Mi abuela sentía una debilidad por Park JiMin. Siempre le consentía y le regalaba dulces a escondidas de mi madre. Incluso mis padres querían más al pelinegro que a mí. Era un niño demasiado consentido para ser el hijo de la niñera.
El día en qu...
Me gustaba verlo dormir, siempre parecía ser feliz cuando dormía. Tal vez era porque yo no estaba para arruinarlo.
Acaricié sus cabellos y los hice a un lado para dejar su rostro despejado. No se veían sus ojos marrones oscuros, pero aun así me gustaba. Dormía plácidamente, como si nada malo sucediera en sus sueños.
Lástima que seguía enojado con él.
Le arrojé agua sobre su cara y despertó gritando "¡Me ahogó!". Tardó unos minutos en recomponerse del susto, y cuando me vio de brazos cruzados frente a su cama con el vaso de agua en una mano, su rostro se puso rojo de rabia.
—¿Por qué demonios hiciste eso? —Se secó con una camiseta que encontró tirada sobre el velador y me asesinó con la mirada.
—¿Esa es la forma en que tratas a tu futuro esposo? Te podría demandar por agresión verbal, pero no lo haré. —Lucía sorprendido, no era común que hablara de nuestro compromiso como si nada. Menos después de que él me ignorara por alrededor de un mes—. Vístete, la hermana de TaeHyung llega las 12 y ya son las 10.
No esperé a que me contestara y salí de su habitación.
Este era mi plan: Hacer que se arrepintiera por hacerme sufrir. En el tiempo en que me ignoró, hizo que me diera cuenta que de verdad lo quería y que su ausencia me afectaba demasiado. Incluso me deprimía. Y no se lo perdonaría jamás. Así que lo haría sufrir con mi indiferencia, no como lo hizo él, sino que haría como que nada sucedió y me transformaría en 'el chico perfecto' hasta que me pidiera perdón de rodillas.
Arreglé mi cabello, me vestí con una polera gris, jeans oscuros y mi fiel casaca de cuero debido al frío otoñal de ahora. Por último, ensayé mi sonrisa para que no luciera falsa.
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Bajé veinte para las once. Ya había desayunado, así que, vagué por los pasillos esperando a que JiMin estuviera listo. Cuando me senté a ver televisión en el living, apareció SunMi con mi hermana menor listas para ir salir.
—¿A dónde van?
—Al parque, SunHee quiere ir a pasear, ¿nos acompañas? —dijo SunMi.
—No puedo, tengo una cita con la hermana de TaeHyung para organizar la boda —contesté. SunHee se alegró al saber que estaba tomando esto en serio, aunque ella sabía la verdad. Me había visto después de que Park se me declarara y no fue felicidad lo que sentí.
—Con respecto a eso, tenemos que hablar sobre algo después, YoonGi. Cuando regresemos quiero tener una charla contigo —asentí y me pregunté de que querría hablar ella.
Se marcharon y a los minutos bajó el pelinegro. Aún iba en pijama.
—¿No te dije que te vistieras? —Esto no estaba resultando. No serviría de nada esforzarme por cumplir mi venganza si él no ponía de su parte inconscientemente. ¿Dónde había quedado el chico dulce y comprometido dispuesto a hacer todo lo que yo quisiera?
