Capitulo 19.

1.1K 53 0
                                    

Ambar.
Maldita Sharon, por su culpa tengo que estar con unas estupidas muletas, las odio igual que a Sharon, ella sigue sin dar señales de vida, en el hospital no se apareció para nada, aunque si hubiera estado solo hubiera sido para terminar de matarme, el único que estuvo allí siempre fue Simon ya que Luna y Nina tenían que entregar unos trabajos y sus padres no las dejaban venir muy seguido, aunque no estuve tanto tiempo fue horrible, tener que estar sin hacer nada, cuando Simon llegaba se quedaba conmigo y allí hacia sus trabajos con mi ayuda y de vez en cuando nos dábamos uno que otro beso, ¿pero que puedo hacer? Lo amo y el a mi, solo no quiero ser una más.

—Aquí está —dijo dándome un plato con comida.

—Yo lo podría a verlo​ hecho.

—Si apenas puedes pararte, menos vas a poder hacerte algo de comer.

—Tengo que aprender, cuando te vayas lo haré.

—Pues me quedo aqui —¿que?

—No puedes, tienes la universidad y tus padres.

—Por mi mamá no te preocupes ella te adora, y con mi papá dudo que me diga algo, además no puedo dejar sola a mi futura novia.

—Yo podré sola.

—No podías ni abrir la puerta, además déjame demostrarte que no eres una más.

—¿Solo lo haces por eso? Por demostrarmelo.

—No, lo hago porque te amo.

—Esta bien, pero pide permiso antes —el asintio.

(…)

—No me tenías que traer.

—Claro que si, no podía dejarte sola y a mi madre le encantará verte.

—Pero mira como estoy.

—Estas hermosa.

—Lo dudo tengo un yeso y estoy usando muletas.

—¿No eran las estupidas muletas? —lo miré mal— tranquila ya llegamos.

El me ayudó a bajar y juntos entramos a su casa.

—Que bueno verte ¿como seguiste? Simon nos a mantenido informados, no a dejado de hablar de eso y de que tiene que cuidarte, pero dime ¿a que debo tu visita?

—Estoy mejor gracias por preguntar, y Simon quería preguntarle si ¿puede ir unos días a quedarse conmigo? Porque dice que no puedo cuidarme sola —dije un poco nerviosa por qué no aceptara.

—Esta bien, pero quiero hablar contigo ​en lo que el alista sus cosas —yo solo asenti.

—Yo sobró aquí, ya vuelvo —dijo el y se fue.

—¿Pasa algo?

—¿Vives sola? —asenti— ¿y tus padres o tu tía Sharon?

¿Odio O Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora