¿Odio O Amor?

Capitulo 18.

—¿Como estás bella durmiente?

Ella sonrió débil, mi pobre Ambar.

—Quitando el hecho de que una vieja loca me disparo dos veces estoy en perfectas condiciones.

—Fue Sharon, ¿verdad?

—¿Conoces a otra vieja estúpida que me quiera matar acaso?

—Como sea tienes que descansar.

—Pues lo estaba haciendo pero alguien me vino hablar.

—¿Escuchaste todo?

—Cada palabra.

—Esperaba decírtelo de otro modo.

—No te preocupes, creo que siempre recordaré cuando tuve que recibir dos balazos para que te me declararas.

—¿Sientes lo mismo?

—Mucho más que eso —se volteo para otro lado—. Olvida que dije eso.

—No lo podré porque es lo más hermoso que me has dicho.

—No te e dicho nada lindo, al menos que amigo y idiota cuenten.

—No olvides mujeriego.

—Si llegamos a tener algo... No quiero ser una más —aclaro, aunque eso yo ya lo sabía.

—No lo seras.

—Eso dices ahora.

—Confia en mi cuando te digo que no lo seras —ella asintió y con cuidado la bese.

(…)

—Con cuidado —le dije Ambar.

Ya le habían dado de alta y se encontraba entrando a su casa con mi ayuda.

—Estupida Sharon.

—Ya sé que es una estúpida, ¿podrias decirme algo nuevo?

—Te amo.

—Se escucha muy bien viniendo de ti.

—Lo se, pero ayúdame abrir la maldita puerta.

La abrí mientras la sostenía.

—Estupidas muletas, estúpida Sharon.

—Solo falto yo.

—Y lo olvidaba idiota Alvarez.

—No soy el único Alvarez del mundo

—Pero si el más estúpido.

La miré ofendido, las muletas la estaban enojando y no llevaba ni un día con ellas.

—¿A donde vas? —dije viendo que se quería levantar.

—A la cocina tengo hambre, y por estas cosas no dejaré de comer.

—Yo iré.

—No soy una inútil.

—Dejame consentirte —dije y antes que pudiera decir más me fui a la cocina.