vi como llevaban uno a uno de los amigos que colaboraron en nuestro equipo.... y como Clint discutía con algunos de Fuerzas Especiales por separarme de él y tocarme de manera abrupta sin considerar que era evidente que me estaba desangrando ante ellos... en especial... también vi a Wanda molesta por ello... la observé mirarme con demasiada pena, y nuestras miradas quedaron clavadas la una en la otra... y luego las miradas de algunos en el equipo de Stark, en concreto a Carol Danvers que me miraba con una expresión de "llegué demasiado lejos..." y lo había hecho... aunque en ese momento ni siquiera lo pensé.

Mientras que a todos mis compañeros los llevaron en una misma camioneta, a mí me llevaron por separado, aunque a un mismo sitio como segunda parada después del hospital: la maldita prisión flotante en medio del océano, una prisión recluida para psicópatas y asesinos, cosa que ninguno de nosotros éramos.

Mi único consuelo era que Steve probablemente había conseguido llegar a Siberia sin impedimentos, pero en un momento como este, lo necesitaba más que nunca.

Yo siempre me recobraba de alguna forma u otra de lo que me ocurría, pero en esta ocasión no estaba tan segura de que iba a poder recuperarme... ¿la razón? Las sospechas que tenía al fin fueron confirmadas: estaba esperando un bebé... así es, estaba.... Ya no.

De cierta manera ya sabía que ese bebé estaba presente, y me quise convencer en aquellos momentos de que no era cierto, porque había una misión importante... y al perderlo... me di cuenta del horrible error que había cometido.

Demasiados golpes durante un par de días, y en especial los de la batalla en el aeropuerto alemán fueron los que hicieron que perdiera lo único que me quedaba del hombre que amaba. Ya sabía yo que pelear contra Carol Danvers era demasiado riesgoso, y aun así lo hice con el afán de llegar al Quinjet.

Negar y ocultar a mi bebé no fue la solución más inteligente por la que pude optar, pero es que sabía que Steve me prohibiría luchar junto a él, y con justa razón. Es que nunca pensé que el desacuerdo con Tony llegaría tan lejos al nivel de tener que acabar los unos con los otros, y es que era cierto que ninguno quería llegar a ese punto, y los golpes en contra de los que éramos amigos no fueron tan feroces como los de quienes no tenían relación ninguna con los otros, dado el caso de T'Challa, Carol Danvers y Scott.

No pensé bien las cosas, me convencí que pelear en mi estado no era la gran cosa, y terminé perdiendo lo que más quería.

Porque a pesar de no querer aceptarlo en un momento así, ese pequeño que crecía dentro de mí ya se había adueñado de una gran parte de mi corazón, aunque... ante todo lo que estaba pasando ¿era sensato que ese bebé viniese al mundo?

¡¿Qué demonios importaba?! Era mi bebé y no solo mío, también de Steve... de Steve....

Tal vez ahora era mejor que él estuviese alejado, pues de cierta manera sí él supiese que perdí a nuestro hijo terminaría odiándome tanto o más de lo que yo ya me estaba odiando por perderlo y no decirle a pesar de que él insistía en que yo no me encontraba en sanas condiciones y de que él ya sospechaba que algo raro estaba ocurriendo conmigo.