Capitulo 15.

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—¿Lamentas ese beso? —dije tratando de tranquilizarme.

—No, lamento no haberlo hecho antes —dijo y antes de que pudiera decir algo me volvió a besar.

—No quiero que sientas lastima por mi —dije separándome de el, joder no quería que fuera por lastima.

—Creeme cuando te digo que no la siento, hay algo que tengo que confesarte —dijo y se puso serio.

—Solo no digas nada de lo que escuchaste.

—Solo si escuchas mi confesión —asenti— tú me gustas.

Esto no podía ser cierto.

—¿Es una broma? Digo nosotros ​nos odiabamos.

—Tu me odiabas, no yo a ti, y luego nos hicimos amigos y te distanciaste de mi.

Si supieras porque lo hice.

—Lo hice para evitar ese sentimiento, aunque no pude —admiti.

—Es imposible que no te gustará Simon Alvarez —dijo con su tono arrogante—. ¿Porque me odiabas?

—Tenias fama de mujeriego, y lo que menos quería era tenerte en mi vida, aunque veo que no se puede —dije evitando el hecho que nunca lo odie.

—Lo se soy irresistible —dijo yo solo lo golpee con el codo.

—Aun sigue allí —dije viendo por la ventana, como Sharon se acercaba furiosa— será mejor que te quedes.

—Si tú lo dices —dije y volví al sillón donde estábamos.

—Abre la puerta, niña inútil —grito Sharon.

(…)

Las cosas no habían cambiado, luego del día en que Sharon llego a gritarme, Simon dejó una nota al otro día diciendo que luego hablaríamos, pero estoy mejor así suficiente tengo con Sharon que quiere que firme unos malditos papeles para darle todo, cosa que no pienso permitir.

—Firmalos —dijo ella caminando de un lado al otro.

—No —nunca firmaría esos papeles.

—Me estás cansando, niña estúpida, no quedras verme enojada —se estaba acercando a mi, parecía que me quería intimidar.

Ella dijo un paso adelante y yo di otro pero para atrás.

—Esta bien —ella sonrió victoriosa.

—Aqui están, querida —hablo con sarcasmo, mientras me los daba.

Agarre el lapicero, ella sonreia victoriosa, creía que iba a obtener todo.

—Aqui está —dije y le entre la hoja—. Debo irme.

—Si, como quieras, ahora largo de mi empresa —ingenua.

Emprendí mi marcha pero justo cuando iba a cerrar la puerta, pero me agarró del brazo.

—Me lastima, vieja estúpida.

¿Odio O Amor?Where stories live. Discover now