Capitulo 24

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Entro a casa y miro a mi alrededor, todas las luces están apagadas lo cual me extraña teniendo en cuenta que no es para nada tarde y por lo tanto mis padres deberían estar despiertos.

De todas formas subo con cuidado por las escaleras y entró a mi habitación para dejar la mochila, pero antes la abro y saco de su interior mi teléfono.

Lo enciendo y miro mis mensajes, los chicos no paran de hablar por el grupo.

Zanahorio👽:¿Quien puede quedar mañana?

Todos contestaron de modo afirmativo excepto yo que aún no he respondido.

La amiga más bella💅:¿Tú puedes Nat?

Yo:Si, puedo

Bueno en verdad no le he preguntado a mi madre, pero estoy segura de que aceptara, hacia tiempo que no salia de casa, al menos hasta que conocí a los chicos.

Flashback

-Natalie vamos a salir, ¿Vienes?-pregunta mi madre entrando en mi habitación.

-No tengo ganas

Mi madre asiente aunque sé que no lo aprueba, no puede obligarme a salir, no si yo no quiero hacerlo.

Oigo la puerta de la entrada por lo que asumo que ya se han ido.

Quito los cascos que estaban enganchados a mi móvil y pongo música.

Esto es lo que hago las veinticuatro horas del día, escuchar música o escribir.

Fin del Flashback.

Ese día mi madre llegó a casa y me dijo que no debería aislarme en mi habitación y que tenía que vivir, porque no podíamos marcharnos de aquí, de nuestro hogar.

Las luces de la calle se apagan y yo miro la hora en mi teléfono, es demasiado tarde y yo mañana tengo que madrugar.

Me levanto y una vez estoy vestida bajo a la cocina, vacía.

Frunzo el ceño confundida, ¿donde está mi madre? Mi padre se habrá ido ya a trabajar, pero, es raro que mi madre no esté haciendo el desayuno.

Subo de nuevo arriba aún confundida y sin pensarlo abro la puerta de la habitación de mis padres, vacía.

La cama está hecha y no hay ningún tipo de desorden, es raro, es como si no hubieran dormido aquí.

Miro la hora en mi reloj de mano, debo salir ya si no quiero perder el autobús, por si las moscas dejo una nota colgada en la puerta de la nevera mediante un imán que compramos en un viaje, en él se encuentra el nombre del lugar y también pequeños edificios.

Salgo a gran velocidad de casa y subo al autobús preguntándome todavía donde están mis padres.

El autobús para pero hasta que no han pasado unos segundos no me doy cuenta de que es mi parada, aún así me da tiempo a bajar de él antes de que cierren las puertas.

Corro al interior del edificio y observo que Sam aún no ha llegado y tampoco lo a hecho Mel, espero unos minutos y ellas no tardan en llegar.

Juntas vamos al pasillo donde se encuentran los demás aunque entre ellos no están ni Ari ni Alex.

Saludamos y yo me asomo a su clase, tampoco están dentro, por lo que asumo que aún no han llegado.

-Hola ojiazul-dice Aaron besándome la mejilla, los chicos no se sorprenden, últimamente nos hemos saludado así y no le toman demasiada importancia.

Mi salvaciónWhere stories live. Discover now