—Solo quiero la empresa, y si no me la das ambos mueren, y sabes que si soy capaz, si no mira tú pierna —hizo una pausa— tienes tres días, para decidir, aprovéchalos, porque podrían ser sus últimos días de vida.
—No hay nada que decidir, mi respuesta seguirá siendo la misma.
—Eso no lo dirás cuando empiece a matar a tu novio —hizo una pausa— enfrente tuya.
—Ya lo veremos.
—El tiempo corre —dijo y colgo.
—¿Que quería?
—Hay que contratar seguridad para ambos. Sharon no se saldrá con la suya, ni ahora ni nunca.
(…)
—Recuerda una distancia prudente, que no se note
—Si señorita Ambar.
—Dime Ambar, estarás todo el día conmigo, no puedes andar llamandome señorita siempre.
—Muy bien seño... Ambar —se corrigio.
—Asi me gusta.
—¿Debo sentir celos de el? —negue—. Esto es innecesario puedo cuidarme solo.
—No lo es Sharon...
—Sharon es tu tía de todas formas —me interrumpio— no creo que sea capaz de hacerte más daño.
—No la conoces tan bien.
—Es tu familia.
—Y mi enemiga.
(…)
—Te extrañabamos, ¿quien es el? —dijo Luna viendo a uno de mis guardaespaldas.
—El es Matteo Balsano.
—Un gustó señorita —dijo y Luna le extendió su mano para saludar pero el la tomo y la besó, provocando un ligero sonrojo en mi amiga.
—De...debemos irnos —dijo nerviosa asentí y reí por su forma de hablar.
Ibamos camino a una de las clases, Matteo se había ido ya que tenía otra clase y aquí podría estar segura.
—¿Enamorada de Matteo?
—No, apenas lo conozco, ¿porque entraron juntos?
—Es mi novio —menti.
Su cara cambio por completo, en serio se había creído mi mentira.
—¿No te gustaba Alvarez?
—Ya es pasado —volvi a mentir.
—Tienes mucha suerte —dijo claramente decepcionada.
Reí y ella me miró mal, enserio mi guardaespaldas le había llamado la atención.
—Hay Lunita, el no es mi novio —admiti— puedes estar con él si quieres, no me opongo, de hecho harían una hermosa pareja.
—Y tu con Alvarez —un ligero sonrojo se hizo presente, mierda.
—Bueno señora Balsano.
—¿Vieron al nuevo amigo de Alvarez? —se unió a nuestra conversación Nina.
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¿Odio O Amor?
Fanfiction-¿Que haces aquí? -pregunto la rubia sorprendida por su visita. -No puedo permitir que salgas con el -dijo el llegando, no sabía lo que hacía, solo sabía que ella le gustaba, y que no dejaría que saliera con ningún otro que no fuese el. Una historia...
