Epílogo

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Desde que tengo uso de razón pensé que era feliz, que nada podría hacer que mi vida se entristeciera, hasta que llego el día en que todo se derrumbó, a partir de ahí todo fue a peor y mis pensamientos cambiaron drásticamente.

Pero ahora me he dado cuenta de algo, he sido estúpida todos estos años.

Estamos tan acomodados que esperamos a que las cosas solo sucedan, esperamos que la felicidad llame a nuestra puerta sin darnos cuenta de que somos nosotros quienes debemos buscarla.

Así que después de tanto tiempo me puse a ello y estuve en busca de la felicidad, encontré gente que lleno mi vida de ella y me enseño que la oscuridad no siempre acapara nuestra vida, pero debemos aprender a mirar mas allá de ella.

Ahora diréis, ¿a que viene todo esto?

Viene a que todos debemos empezar a buscar y luchar por lo que queremos y anhelamos, no esperemos a que la vida nos regale las cosas porque nunca lo hará, nosotros somos nuestra propia salvación, esa fue mi salvación.

-¡Nat vamos a llegar tarde de nuevo!-grita Lucy desde el fondo de las escaleras.

Rápidamente cojo mi portátil y lo guardo en mi bolso, bajo las escaleras a gran velocidad.

-Lo siento-me disculpo una vez estoy a su lado.

-¿Se lo has dicho a las chicas?-pregunta extendiéndome mis llaves.

-Si, iremos después de la comida-respondo abriendo la puerta de casa y Lucy sale detrás de mi.

-¿Como es que no te has ido con Evan?

-Ha tenido que irse antes para ayudar a Alex con unas cosas o algo así.

Entro al lugar del piloto y Lucy al del copiloto y arranco el coche para ir en dirección a casa de Ari y Alex.

Cuando llegamos ella es la primera en bajar y dirigirse a la puerta, mientras yo me quedo atrás cogiendo el regalo.

-Se me había olvidado, lo siento-dice al ver la caja que sostengo entre mis brazos-dame-dice arrebatándomela.

Alex abre la puerta y cuando lo veo me lanzo a sus brazos, echaba de menos a mi mejor amigo.

-Hola enana-me saluda y luego hace lo mismo con Lucy.

-¿Donde tienes a mi novio?-le pregunto y él ríe antes de señalar al jardín.

Camino hacia allí y cuando salgo veo a todos reunidos.

-Ya han llegado las tardonas de siempre-anuncia Alex haciendo reir a todos.

Me acerco a Evan y el me rodea con su brazos la cintura.

-Si no os traigo yo siempre llegais tarde-dice a lo que mi respuesta es ponerle una cara de perrito mojado-te amo-dice antes de sellar sus palabra con dulce beso.

-Te amo-digo en respuesta después de nuestro beso.

Unos minutos más tarde todos nos sentamos alrededor de la mesa colocada en el jardín para comer.

-¿Por qué no ha venido tu novio?-le pregunto a Liz.

-Está enfermo-responde Liz tristemente.

Hace unos días me conto que le emocionaba mucho que este hubiera aceptado venir a la comida así que el hecho de que no tenga el mejor de los ánimos es entendible.

-Bueno, demos ya los regalos, ¿no?-pregunta Ruth entusiasmada.

-Mejor después de comer-responde Alex desde la barbacoa la cuál no esta muy alejada de nosotros.

Mi salvaciónWhere stories live. Discover now