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Minseok corrió como un niño feliz por las tres calles que separaban el departamento de Jongdae y el departamento en donde se hospedaba en ese entonces. Fue corriendo tan fuerte y tan rápido, como nunca en su vida. Gente en la calle lo miraba pero eso no le importaba un carajo. Era algo de vida o muerte, sin exagerar.

El corazón le latía a mil por hora.

Como quién corre desesperadamente por salvar su vida, por así decirlo.

Al llegar al departamento las piernas le empezaron a temblar. Lo miró con dulzura mientras intentaba regularizar su respiración en su totalidad agitada. Lo habían comprado 一con el sueldo del trabajo de los dos一 hace dos años, era pequeño, acogedor, bonito y se encontraban muy bien viviendo allí.

Era nada más ni nada menos que su hogar.

Tenía miedo, y parte de el era que Jongdae lo rechace. Porque si, él estaba demasiado dolido, seguramente quería evitarlo a toda costa. Y no era para menos, estaba en todo su derecho. Aunque a Minseok le duela más que a nada, era totalmente entendible.

Sus manos transpiraban, sus mejillas estaban pintadas de escarlata y la necesidad de tirar esa puerta abajo parecían no terminar.

Sabía perfectamente que era la hora.

Sabía que era ese momento o nunca.

Sabía que tenía que hacerlo.

Tocó el timbre repetidamente, seguro como mil veces, también gritando como si su vida dependiera de ello.

一¡Jong-Jongdae! ¡Jongdae! ¡Abre la puerta!

El nombrado se levantó del sofá y tapó con la manta a Seiya, quien dormía pacíficamente a pesar del ruido. Jongdae lo miró divertido, deseando ser como su perro, ya que él, hace un tiempo, tenía dificultades para poder dormir. Fue corriendo hacía la puerta, intentando no caer por producto de sus pantuflas. No escuchaba bien la voz de quien lo llamaba por el ruido insoportable del timbre, que lo aturdía a más no poder. Se paró a a abrir la puerta, bufando y con el ceño fruncido.

一¿Sí-

Los ojos de Jongdae se abrieron tanto como platos, el control remoto de la TV que tenía en la mano,一gracias al programa que estaba viendo一cayó al suelo haciendo un ruido estrenduoso.

一Jongdae... 一Soltó con la voz entrecortada junto a un nudo en la garganta. De su frente caían gotas de transpiración y se notaba desde lejos su respiración irregular. Estaba cansado y con los nervios a flor de piel. Y no. La razón no era porque estuvo corriendo. 一D-diablos.

一¿Q-qué ha-haces aquí?

一Ve-vengo... vengo aquí porque no qui-quiero perderte otra vez 一Jongdae apretó la mandíbula mientras ese maldito dolor se hacía presente en su estómago.
一T-te e-explicaré... todo. 一Dio una pausa y tomó aire.一Yo... yo to-todo éste ti-tiempo pensé que tú ha-habías cortado conmigo y yo... J-Jongdae y yo... 一Soltó un chillido de dolor. Una tormenta atacó sus ojos y la potente lluvia recorría por sus mejillas. El nombrado miraba con sorpresa, claramente, no lo podía creer.

一Yo... y-yo nunca ha-haría eso...

一Lo sé. Cu-cuando... cuando ese día de-desperté, Luhan me dijo que tú ha-habías cortado conmigo po-porque t-te habías cansado d-de mí 一Automáticamente el puño de Jongdae se cerró y una expresión de enojo apareció en su rostro, se notaba totalmente enfadado. Y no era para menos. 一Al parecer... esa no-noche yo t-te dije eso... m-me han dicho que Luhan me dio tanto para beber que n-ni tenía conciencia y m-me obligó a cortar contigo, sabes q-que me emborracho fácilmente.

Jongdae abrió la boca para hablar, pero Minseok se la cerró de repente soltando un grito desgarrador.

一¡Y-Yo estaba ebrio! ¡Totalmente ebrio! ¡Yo ni siquiera estaba consciente! ¡P-Por fa-favor, créeme!

一¿Q-qué? 一Dijo con un nudo en la garganta y el cuerpo temblando.

一E-Entiendo que tú no qui-quieras volver conmigo, s-sé que esto es horrible, pe-pero por favor te pido q-que me creas 一Un gemido agudo lleno de angustia arrancó su garganta. 一T-tan sólo créeme 一Llevó sus manos a las rodillas, manteniendo su vista baja. 一No-Nosotros no merecemos esto, nosotros m-merecemos algo mejor 一Susurró mientras tapaba con sus dos manos sus ojos llenos de lágrimas.

Jongdae se lo quedó mirando por minutos con la misma expresión en su rostro. Se tapó la boca y lo siguió mirando, Minseok elevó la mirada para poder ver su respuesta, con el corazón a punto de estallar.

La verdad era que no podía responder. Su corazón estaba muy dañado y no, no quería volver a pasar por lo mismo.

Sus labios empezaron a temblar bruscamente, junto con su corazón latiendo a mil por hora.

broken hearts | chenminWhere stories live. Discover now