~La espada~

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Días después, llegó el fin de semana. Los únicos días que los Lannister dejaban visitar las mazmorras a Livia.

Unos rápidos pasos resonaban por los pasillos de cárceles. Hanna al escucharlos se levantó de un golpe. Sabía que era su mejor amiga.

Hanna: ¡Livia!- dijo con una sonrisa cuando la vió. Se aproximó a las rejas. Livia tenía la cara llena de roña, el vestido rasguñado y su pelo lucía todo enmarrañado.

Livia: ¡Tengo que enseñarte una cosa! - Dijo con gran entusiasmo. Tenía su en su espalda.

Hanna: ¿Qué es?

Livia: Primero, te he traído pan. Lo acaban de hacer, todavía está caliente. - dijo mostrandole una barra de pan. Hanna lo cogió y empezó a comer.

Hanna: ¡Gracias!

Livia: Pero escondelo bien... sino me meteré en un lío con mi padre.

Hanna: Lo tendré bien escondido. Y... ¿Lo segundo?

Livia sonrió ampliamente y de su espalda sacó una espada. Hanna abrió la boca sorprendida.

Hanna: ¿Cómo las has coseguido?

Livia empezó a manejarla como si estuviera luchando.

Livia: Gracias a mi tío Tyrion. Llevo un tiempo insintiendo. Finalmente hoy me la ha dado. El dice que debo olcultarla para que padre y los demás no la vean. - paró de jugar con ella para observarla y pasarla por los barrotes. - Acabo de llegar de entrenar co ella. Puedes cogerla.

Hanna la empuñó y comenzó a realizar los movimientos que su hermanastro Jon le enseñó.

Hanna: Los echo de menos...

Livia: ¿A quienes?

Hanna: A Jon y a Arya.

Livia se mantuvo en silencio por la respuesta de su amiga.

Hanna: Oye... ¿Tú podrías saber dónde se encuentran?

Livia: No lo sé... Podría preguntarle a mi tío... Tengo entendido que el partirá al muro en dos días. Tal vez estén en la guardia de noche.

Hanna: Tal vez...

Livia: Le preguntaré si me dejará ir junto a él.

Hanna: ¿Estás loca? Ese lugar es muy peligroso y frío. Eres demasiado pequeña para ir.

Livia: No me dejarán ir de todas formas. Ni siquiera padre me deja salir de este castillo. - Se encogió de hombros.

Tyrion: ¡Livia! - gritó por los pasillos.

Livia suspiró aliviada, pensaba que era su padre.

Livia: ¿Sí?

Tyrion: Tu padre te reclama.

Livia: ¡Ya voy! - Gritó de vuelta- Bueno... me debo de ir. Mañana nos vemos. Te contaré lo que me dicen Jon y Aria el próximo fin de semana.

Hanna: Adiós. Gracias.

Livia le sonrió y se fue corriendo. Tyrion cogió la espada de Livia, ya que su sobrino venía. Joffrey se paró delante de la pequeña.

Joffrey: ¿Qué le ha pasado a tu vestido? Estás muy sucia, bastarda. - Dijo cogiendole la barbilla y tirandole para atrás el pelo, riéndose - Estás horrible.- La empujó y eso hizo que perdiera el equilibrio y finalmente cayera al suelo. - Das más asco de lo normal, bastarda.

Livia: Me caí.- mintió levantándose.

Jaime: ¡Dile a alguno de los sirvientes que te prepare un baño! ¡Ya!

Juego de tronos: Las herederasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora