Capitulo 8

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Narra Natalie

El sonido del despertador me hizo despertar de mi profundo sueño.

Me dirigí a la mesa de mi escritorio y cogí mi ropa, poniendomela seguidamente, consistia en una camiseta de tirantes con estampado de sandía y unos pantalones cortos rasgados, y de calzado me puse unas converse negras.

Mire mis muñecas y vi las marcas de las cortadas que me realice anoche, fui hasta mi joyero y me puse unas pulseras en ambas manos.

Salgo de casa tan rápido como si algo me siguiera y entre al autobús.

En este tiempo como ya dije anteriormente deje de hablar como lo hacia antes, así que, no hable con nadie en el autobús.

Llegamos a la entrada del instituto y baje rápidamente de mi transporte, salude a Sam y entre a clase, deje la mochila a un lado y cogí el libro de historia, y el cuaderno y empecé hacer los deberes.

Las primeras horas de clases finalizaron y ya todas nos encontrábamos en la cafetería.

Sentí como alguien me observaba y me giré chocando con unos ojos azules, mejor dicho, con esos ojos azules.

Aaron me miro de arriba a abajo parando en mis pulseras con cara de confusión y no me extraña ya que no soy de usarlas.

Las chicas y yo nos dirigíamos a la salida de la cafetería cuando note que alguien me cogía de la muñeca, hice una mueca de dolor y quite la mano que me sujetaba.

Me gire para ver quien me cogio de esa forma y vi a Aaron.

-¿Que quieres?—pregunte intentando sonar confusa, aunque sonó más bien brusco.

-¿Que te ocurre? Estas muy rara—dijo mirando mis ojos en busca de la verdad.

-Nada, solo me has asustado.—dije intentando sonar firme.

-Y todas esa pulseras, ¿desde cuando las usas?—dijo mirando primero mis pulseras y luego a mí.

-Desde ahora, me tengo que ir, adiós—dije, pero, Aaron me lo impidió cogiendome esta vez del brazo, cosa que agradecí.

-¿Te gustaría quedar esta tarde?—pregunto mientras se rascaba la nuca en señal de nerviosismo​.

-¿Quedar? ¿Tú y yo? ¿Esta tarde?—dije a la vez que le señalaba a él y a mi repetidas veces.

-Eh, si, eso he dicho, ¿y?, ¿aceptas?—dijo con una sonrisa.

-Pues, vale, ¿donde nos vemos?—dije con confusión, apenas nos conocíamos, solo de las veces que hemos chocado, y me había pedido salir, a mí.

-En la cafeteria que queda cerca de aqui, a las 17:00.—dijo para después irse con sus amigos.

Fui hasta mi clase y cogí mi teléfono de dentro de mi mochila para avisar a mi madre de que que me quedaría en casa de una amiga ha hacer un trabajo, porque si no, no me dejaria quedarme.

El último timbre del día sonó y yo me fui con Mel a su casa hasta que llegara la hora en  la que había quedado con Aaron.

Mel me había dicho que su madre no estaría porque había ido a trabajar y estaríamos solas.

A las 16:30 me levante del sofá en el que Mel y yo estábamos sentadas viendo una película y me dirigí al baño para lavarme la cara y peinarme un poco.

Quite las pulseras para mirar como se encontraban las marcas y vi que no estaban mal, por lo que volví a ponerme las pulseras.

Me despedí de mi amiga y me fui rumbo a la cafetería en la que había quedado con Aaron.

Mi salvaciónOù les histoires vivent. Découvrez maintenant