Capítulo 3

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No es humano…

Abrí los ojos a eso de las doce del medio día, las sabanas las tenía enredadas entre las piernas, las hice a un lado, vi las luces apagadas, que raro, recordaba haberlas dejado encendidas, quizá alguien las apagó cuando aclaró el día. Me estiré desperezándome, vi todo mi equipaje y maldije por haber traído tanto conmigo, pero era lo que tenía. Salí de mi habitación buscando el sanitario, sin encontrarlo, había demasiadas habitaciones, supuse que al pedir indicaciones lo encontraría. Vi a una mujer de mayor edad limpiando un televisor antiguo, ellos para tener mucho dinero viven demasiado a la antigua, podía darme cuenta que era un contraste completamente distinto al de la boda, aunque la casa estaba pletórica de pomposidad. Le pregunte a la mujer la ubicación del sanitario, me indicó que de mi habitación al final del pasillo había uno. Llevé mi ropa y antes de entrar a la ducha revisé que hubiesen toallas y efectivamente, las había. El agua era caliente, un deleite para el contraste con el frío que hacía, vertí champú en mis manos llevándolas a mi cabello empezando un suave y relajante masaje sobre esta, enjaboné mi cuerpo hasta sentirme limpio, quité los restos de mi cuerpo con el agua tibia y me quedé un rato hasta que consideré llevar el tiempo suficiente para salir. Me sequé con la toalla y me cepillé mi cabello, mis dientes y por último me vestí. Al entrar a mi nueva habitación, vi a HeeChul observando por la ventana, había corrido las cortinas permitiendo entrar la claridad del medio día, aunque sin sol. HeeChul me sonrió al percatarse de mi presencia, ¿en donde estaba el  chico presumido que me acusaba sin argumentos?

Me dediqué a doblar y guardar mi ropa en aquel armario sacado de una película de terror al igual que todo en ese lugar, era bonito, pero el tamaño era considerable, de madera oscura con tallados de hojas de árboles. HeeChul estaba ayudándome en completo silencio, quizá se había dado cuenta que su constante cacareo me molestaba, eso era bueno, sinceramente no suelo disfrutar mucho de las conversaciones, de pronto hice una nota mental «llamar a Henry» y de nuevo me pareció que HeeChul estaba demasiado callado, eso hasta que me observó por largo rato y finalmente sonrió empezando a hablar.

ㅡMañana empezarás el colegio, tu madre y mi padre han ido a hablar con el director de SM para que te permita el ingreso. No estaba muy seguro de admitirte, pues yo no tengo fama de ser muy estudioso que digamos, pero lo a aceptado al ver tus inmaculadas calificaciones.
ㅡMnh…
ㅡLa gente de SM es muy puta, ten cuidado, podrías ser el objeto de burla de muchos, pero voy a tratar de protegerte.
ㅡOye, no soy un niño puedo cuidarme solo.
ㅡTu apariencia escuálida podría ocasionarte problemas, intentaré hablar con mis conocidos para que te tengan en la mira y te salven de cualquier inconveniente, que espero no tengas.
ㅡGracias ㅡrespondí sarcástico y molestoㅡ es verdad, no me ejercito pero sinceramente, tus palabras me ofenden HeeChul. No soy una niña a la que debas conseguirle niñera.
ㅡ¡Oye hermano tranquilo!
ㅡY no, no me digas hermano, tú y yo no somos y jamás seremos hermanos. Si estoy aquí es por mi madre, no creas que me pareces siquiera tolerante.
ㅡDe acuerdo, ya entendí, mis palabras te ofendieron, está bien, me disculpo, solo quería ayudar vale. Te dejo solo y lamento haberte molestado.

Se marchó, yo me quedé asombrado de mi propia reacción, no fue mi intención decir todo aquello. Bufé molesto y me di prisa en terminar de arreglar mi habitación, moría de hambre, quizá por eso estaba tan irritado.

Mi madre entró a mi habitación poco después colocando unos libros y lo que parecía ser mi nuevo uniforme mientras yo conectaba mi laptop.

