Capítulo 5

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"Cuando estoy con él mi alma tiembla, mi cuerpo se rompe"


Suspiro hondamente mientras colocaba una de las lámparas dentro de la hilera, no sabía cómo era posible que todo hubiera pasado así.

Aquella tarde mientras regaba las flores al fin le conoció, al menos su alma fue la que se estrépito al verlo, tal vez era una simple broma del destino, pero algo dentro de él se agitaba, algunos pensarían que era una locura, enamorarse de alguien que podría ser su hermano o mejor dicho reflejo pero él reconocía bien su esencia. En aquel entonces no tenía forma pero jamás olvidaría la sensación que había causado su primer y el que sabía que era su único amor.

Los nervios no le hicieron poder hablar con naturalidad y el joven alto y castaño no pudo evitar mostrar su rostro de desagrado, si no hubiera sido por Rebeca que había salido del interior de la tienda para ver a sus visitas pensó que habría muerto por aquellos ojos tajantes y fríos.

Después de haberlo presentado como su primo ante la curiosidad del chico de orbes rubíes se dedicaron a hablar sobre el festival que tendrían este fin de semana, si bien se había quedado rezagado a un lado dejando que los 3 hablaran, la chica noto la mirada del amatista que le daba al ojo rubí y en un acto rápido ya había prometido que su "primo" les ayudaría con los arreglos.

Suspiro nuevamente, aquella chica sí que era audaz.

–¿Yugi estas bien? –pregunto el ojo rubí quien sostenía la escalera.

–¡Sí! –se tensó ante su llamado y cuando escucho aquella afirmación demasiado enérgica se sonrojo, cerró los ojos y suspiro nuevamente ¿Qué rayos pensaba Rebeca cuando le dijo que le ayudaría en la decoración del templo para el festival?

–¡Bien! –le sonrió por su entusiasmo – esa es la última ya puedes bajar.

Ya en tierra firme miro el enorme templo, le encantaba la visión que reflejaba aquel lugar, pero desde que había llegado se sentía algo abrumado, si bien el solo estar cerca de aquel chico que era similar a él le hacía vibrar el alma, el hecho de estar en ese lugar le hacía sentir mareos que no podía evitar al fin de cuentas no era humano.

–¿Quieres algo de beber? Después de todo has estado toda la mañana con nosotros –sonrió– Rebeca sí que te trae loco –le regalo una sonrisa pícara.

–¿Hu? –le miro con sorpresa ante el comentario, pero al verlo fijamente no pudo evitar sonrojarse, algo dentro de su interior revoloteaba al verlo, aquello era tan similar a lo que sintió aquella vez, en su mente vino el recuerdo de aquel beso, sus mejillas se tornaron de un color carmín intenso haciendo reír al chico de orbes rubíes.

–Lo sabía –dijo victorioso –Rebeca dijo que eran primos, pero ¿Quién creería que una chica tan inverosímil seria familiar de un chico tan... –se detuvo en seco al notar que iba a decir lindo ¿Qué demonios pensaba? Era un hombre como él, pensó dentro de si– tierno –exclamo al fin saliendo del problema en el que se había metido.

–¡Yami! Menos platica y más trabajo ¿Acaso crees que todo se hará por arte de magia? –le dirigió una mirada al más alto de los tricolores.

–Oh vamos Seto, ya estamos acabando, además ya terminamos con las decoraciones y de seguro ya hablaste con los puestos y el comité ¿Verdad? –sonrió al ver que tenía la razón –deja de ser tan duro y más frente a nuestro invitado –miro al chico que seguía rojo aunque en menor grado.

–Como sea –rodó los ojos –solo trata de coquetear en tu tiempo libre ¿Ok? –les dio la espalda y se dirigió dentro del templo dejando a ambos sonrojados, aunque al mayor en menor grado.

Un Dios enamorado →【Puzzleshipping/Blindshipping】Where stories live. Discover now