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Estar nuevamente en los brazos de Luke era una sensación maravillosa. Tenía escondida mi cabeza en su pecho mientras él me llevaba en brazos de regreso a la casa. De reojo pude ver a unos cuantos centinelas que sonrieron ante la escena.

¡Oh que vergüenza! Deben pensar que somos unos maniáticos sexuales. Todos unos adictos al sexo. ¿Con que cara los veré después?
No pude evitar soltar una pequeña risa ante la idea de esa situación.

- ¿Qué es tan gracioso, eh? - levanto la vista y aunque Luke no detiene su marcha, se da el tiempo para mirarme.

- ¿No notaste a los centinelas que nos acaban de ver? Quizás que cosas depravadas estarán pensando de nosotros ahora...

- De ti nada, sino yo mismo me encargaré de que sea lo último que imaginen. Pero deben estar pensando que haré mía nuevamente a mi hermosa Luna. - de alguna manera hizo que su comentario prehistórico y troglodita sonará dulce. Luke y sus extrañas maneras de demostrar cariño.

Al entrar en la casa nos cruzamos con Dylan, quien rio feliz ante la situación.

- Veo que haz domado a la bestia, Emma. Tenía fe en ti cuñadita, sabía que no me decepcionarías. - no pude evitar volver a reír, me sentía realmente bien ahora que todo se había aclarado, mi corazón no daba más de dicha.

Era consciente de que se habia comportado muy bipolar, algunas veces bien y otras yo misma le habría dado con un palo en la cabeza, pero no podía negarlo, estaba completamente enamorada del pulgoso troglodita de Luke Sutherland. Vaya suerte la de él...

- Cierra tu boca Dylan, ahora no. - dijo sonriente Luke. ¡Paren el mundo! Luke está sonriendo, debe estar realmente enfermo...tanta alegría en él es un signo de gravedad.

Un segundo después ya estaba acorralada contra la cama y con un gran lobo sexy sobre mi, con una gran sonrisa moja bragas profesional.

- Emma, mi dulce y bella Emma. - se me acerca y acaricia mi cabello para colocarlo detrás de mi oreja. - ¿Algún día podrás perdonarme por...ser un perro pulgoso?

- No lo se... - vi su mirada entristecerse y esta vez yo soy la que lo acaricia, en el rostro. - pero tendrás toda una vida para lograrlo.

¡Si lo dije y que! Estaba enamorada de él, ya que caso tendría negarlo, quería ser su compañera, su Luna y su mujer.

Nunca lo había visto sonreír así, me toma en sus brazos, me levanta y hace girar por la habitación. Estaba feliz, no imaginé llegar a verlo así, una emoción tan simple y sincera. Reímos como un par de tontos, parecíamos adolescentes enamorados. Era una escena digna de película.

Me bajó y me besó apasionadamente, guiándome nuevamente a la cama. Estaba embriagada por su sabor, lo tomé del cuello para acercarlo más, dejó mis labios para hacer un camino de besos hasta mi cuello y en el momento en que su lengua rozó la marca que él mismo me había hecho, un corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo, provocandome un placer increíble.

Fue tal el impacto que tuve que aferrarme a sus fuerte hombros y sentí como se formaba la humedad en mi interior, los pechos me dolían, suplicaban liberación. Sentí su erección chocar contra mi cadera. Podía sentir la necesidad de él, era como una conexión que iba más allá de lo que podía explicar. 

En un segundo Luke se había desecho de toda mi ropa, no se como lo había logrado, pero me encontraba completamente desnuda, frente a la mirada de un lobo que tenía todas las intenciones de convertirme en su postre. Capturó mis pezones endurecidos con la boca y no pude evitar gritar de placer. Jugaba con sus dientes, manos, la tortura de su legua, la estaban volviendo completamente loca. 

Quería tocarlo, lo necesitaba, logré sacarle lo que llevaba puesto arriba, pero en el momento en que mis manos intentaron llegar al cierre de su pantalón, su mano me detuvo.

- Aún no, mi Luna traviesa, quiero atender tus necesidades primero, no sabes cuanto te deseo. - ¡Dios! ¿Por qué el condenado de Luke tiene que ser tan sexualmente sexy? 

Lo dejé hacer, sorprendida, en el momento en que noté que me separaba las rodillas y se las dejaba completamente abiertas para exponer la parte que ansiaba su toque. Me agarró por debajo de las caderas y su lengua hizo contacto con mi clítoris. Aquella onda de placer fue instantáneo, casi insoportable y cuando escuché un rugido provenir de los labios de Luke, tuve que aferrarme a las sabanas ya que había incrementado el ritmo con el que movía su lengua. Intentaba contener los gemidos, pero era imposible, estaba alcanzado un nivel de placer que le hacía perder la cordura, pero nada la preparó para cuando en medio de la neblina de sensaciones que estaba experimentando, él le metió los dedos y la acarició donde necesitaba. 

El orgasmo que tanto ansiaba no tardo en llegar, junto al fuerte grito por la intensidad del clímax. Cegada por semejante placer, miré a Luke, que la estaba observando.

- Me ha encantado verte...- murmuró él.

Y sin aviso sintió su erección adentrándose en ella, grande y muy dura, tanto así que mis músculos internos tardaron unos segundos en acomodarse a su tamaño. ¿Es posible que lo tenga más grande que la vez anterior? Creo que tendré que estudiar anatomía lobuna.  Él gimió de placer y me encantó. Estaba muy tenso y eso quería decir que estaba intentando controlarse y tener cuidado. 

- Lo siento. - me dijo él con la mirada perturbada. - He intentado no hacerte daño.

- No pasa nada Luke...no me duele, sólo me sorprendió el...tamaño. - respondí levantando las caderas hacia él de manera instintiva y gimiendo con sus movimientos.

 - Mi Luna, no es nuestra primera vez...creo que ya conoces...bastante bien...su tamaño. - rió él. Adoraba verlo así, era una faceta de Luke que me hacia quererlo aún más. - Me gusta tanto que creo que no podré parar. - me advirtió él, saliendo de mi cuerpo para volver a entrar.

Impuso un ritmo y no tardé en aprenderlo y empezar a moverme debajo de él. Gemido, tras gemido, se habían vuelto uno solo. 

- ¡Oh, cielos Luke! Así...¡Más fuerte! - y lo hizo, sus penetraciones era cada vez exigentes y con impulso. 

El segundo orgasmo la alcanzo en el momento en que él volvió a morderla en el lugar donde la había marcado, Luke se apretó contra ella con fuerza y no pudo contener un gruñido de satisfacción. 

- ¿Siempre será así de...emocionante mi Alpha? - le sonríe coqueta. Luke me abrazó.

- Junto a ti. Eres mía Emma, toda mía. - acomodé mi cabeza sobre su pecho.

- Y tú señor pulgoso, eres mío. - dije antes de que el sueño me llevara.




Espero que les guste! Estoy pensando en hacer otro maratón! Díganme que les parece!
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Besitos

The Black Alpha #OW2018 #WOWAWARDS2K18Where stories live. Discover now