ㅡ¿Cómo está mi pastelito?
ㅡNo me llames así
ㅡOmo, pero a ti te gusta
ㅡQue tú creas que me gusta no significa que me guste. ㅡel rostro de mamá me hizo maldecir por lo bajo, mordí mi labio, me puse de pie y la abracé con fuerza. ㅡ Lo lamento mamá, lamento mi comportamiento de ayer y el de hoy, realmente no sé que sucede conmigo.
ㅡ¡Oh! tranquilo bebé, sé que este cambio es duro para ti, pero sé que pronto te adaptarás. Tengo buenas noticias para ti, el director Han SungHee te ha aceptado en el prestigioso colegio SM.
ㅡ¿Y la buena noticia?
ㅡ¡Cariño! ㅡexclamó mamá, yo le sonreí y besé su mejilla.
ㅡSolo fue una broma.
ㅡVamos a comer, muero de hambre.

En el comedor tétrico amueblado con una mesa enorme y unos veinte asientos, mamá hablaba con su esposo amenamente, era feliz como el día de su boda, como hace tanto tiempo no la he visto, es verdad que cuando éramos solo los dos también era feliz, pero no era esta felicidad, era una incompleta, definitivamente EunSoo es lo mejor que le pudo suceder después de la muerte de papá. Vi a HeeChul jugar con la comida, se veía distraído y de pronto la culpa azotó mi calma, mordí mi labio sabiendo lo que debía hacer, sin embargo nunca fui bueno con eso…

ㅡQuiero disculparme con HeeChul y el señor Kim EunSoo por mi pésimo comportamiento estos dos días ㅡmi mirada no se encontró en ningún momento con ninguno de los dos, no me atrevía a mirarlos, así que continué viendo mi plato a pesar que me había puesto de pie ㅡHeeChul, disculpa por lo que te dije hoy, yo… no esperaba que me llamaras de esa manera, solo entré en pánico. Lo siento.

Terminé me dejé caer en mi asiento y la curiosidad pudo más que mi vergüenza, levanté el rostro para ver a HeeChul, él me sonreía, supe con ese gesto que estaba perdonado. El señor Kim levantó su copa de vino caro, yo levanté mi vaso con jugo, hizo una pequeña reverencia con la cabeza en un gesto que imité y di por terminado mi momento de bochorno.

La noche cayó tan pronto, estaba arreglando todas mis cosas para el día de mañana. Estaba nervioso, sin embargo, me esforzaría por ser el chico de siempre, el invisible, el aburrido y ñoño Kim RyeoWook, al que nadie le importa, el que todos pasan por alto. Suspiré, no había forma de evitar esto, debía terminar de estudiar, solo cuatro meses, solo cuatro meses y convencería a mamá de estudiar en la universidad de Seúl. El aire se coló por la ventana, ¿en qué momento la había abierto? Me puse de pie acercándome para cerrarla, el aire soplaba violento erizando la piel de mis brazos desnudos, cerré la ventana con un poco de dificultad pero antes de correr la cortina, un trueno iluminó el cielo, dándome una vista del bosque profundo. Tragué espeso, sinceramente era una cosa escalofriante, otro trueno y cerré con fuerza los ojos, corrí la cortina sin ver nada, me giré y pude ver a HeeChul observándome desde la puerta, la tormenta se desató.

ㅡ¿Pasa algo?
ㅡNada.
ㅡ¿Hay algo que te inquieta no?
ㅡMnh… es el bosque, la verdad es que… ㅡlo que diría era bochornoso ㅡme da miedo, eso es todo.
ㅡNo tienes nada que temer, allí no hay nada, solo algunos animales. Eso sí, nunca te internes solo, es engañoso y puedes pasar horas perdido.
ㅡYo… no pensaba hacerlo, para nada.
ㅡBueno, una advertencia nunca está de más. Descansa RyeoWook.

HeeChul se marchó dejándome solo, suspiré, temía dejar el mundo sin oxígeno de tanto aire que inhalo para suspirar. Vi la hora en mi teléfono, eran las diez, hora de dormir, mañana debía levantarme temprano, programé el despertador en mi teléfono me metí en la cama sintiendo el frío de las sábanas.

Mañana sería un día horrible, lo presentía.

CONTINUARÁ…

No es humanoWhere stories live. Discover now