"¿bailamos?"

12.9K 1.5K 491
                                    

No quería salir. Era vergonzoso y ridículo, además de horroroso.

Vestía la típica camisa blanca con mangas largas que cubrían hasta la mitad de mis manos, acompañado del saco blanco con solapas negras y pantalones negros. Era el terno ideal que todo hombre soñaría, menos yo. El sólo pensar que me casaría en un mes más me producía nauseas, hacia que la respiración se me cortara y que todo me diera vuelta. Aún seguía un poco enfermo, estuve en cama por una enfermedad respiratoria aunque no fue nada grave. Eso sólo sirvió para que el viejo JiMin volviera.

A veces me preguntaba que pasaba por su cabeza, un día estaba bien y al otro no. No me atrevía a preguntárselo, tal vez fuera demasiado obvio y yo no me diera cuenta y, de ser así, él nunca me perdonaría el habérselo preguntado. 

Di una pequeña vuelta, admirando el traje y junté valor. Tenía que salir del probador en algún momento de mi vida. Abrí un poco la puerta y las vi allí: HyunJae —quien daría el veredicto final—, Hye, Soo, Bom, mi madre, SunHee, JiYoon y SunMi. Todas juntas llenaban el espacio dado para esperar y ver. 

Salí sin mirarlas, no quería ver sus expresiones. Pero las vi de todas formas, ya que el lugar estaba rodeado de espejos.

—¡YoonGi, no lo puedo creer! ¡Mírate! —Mi madre fue la primera en gritar. Se acercó a mí corriendo y antes de darme cuenta de lo que hacía, el flash de la cámara me cegó. Sacó más de veinte fotos. 

HyunJae caminó alrededor de mí, examinando cada detalle del traje mientras SooYoung me hablaba sobre las combinaciones que podrían hacer con los vestidos de dama de honor.

No quería ofenderla ni bajar su ánimo, pero estas cosas me traían sin cuidado. No importaba la tela o el diseño del conjunto. A final de cuentas me casaría igual con Park de la misma forma en que lo haría en China o en Francia. 

—Este es el indicado —sentenció la hermana de Tae. Todas estuvieron de acuerdo. Pidieron mi opinión, no las contradije y les di el gusto.

SunMi me ayudó a sacarme el traje sin arrugarlo, y las demás fueron a ver los vestidos de dama de honor mientras mi madre pagaba. 

—¿En serio te gusta el conjunto, YoonGi? ¿O sólo dijiste que sí para no probarte otro? —Ella era muy perceptiva. Reí bajo, dándole a entender que tenía razón. 

Negó con la cabeza y su mirada se ensombreció un poco.

—Escucha, yo te quiero tanto como a mis hijos, pero no puedo soportar ver que tú no quieres a JiMinnie tanto como lo hace él. 

Me quedé en silencio con sus palabras, nunca antes me lo había dicho tan directamente. Siempre me decía lo mucho que me quería su hijo y que por favor intentara dejarlo que me conquistara. Pero al parecer su paciencia, o tal vez su tolerancia, habían llegado a cero.

Y la comprendía: Si mi hija o hijo estuviera enamorado de un idiota como yo, también hablaría con él. 

—Lo siento, SunMi. 

—No lo sientas, Yoon. Pero si las cosas siguen así y tú crees que nunca cambiarán, será mejor que detengas todo. No creo que JiMin resista otro divorcio.

Recordé cuando ella llegó junto a Park y EunJi, no traían maletas ni nada. Su padre los había abandonado y SunMi se vio obligada a trabajar. 

No dejaría que el moreno reviviera eso.

—Si desde un principio nunca hubiera sentido algo por JiMin, jamás hubiera dicho que sí. Y aquí me tienes, probándome un terno de novio... —respondí. Eso no la hizo sonreír, pero al menos dejó de mirarme como si fuera el malvado de la historia.

cásate conmigoWhere stories live. Discover now