Capítulo 14

171 31 5
                                    

No es Humano...

Abrí los ojos como cada mañana desde que llegué a este lugar escalofriante, la luz del sol molestó mis cansados ojos, el cuerpo me dolía al igual que el corazón. Tiempo atrás pensé que mi vida era perfecta, que yo era perfecto, que no necesitaba nada más que a mi madre, que solo los dos seríamos felices, ahora la vida me ha dado el golpe más bajo que algún ser humano en el mundo pudiese soportar.

¿Por qué tenía que pasarme esto?

¿Por qué tenía que recordar algo que me esforcé en olvidar?

¿Por qué esta sensación espantosa e irreparable viene a mí de nuevo?

Las pesadillas se repiten constantemente, desde la última vez que vi a JongWoon, no hay manera de borrarlas, he pasado tres días y dos noches luchando contra el sueño, pero esta vez, me ha vencido. Me encuentro en mi hogar, en Seúl, sentado viéndome a través del espejo, escucho las risas de papá y de mamá, ellos se amaban, eran felices y yo también lo era, pero algo que nunca me explicaré sucedió esa noche. Me puse de pie acercándome al espejo que me reflejaba, vi a un niño de siete años, castaño y con mirada sombría. Caminé hacia la puerta, salí de mi habitación y me dirigí a la cocina. Sabía lo que estaba haciendo y lo que iba a hacer, en ese momento en mi mente sonaba correcto, nada malo sucedería, solo mi madre sería feliz conmigo. Tomé el cuchillo más grande que encontré y sin más me dirigí donde papá y mamá disfrutaban de una amena conversación.

Volví a ver los ojos de mi padre, color miel, iguales a los míos, brillantes, sorprendidos al verme con el cuchillo en la mano pero no temerosos, se acercó a mí, desordenó mis cabellos y besó mi frente con dulzura.

ㅡVe a la cama campeón ㅡsu voz era la misma, JongWoon me estaba mostrando mi asqueroso pasado, ese que borré de mi mente, yo no podía entender por qué estaba haciendo eso, pero lo sentía correcto. Papá intentó quitarme el cuchillo de las manos pero entonces... ocurrió.

Vi a mi padre con los ojos abiertos, casi desorbitados, el grito de mamá fue eco en plena pesadilla, escalofriante, mi pequeña mano se bañó en la sangre pura de mi padre, mi alma se ensució en ese instante, por un segundo no sentí asco, lo contrario, me regocijé, pero ahora podía comprender que ese sentimiento, no era mío.

JongWoon estaba allí, sonriendo macabro a un lado de mi padre, observando detenidamente como moría y como me condenaba. Las luces rojas y azules tras la ventana revivieron el momento angustioso de mi madre, sus gritos, su llanto, su pena. Sus delgados brazos me envolvieron cuando dos oficiales de policía y una señora elegante me tomaron de la mano y me condujeron a un vehículo con las mismas luces rojas y azules que se reflejaban en las ventanas de la sala. Fue en ese momento que vino lo peor, cuando realmente me di cuenta de lo que hice, fue como si hubiese estado poseído por algo y al momento de volver en mí... no sé cómo explicarlo, solo puedo decir que fue algo traumático, algo aterrador. Estuve tres años de mi vida bajo el cuidado de una psicóloga y mi madre, quienes me ayudaron a superar esa etapa traumática de mi vida, nunca antes me había puesto a pensar en esto, pero ahora que lo hago... No fui yo quien lo mató, fue JongWoon, él me obligó a hacerlo para así poder condenar mi alma con libertad... ¿Es eso posible?

Abrí los ojos y lo primero que vi esa mañana fue su perturbable rostro de porcelana.

ㅡFuiste túㅡmis ojos estaban rebosando de tristeza y de paz a la vez, paz al saber que no fui yo quien mató a mi padre, no realmenteㅡtú me obligaste.

ㅡYo no te obligué. Tu decidiste hacerlo.

ㅡTenía siete años.

ㅡEdad suficiente para distinguir entre lo bueno y lo malo.

No es humanoWhere stories live. Discover now