I'm skinny I'm rich and I'm a little bit of a bitch [parte III]

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Harry parecía suspendido del aire, su cuerpo dócil y esbelto se balanceaba a un ritmo mucho más lento que el que la canción proponía. Sus párpados estaban cerrados y sus labios resecos, de a momentos se acariciaba la mejilla como el dorso de la mano, Louis no sabía si así era como el heredero bailaba, o únicamente se sentía solo en ese estado de nirvana artificial, y su respuesta era mimarse imaginando que alguien más lo hacía.

"Eres hermoso, ¿Por qué te haces esto?" Pensó, pero más no lo dijo porque de todas maneras Harry no lo escucharía.

"Tengo sed." Murmuró de repente.

Un chico, con un simple antifaz y una coctelera, apareció junto a ellos como si hubiera nacido de los pixeles que formaban las imágenes en la pantalla de la pista. Louis le tocó el hombro para confirmar que no era un holograma, y luego se horrorizó con su propio razonamiento. El cáliz de Harry fue llenado hasta el tope con un líquido que más que una bebida aparentaba ser una poción, Louis tomó un sorbo; era dulce como un jarabe y del color de las moras, estaba seguro de que en algún lugar de su composición había drogas camufladas por el azúcar y el alcohol.

"¿No prefieres un vaso de agua? Luces deshidratado." Le preguntó trayéndolo de la cintura para hablarle al oído.

Harry negó con la cabeza, no podía verlo pero percibió el movimiento junto a su hombro, el cachorro había decidido reposar volcando todo su peso sobre Louis.

"¿Estás cansado?" Siguió, mientras la complexión de columna de Partenón del chico, alta y tallada a mano, lo obligaba a balancearse con un paso de vals poco apropiado para el beat que el dj hacía sonar.

"No. No dejaré mi fiesta tan temprano."

Su boca estaba fruncida en una mueca de berrinche.

"Pero si ni siquiera sabes qué hora es." Discutió Louis mirándolo con ojos perezosos.

Harry sonrió.

"Es de noche, y yo soy un vampiro."

Louis suspiró y lo dejo salirse con las suya.

"¿Dónde está Zayn?" Cuestionó al cabo de unos minutos, le dolía saber que una parte de él, la que aún conservaba la cordura, optaba por relegar el cuidado de Harry a manos de alguien, que le guste o no, lo conocía mejor y por ende podría persuadirlo de marcharse.

"Se fue, tiene que tomar un vuelo a Japón mañana." Explicó sin verse afectado por la mención de su amante.

"¿Por qué no fuiste con él?"

Me alegra que hayas esperado por mí.

"¿A Japón?"

"A casa, Harry." Bufó Louis.

"Oh, porque no me gusta ir a casa." Dijo mientras inclinaba la copa y su nuez de Adán se sacudía al tragar.

Louis lo miró como se miran las cosas quebradas que no se pueden reparar; Harry te invitaba a sentir, el problema era que una vez agotado el suministro de apariencias, no quedaba más que un mero halo de tristeza imposible de subsanar, Harry se había vuelto inmune a cualquier tipo de antidepresivo que no tuviera un desenlace horrible. Existe un cierto número de veces que puedes romper algo, llegará un punto donde los trozos serán tan pequeños que ya no se podrán seguir fragmentándolos, pero tampoco serás capaz de volverlos a unir; entonces todo se reducirá a ti mismo, parado en medio de un montón de añicos que no puedes recoger porque si te mueves te cortarás las plantas de los pies, pero ¿Se puede vivir para siempre sabiendo que un paso en falso te lastimará?

"¿Has visto los demás cuartos?" Preguntó haciéndole cosquillas en la mejilla con la nariz.

Había algo en la forma en que la boca de Harry se movía, la curvatura de corazón que tan naturalmente le formaba el labio superior, la forma en que las letras se deslizaban por su lengua con una elegancia innata. No podía apartar la atención, quería besarlo; ese fue el disparador que necesitaba para soltarse suavemente de la forma en la que estaban enredados.

Fashion of his love » l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora