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Jongdae sentía tanta impotencia. No sabía ni que era lo correcto en esa situación.

No sabía que hacer.

Estaba petrificado, parecía que su corazón había dejado de latir. Al ver que Minseok lo miraba buscando una respuesta y con el resto de las lágrimas que habían cesado dando un paseo por sus mejillas, decidió abrir la boca para hablar.

  一Minseok... yo... 一Una expresión en su totalidad seria se formó en su rostro y a Minseok se le revolvió el estómago de los nervios que sentía en ese momento, tanto que le daban ganas de llorar. Suspiró. Una extraña mueca que cada vez se convertía en una sonrisa sin mostrar los dientes, apareció en su rostro. Minseok estaba temblando de miedo, sin exagerar. Sus labios apretados hacían que las comisuras se levanten y formen una dulce sonrisa, parecida a un pequeño gatito, característica de Jongdae. 一Estuve... estuve esperando p-por ti hace tanto t-tiempo 一Su voz, por tantas emociones mandadas desde sus adentros como fuertes misiles, sonaba un tanto rara. Lo apegó contra su cuerpo y lo abrazó con todas sus fuerzas, liberando todos esos sentimientos guardados, sonriendo como nunca antes. 一T-te extrañé tanto... diablos. N-no t-te das una idea...

一Y y-yo a tí 一Metió su cabeza en el espacio del hombro y el cuello mientras que Jongdae lo apretaba con fuerzas, sentía comodidad como nunca antes al estar en esa posición. 一N-no sabes cuanto.

El abrazo era con fuerza. Cada uno apegaba más su cuerpo con el del otro con fuerza, sus brazos se rodeaban entre sí con fuerza. Porque esa era la única manera de que todos esos sentimientos guardados hace tanto salgan a la luz y sean disparados como flechas.

Ahí se dieron cuenta, que los abrazos que ellos se daban no eran tan sólo abrazos, sino un diamante precioso muy difícil de conseguir. Un diamante que merecía estar atesorado, por lo que era, el más divino tesoro.

Todo volvía a cobrar sentido.

Estuvieron como diez minutos 一mínimo一 en esa posición, abrazados, como dos piezas de rompecabezas que necesitan estar unidas. En la entrada del departamento, sin importarles nada más.

Sus corazones por fin habían vuelto a latir.

Minseok abrió la boca, dispuesto a hablar.

一E-Entonces...

一¿Sí?

一Em... t-tú...

 一¿Hm?  

一¿Qui-quieres... quieres que volvamos a ser una pareja casada? 一Lo miró temeroso, pero aún así sin separarse de él.

一¿Qué... qué clase de pregunta es esa? ¡C-claro que sí! 一Jongdae intentaba dejar de sonar como un reproductor de música roto, pero su todo no se lo permitía.

Minseok rió y dejó un beso en su mejilla. Un beso de cariño. Las mejillas de Jongdae se pusieron de un leve tono rojizo y lo abrazó con fuerzas.
Después de un rato Jongdae le pidió por favor pasar adentro, ya que en la noche hacía mucho frío, hasta parecía que en cualquier momento se iba a largar a llover y no quería que pesque un resfriado. El pelinegro aceptó sin pensarlo dos veces.

一¡N-no puede ser! 一Todavía la emoción que sentía en todo su cuerpo, acalorandolo como un fuerte motor, no dejaba que su voz se mantenga estable. 一¡Seiya! 一El perro como por arte de magia se despertó y fue corriendo a los brazos de su otro dueño. Este lamía su cara y Minseok reía con suma felicidad.

一Oye, no te pases 一Le habló al perro quien lamía el rostro del contrario con ímpetu y se sentó al lado de él, mirándolo con una amplia sonrisa.

一¡He extrañado tanto a nuestro hijo! 一Dijo riendo, mientras abrazaba a Seiya.

一Él también te ha extrañado mucho, yo... y-yo también lo hice 一Se acurrucó a su lado, como si fuera un gatito recién nacido que busca calor y amor, Minseok lo envolvió en sus brazos. De repente, su expresión facial cambió y se separó un poco de él para así poder mirarlo a los ojos.一M-Minseok...

一¿Hmm? 一Al ver su rostro se preocupó. 一¿Q-qué pasa?

一Hay algo que... hmm...一Rascó su cabeza y Minseok notó como su mandíbula se tensaba.一¿P-por qué estabas saliendo con Luhan? 一Sí, que Minseok esté con Luhan había roto su corazón en trillones de pedazos y lo lastimaba cada vez que pensaba en ello. Pero Jongdae no se iba a quedar con las dudas. Aquello le había dolido tanto, y aunque por más que le duela, no iba a volver con Minseok verdaderamente si no sabía la verdadera razón por mucho más que lo ame. El más grande apretó sus labios, apenado.

一Jongdae... 一Elevó la mirada y luego volvió a mirarlo. 一Y-yo... yo quería olvidarte. Obviamente que no quería estar con él, yo no lo amo como una pareja, p-pero tú... tú supuestamente t-te habías cansado de mí y yo no podía hacer nada 一Mordió su labio e hizo fuerza para no llorar. 一Y simplemente, intenté estar con él para olvidarme d-de tí, pero no pude, es más, había empeorado. Pensaba en tí todos los malditos días y-

一Tranquilo 一Acarició con dulzura su mejilla mientras su respiración se tranquilizaba. Su alma y corazón por fin estaban en paz.一Ahora... ahora estamos juntos, o-olvida lo que pasó一Sonrió con máximo brillo y volvió a acurrucarse a su lado como hacía un momento.

Minseok se limpió las lágrimas y besó la frente contraría. Estaba tan feliz de volver a casa, y volver a estar con la persona que más ama, Jongdae.

Era una sensación en su totalidad preciosa.

Jongdae se separó un poco, tan sólo un poco, para cerrar los ojos y chocar sus labios con los contrarios. Tomándolo por el rostro, haciendo circulos con los pulgares en sus abultadas mejillas. Minseok sonrió durante el beso y revolvió su pelo. Al terminar de besarse, pegaron las frentes y se miraron a los ojos, sin evitar que potentes sonrisas aparezcan en los rostros de los dos.

Explotaban de felicidad. Todo ese tiempo separados había sido una cruel tortura. Hoy y más que nunca, son felices con tan sólo el hecho de poder tenerse a sus lados. Y no es para menos.

Tenerse el uno al otro, era el tesoro más preciado.


broken hearts | chenminWhere stories live. Discover now