El Cazador De Ángeles -Larry Stylinson- (Libro #1) [TERMINADA]

Capítulo 18 (Final)

Capítulo 18 (Último Capítulo)

Liam volteó, asustado, y se encontró con la imponente figura de su hermano mayor abalanzándose sobre él, haciéndolo perder el equilibrio. Ambos hijos del Diablo cayeron al suelo, el mayor sobre el menor, quien intentaba protegerse a como diera cabida.

-E-espera!

-Qué quieres?- gruñó.

-Vas a matarme?

-Quizá.

Rodó para quedar debajo y empujó a su hermano menor con los pies de una patada en el estómago.

Harry se levantó del suelo de un salto y puso su espada en posición de ataque.

Liam tosió y gritó a los guardias, quienes se habían quedado paralizados:

-Qué esperan?! A por él!

Darryl y Kurzon corrieron hacia donde Harry se encontraba y se abalanzaron sobre él. El príncipe demoníaco volvió a arrojarse sobre sus espaldas justo a tiempo y despachó a los dos demonios al mismo tiempo de la misma manera que a su hermano.

Mientras los guardias se recuperaban, Liam volvió a atacar. Con la daga ceremonial, embistió contra el rizado y éste respondió al ataque con un movimiento de su arma, bloqueando el golpe y devolviéndolo instantes más tarde. Gracias a que su espada era considerablemente más larga, logró alcanzar un costado de Liam, pero no lo hirió lo suficiente como para que fuera serio.

Aún así, su hermano pequeño se agarró el costado con una mueca de dolor.

Siguieron luchando uno a uno hasta que los guardias volvieron a levantarse y fueron nuevamente a por el Harry. Éste despachó a Liam con un codazo en la cara, aprovechando un momento en el que tenía la guardia baja y escuchando un satisfactorio "Crack", y volteó a encarar a los otros demonios. Estaba desesperándose; mientras luchaba veía de reojo el cuerpo inerte de quien tenía su corazón, y saber que en ése momento no podía hacer nada para que despertara era algo que lo llenaba de impotencia y rabia. La última de éstas la utilizó en sus ataques, así logrando segar la cabeza de Darryl.

La cabeza del demonio rodó por el suelo hasta llegar a los pies de Kurzon, quien se había quedado impactado mirando el cuerpo decapitado.

Harry aprovechó su momento de debilidad y le clavó la espada rápidamente en el cuello, haciendo que comenzara a manar sangre tan negra como la que había ahora en el Caldero.

El guardia cayó al suelo, agarrándose la garganta con las dos manos y respirando en estertores.

El rizado se apresuró a verificar que sus tres atacantes estuvieran fuera de combate y corrió rápidamente hasta el cuerpo de Louis. Soltó la espada y acarició suavemente el rostro pálido y sin vida del ángel.

Dirigió una mirada furiosa al Caldero y vio que toda la sangre angelical ya era inútil, ya estaba todo infectada con veneno. Con su veneno, el que él mismo había introducido a las venas de su pequeño para ése propósito. Ahora que veía el resultado, se preguntaba "Pero... a qué precio?"

No estaba seguro de que le gustaran todas las consecuencias.

Volvió su mirada al pequeño castaño y musitó:

-Lo siento...- tomó la cabeza y la colocó sobre sus rodillas- lo siento tanto, amor... - comenzó a acariciar todo el delicado y pálido rostro. Una de sus lágrimas cayó a la mejilla de Louis.

Harry no sabía cuándo había comenzado a llorar, pero no podía evitarlo, no podía detenerse.

-T-tú eras tan... tú- balbuceó- por eso te amo... por tu inocencia... por tu pureza... por todo lo que eres... porque sé que realmente no te merezco...

Besó suavemente los fríos labios, y al hacerlo, oyó un sonido. Era débil y no muy constante, pero se oía. Eran latidos. Latidos del corazón de su pequeño... aún había esperanza, aún podía salvarlo...

Y para eso, debían salir del maldito Infierno.

-Cuidado, Harry!- la voz de Zayn lo hizo voltear, alarmado.

Detrás de él había un Liam con la nariz rota, blandiendo su espada por sobre su cabeza... y, segundos después, ya no.

Malik había corrido y lo había empujado. Esté, tropezando torpemente con la espalda de su hermano, cayó al Caldero. Comenzaron a oírse unos alaridos aterrorizantes, Liam estaba ardiendo en vida... podía ser que la sangre de ángel estuviera infectada, pero seguía siendo sangre de ángeles, y por lo tanto, quemaba a los demonios.

Incapaz de ver a su hermano morir, Harry tomó a Louis en brazos y corrió hacia la entrada de la caverna.

-Vámonos!

________________________________________________________________________

Los tres corrían a todo lo que sus piernas permitían.

Zayn y Harry habían encontrado a un sonriente Niall, con un ojo morado, pero feliz, en la entrada del palacio.

Corrieron hasta llegar al ascensor. Abrieron la puerta rápidamente y entraron. Cerraron la puerta y, cuando estaban a punto de tocar el botón para subir, una voz grave y profunda, aterradora, se coló en sus mentes.

"Saben que los muertos no pueden subir"

Harry respondió de la misma manera.

"No llevamos ningún muerto... padre"

Una risa de ésa espeluznante voz resonó por sus cabezas por unos instantes.

"Entonces ése pequeño ángel un muerto no es" respondió la voz socarronamente.

"No! No está muerto, su corazón aún late"

"Bien, como bien saben, el ascensor no sube si hay muertos en él, así que tengo un trato para ustedes"

Harry gruñó mentalmente.

"Te escuchamos"

"Si el ascensor sube, pueden irse, los cuatro, pero si no sube, o cae a mitad de camino, todos se quedarán aquí... para siempre"

El rizado no dudó ni un segundo.

"Acepto"

Pulsó el botón para subir... y nada pasó.

Harry se inclinó para ver el rostro del ángel.

-Vamos, amor... tú puedes... debes vivir... sé que sonará egoísta, pero yo no puedo vivir sin ti... no me dejes...

Aunque Louis no hizo ningún movimiento, el ascensor dio una sacudida y subió un poco, lentamente.

-Vamos!- gritó en susurros- Resiste, Louis!

La caja de metal comenzó a moverse lenta, pero continuamente.

A medio camino, se paró.

-No! No te atrevas a morir! Tú puedes! Resiste! Vive!- masculló desesperado. Era como ver las pulsaciones cada vez más lentas del castaño, ralentizándose hasta casi ser nulas.

Desesperado, tomó su boca en un dulce y apasionado, además de no correspondido, beso.

Con otra sacudida, el ascensor salió disparado hacia arriba.

________________________________________________________________________

Ya fuera, los tres amigos decidieron sellar la entrada al Infierno. Con unas gotas de sangre demoníaca, unas gotas de sangre angelical, y unas gotas de sangre humana, para lo que la sangre de Harry había servido de sustituta, ya que era medio humano y medio demonio, habían hecho un sello que duraría al menos unos mil años más. Ahora para entrar al Infierno debías utilizar el camino difícil.