Epílogo.

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—Yo tampoco imagino la mía sin ti.

—Pero los doctores dijieron...

—Senti tu presencia —me interrumpio—. Te necesito a mi lado.

—Debo ir con el doctor avisarle que despertaste.

—Quedate un rato, luego le avisas —me dijo y no pude negarme.

(…)

—Lamento interrumpir pero ya es hora —dijo Luna entrando a la habitación.

—Haz silencio —pedi—. Está dormido.

—No lo está —aseguro—. El doctor nos envío para avisarte que ya es hora que lo desconecten.

—Eso no pasará.

—Se que lo amas, pero es la realidad hay que desconectarlo.

—Esto me pasa por hacerle caso. Llama al doctor por favor —dije y ella asintió.

—Despierta, si no quieres que te den por muerto —dije y el siguió durmiendo como si nada—. Si no despiertas en tres segundos te mandaré a dormir a otro lado.

—Ya desperté —dijo mientras bostezaba.

—Retirese señorita es hora de desconectarlo —dijo el doctor mientras miraba a Luna, a Matteo no le gustará eso.

—Le recomendaría que deje de ver a Luna si no quiere que mi amigo le rompa la cara —dijo Simon y lo miraron sorprendido.

—Te lo dije —me dirigí a Luna.

—Disculpe —dijo de mala manera—. Tiene que retirarse. Solo tienen que quedar el paciente y la señorita Luna.

Asentí de mala gana y me fui en busca de Matteo, ese doctor no sabe dónde se metió.

En cuanto llegue a la sala de espera, todos se pararon.

—¿Como está? —pregunto Gastón.

—Ya despertó lo estáran revisando.

—¿Y Luna? —pregunto Matteo al ver que no estaba conmigo.

—Ve a la habitación de Simon, un doctor la llamo, y antes de golpearlo le preguntas cuando le dan de alta a Simon —el de inmediato se fue.

—¿Y Sharon? —le pregunté a Gaston mientras me sentaba a la par de el Nina se había quedado dormida en su hombro.

—La entregamos a la policía. Solo falta que vayas a declarar junto con Simon, le pueden dar muchos años de cárcel por lo que les hizo.

Solo asentí, Sharon era la única familia que me quedaba y me intento matar. Las cosas cambiarían, sin ella en la empresa yo tendría que hacerme cargo de todo. No podría descuidar la universidad ni la empresa, pero tenía que poder. Al fin podría tener lo que siempre quise; la empresa de mis padres, lo único que tengo de ellos, gracias a que Sharon los mato. Se que no será fácil, pero podré hacerlo sin renunciar a ninguna cosa, espero.

—¿Sabes cuántos años hay por asesinato? —pregunte de repente.

—No se, pero no vayas a cometer una locura.

—No pensaba hacerlo —admiti—. pero cuando Sharon me tenía me confesó que ella mato a mis padres.

—¿Ellos de que murieron? —pregunto.

—Accidente automovistico.

—Sharon pudo haber quitado alguna pieza del carro o algo.

Un recuerdo se hizo presente, el día antes de que ellos murieran yo ví a Sharon por la casa en la que vivía con ellos.

—Ella lo hizo yo ví cuando le quitó una pieza al auto que era de ellos.

Era una niña, ví a Sharon cerca del auto de mis padres con unos guantes puestos y ví como le quitaba una pieza.

—Tienes que declarar Ambar, si dejan a Sharon libre puede volverles hacer daño —asenti.

(…)

Me podría considerar completamente feliz y atareada, desde el día del secuestro e estado más ocupada, en las mañanas me dedico a la universidad, en las tardes a la empresa y en las noches a las tareas, pero me acostumbraré, con Simon apenas y nos vemos pero sé que está allí para apoyarme siempre igual que mis amigos, no nos hemos distanciado, ellos a veces van a la oficina y podemos conversar mientras yo miro que todo esté en orden. Sharon esta en la cárcel, luego de declarar le dieron una gran condena, y no era para más, mato a mis padres, me secuestro y le dió un balazo a Simon y a mi.

—¿Donde están los documentos? —pregunte mientras corría de  y un lado a otro.

—Aqui están —dijo Simon dándomelos.

—Gracias —dije y lo bese a lo que el correspondio.

Nunca me cansaría de esto.

¿Odio O Amor?Where stories live. Discover now