No es humano

Capítulo 7

No es humano…

Observaba por la ventana del salón de clases, hoy había más frío que de costumbre, el cielo tenía un color gris opaco, ¿llovería?, bueno, todas las noches llueve. Vi mi cuaderno sorprendiéndome al ver la hoja en blanco, la clase estaba por terminar y mis apuntes solo quedaron en mi cabeza. Suspiré sacando el siguiente cuaderno y libro de texto cuando el profesor Kim KiBum, de biología llegó. Los minutos pasaron, el borrador de mi lápiz ya había desaparecido, golpeé por milésima vez mi sien con el lápiz, tan ausente. En la barda del gran ventanal vi a un cuervo posarse con su mirada fija en mí, sentí un escalofrío tremendo recorrer mi cuerpo… «Joder, solo fue un mal sueño» me moví incómodo en mi sitio, traté de ignorar al animal pero lanzó un graznido, volteé a verlo, su mirada seguía fija en mí, como si quisiera mi atención completa.

ㅡ¿…Señor Kim?
ㅡ¿He? ㅡreaccioné al escuchar mi nombre poniéndome de pie. El profesor Kim despeinó sus cabellos en un clara muestra de resignación.
ㅡOdio comportarme así señor Kim pero la clase está al frente, si tanto le interesa el clima puede salir y hacer una investigación de campo, sinceramente no me molestaría.
ㅡLo siento profesor Kim, el cuervo de afuera me distrajo ㅡel profesor frunció el ceño y caminó hacia la ventana, buscando algo con la mirada.
ㅡ¿Cuál cuervo?

Mordí mi labio, murmuré un ya no está y me senté nuevamente, giré mi rostro hacia la ventana, frunciendo el ceño al ver al cuervo aún observándome, solo estoy loco, solo eso… y empecé a tomar apuntes.

Suspiré, por fin la hora de descanso, me senté en una mesa de la espaciosa cafetería viendo a la ventana, escuchando a alguien correr la silla y sentarse frente a mí.

ㅡ¿Listo para mañana? ㅡle sonreí a la chica frente a mí, asentí. ㅡMis amigas no creen que vendrás conmigo. Morirán de envidia cuando me vean. contigo. Realmente todas están locas por ti oppa.
ㅡNo soy tan interesante como ellas piensan.
ㅡEres más que eso RyeoWook-ssi.

Tomó mi mano que descansaba a un lado de mi bandeja de comida, me sonrió, le devolví el gesto y sin darme cuenta, la mesa donde estaba se llenó de chicas. ¡Esto era el paraíso! Lo único bueno de este lugar, abundan las chicas lindas.

El siguiente periodo de clases era educación física, no era bueno con los deportes, pero siempre había alguien peor que yo, así que la costosa faena de subir la cuerda no fue tan mala. Me di cuenta que a pesar de no haber sido el primero, las chicas seguían suspirando por mí. Corrimos sin parar por veinte minutos, cuando el entrenador KangIn nos dio un respiro bebí agua de mi botella desesperado mientras gotas se resbalaban de mis labios.

«¡Oh! Es tan seductor»

«Es el pecado en persona»

«Mira su manzana prohibida»

«¡Omo!»

«¡Oppa hazme un hijo!»

Me ahogué con el último comentario, les regalé una sonrisa nerviosa, inquieta, y me acerqué nuevamente al entrenador que reunía a los hombres para iniciar un partido de fútbol.

Como dije, no era bueno, pero tampoco el peor, había un chico curiosamente era un desastre en los deportes, precisamente el segundo chico más listo del salón, no era por presumir pero yo era el primero, y con creces. Lo vi llevarse un golpe desagradable que lo hizo caer al piso, a causa de los bravucones que solían fastidiarme, me acerqué a él y le extendí la mano por pura urbanidad, él ignoró mi ayuda y se puso de pie por su cuenta, bueno, da igual. Desordené mi cabello escuchando gritillos de las chicas. No podía entender porqué era tan popular, en Seúl no era nadie, y aquí soy el oppa de las chicas y debo decir, que hermosas chicas, incluso más bellas que las de Seúl que se creen estrellas de cine.