Naga Vanshi - Naga!InglaterraXLectora (AU)

Capitulo 7

Naga Vanshi Cap. 7 – Naga!InglaterraXLectora

Disclaimer: Hetalia y sus personajes originales son propiedad de Hidekaz Himaruya, yo sólo puse los ambientes; Luna (México) es una OC de Latin_Hetalia; La lectora le pertenece a Arthur.

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Todo mi cuerpo se sentía cansado y adolorido, ¿acaso no había muerto? ¿Por qué seguía respirando luego de la inyección de veneno que me dio Arthur anoche? ¿Cómo sobreviví? Ay, tantas preguntas hacían que me doliera la cabeza y mi estado empeore, pero no podía seguir dormida; lentamente abrí mis pesados párpados, para darme cuenta el motivo por el que sentía mi cuerpo pesado. Pegué el grito en el cielo cuando una de las grandes pitones del naga ojiverde me miraba echada sobre mí como si le fuera una almohada, entonces ella asomó su lengua bífida y pasó lo que me imaginaba sólo en cuentos de hadas y en películas de fantasía...

-Mi amo te esssspera para ver el amanecer... - Se me había abierto la boca por sí sola: ¡Acababa de escuchar a una serpiente hablarme! Eso no podría sucederte a menos de que seas hija de Harry Potter y eso era más imposible que ver nagas.

Una vez se me bajó de encima para alejarse hasta la salida, pude incorporarme en el nido y notar que aún me hallaba en la guarida de Arthur, milagrosamente con vida aunque algo mareada. Necesitaba aire y luz solar, así que ignorando el hecho de que una serpiente me haya hablado y ordenado, de todas formas me aferré a las paredes en caso de decaer y perder el equilibrio mientras andaba para salir de las ruinas; afuera se hallaba el naga enroscado en sí mismo tomando los primeros rayos de sol que asomaban por el oriente y con tantas serpientes a su alrededor y las escamas parchadas en su cuerpo, por un momento creí ver a un personaje de cierto anime de un mayordomo igual que él.

-Te retuerces tanto en el nido por la noche que me dan ganas de tener hábitos nocturnos.- Habló el naga sin girarse a verme mientras le acariciaba la cabeza a su pitón bola descansando en su cuello como bufanda. Quedé pasmada no sólo sabiendo que me retorcía de dolor incluso inconsciente, sino que tenía el descaro de acostarse a mi lado.

-¿Cómo tienes tanta cara de decir eso cuando anoche quisiste matarme luego de... eso? De puro milagro es que sigo con vida y hablando contigo.- Quise saber exigiéndole respuestas usando mi mirada.

-Para empezar, nunca fue veneno mortal lo que anoche te inyecté.- Me dijo enganchando su mirada a la mía.

-¿De qué hablas?

-Lo consideré un gasto innecesario de veneno en ti, así que tu castigo será aceptar lo que eres por ascendencia: lo que te inyecté anoche fue un veneno mágico que convierte a un humano lentamente en un naga.- Contestó mirando sus garras desinteresado.- Y lo de anoche pues, necesitaba que liberaras las endorfinas necesarias para que el veneno circulara más rápido por tus venas, además de divertirme un poco contigo.

-¡¿Qué?! – Mis ojos se emblanquecieron con tan sólo oírlo. No podía hacerme eso, era como si quisiera que temiera de mí misma, sin mencionar que jugó conmigo como si fuera yo su juguete.

-De esa forma me rendirás respeto tal como debe ser, y en otra perspectiva te beneficiarás de ello ya que no volverás a temer de las serpientes. Dos pájaros de un tiro ¿sabes? – Concluyó Arthur sonriendo malicioso, solamente yo no estaba de acuerdo con lo que me hizo.

-¡No puedes hacerme eso! ¡No es gracioso en lo absoluto así que borra esa sonrisa de tu cara!

-¿Recuerdas las dos primeras reglas que te indiqué? Debo aclararte que no me gusta repetir las cosas.- Dijo el naga siseando toscamente, sus serpientes lo apoyaban.