Capítulo 31- Alexandre

1.3K 79 5
                                    

12:30 am

Mia y Dante se encontraban en el living mirando una película a la cual poca atención le estaban prestando. 

-¿Que quieres hacer, cara?

-Mmmm- Mia se estira hasta alcanzar su teléfono que se encontraba tirado por ahí en el sillón- Tengo algo de sueño 

-Eso significa una cosa- Dijo este mirándola a los ojos con cariño

-¿Cual..?

-Mi día ha finalizado- Demasiado decidido lo había dicho

Mia lo mira con una cara de confusión notable- ¿Por que justo ahora...?

-Porque mi día laboral acaba cuando tu cierras los ojos y me dices hasta mañana, amor .

-Porque engatusas tan fácil, me queres decir? - Entre risas la pelinegra comienza a estirarse en su lugar, el cual es entre las piernas de Dante

-Porque me encanta ver cuando tus ojos se iluminan, cara mia -Dante enamorado solo significaba una cosa, atención completa a su mujer, en todo sentido.

-Vamos arriba jefe



04:30 am

Dante y Mia dormían tranquilamente, mejor dicho, Mia lo hacía, porque Dante se encontraba en su estudio de abajo hablando por teléfono. 

Abajo, dentro de esas cuatro paredes y con la luz de una computadora únicamente iluminado, Dante se encontraba hablando con su contacto, el cual, efectivamente había encontrado algo.

Alexandre Ricci, 12/06/90

Progenitores fallecidos, custodia hasta la mayoría de edad, tutor desconocido

Pelinegro, 1,78 aproximadamente, ojos verdes

Antecedentes penales, libertad bajo fianza pagada, donante desconocido

Ciudad natal: Alba

Ciudad de residencia actual: Roma

Roma...? extraño que resida en Roma siendo de un pueblo...

Mia no debería enterarse de esto

-Señor D'antonio? sigue en la lineal?


La voz del hombre lo saco de sus pensamientos

-Lo siento, esto es todo lo que conseguiste?

-Es lo que pude conseguir en una tarde, debe darme mas tiempo, alguien le ha estado borrando las huellas. Su actividad y paradero son desconocidos a pesar de que se lo vio por unas cámaras, solo pagó en efectivo

-Necesito que comprendas que esto es de suma importancia, no busques en trabajos limpios, necesito que entres

-Pero usted sabe lo que implica entrar, estamos hablando e las grandes ligas, estamos hablando de pec-

-De peses gordos y negros, de mover hilos e invertir; ¿Pensas que si no lo supiera te hubiera llamado?

-No insinuó eso, es solo que-

-Mira, quieres que te contrate, haz lo que digo o me busco a otro. Pensas que no tengo el dinero, el poder, el coraje?- Su voz cada vez aumentaba mas y mas en gravedad, el italiano lo escupía con cada cosa que decía- es fácil, entendiste?

-Entiendo señor

Dante cuelga la linea, ¿En que se había metido? Su Mia estaba a salvo ahora, eso era seguro. Junto a él no le podían hacer nada, estaba en una vitrina, en un podio, no la bajaría ni dejaría que la najen las manos sucias de un hombre. 

 Se quedó despreciando la fotografía del imbécil. El que había tocado a su Mia, el que había hecho llorar, el que le había causado daño, el que la uso, el que la desperdicio. Con cada cosa se iba alterando más, un hombre, un imbécil cualquiera había tenido a Mia en su poder. Impensable, imperdonable. 


-Dante..?

Toda su ira se esfumó en cuanto escucho esa voz.

-Cara, que haces despierta? es muy tarde en la madrugada

-Es que me di vuelta y no te sentí, que haces despierto?- Mentía, Mia llevaba su buen rato tras la puerta, no había comprendido ni una puta palabra que salió de ahí, no entendía suficiente italiano como para ello. 

-Estaba hablando con un cliente, amore mio- El rostro que tenía solo detonaba amor en sus ojos, pero detrás de estos, que era lo que había? ira, dolor, desprecio sobre el que la despreció

Su cabeza no podía entender ni comprender nada que no sea a ella. 

-¿Volverás a la cama...?

-En un minuto me tendrás al lado tuyo


5:40

Tal y como lo dijo, se encontraba en la cama junto a ella, con mil y un cosas en mente, pero con ella, volvió a dormir por primera vez en la noche, y solo lo logró de tanto mirarla. 


7:15

Los dos despiertos en el baño,  levantarse y lavarse los dientes y la cara juntos se estaba volviendo costumbre, y era una que le gustaba. La maraña de cabellos que atormentaban a su mujer le encantaba, en todo ese caos ella era preciosa; porque hasta eso le quedaba bien. 

-Que harás hoy?

-Supongo que ir a la oficina, te comenté que tengo una secretaria ardiente que me pone y suele subir a mi oficina a hacer cosas que van contra las reglas?


-Déjame adivinar, la regla 2?- Dijo Mia haciéndose la desentendida

-La rompió desde el momento en el que nuestros ojos se cruzaron- Dante seguía sin cambiar, en ningún sentido

-Tendré que ir a la oficina yo igual entonces

-Es una cita de camino?- 

-Es una cita para desayunar esas facturas de la cafetería de unas cuadras antes- Mia las recordaba, y las amaba

-¿Recuerdas la primera vez que fuimos? 

-¿Como olvidarla? me baje antes de tu auto con mi espresso caliente y amargo en la mano

-¿Como alguien tan dulce le gustan las cosas tan fuertes?

-Te lo respondería diciendo que te mires, me gustan las cosas grandes- Finalizo  la conversación con un guiño mientras escupía los residuos blancos de la pasta dental. 

La amaba, y lo sabía. 

Por otro lado, no se había sacado en toda la noche la cara, ni el nombre, ni los ojos de Alexandre. Tenia un rostro tan común, y una mente tan enferma y desquiciada; pero no tanto como la de él. Se venía algo grande, y estaba preparado para ensuciarse las manos por Mia. 

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Pueden hacer sus preguntas en mi muro Diavoli's, los que siguen el libro desde hace mucho lo saben y para los que no, actualizo cuando me siento bien! 








Peligrosa obsesión [+16]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora