~Mi prisionera~

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Ya han pasado diez años desde que Hanna perdió a su familia y  pasó a vivir a una mazmorra  .

Se despertó de nuevo al escuchar unas voces a lo lejos.

Cansada, se fijó en un pequeño rallo de luz que caía de una esquina de la habitación y se acercó a mirarlo.

Cansada, se fijó en un pequeño rallo de luz que caía de una esquina de la habitación y se acercó a mirarlo

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Había un pequeño trozo de papel junto a la piedra a la cual alumbraba La Luz.

Se acercó a la piedra y con intriga cogió el papel y lo leyó.

Hanna, Joffrey va a por ti, cuidado escóndete .

Livia.

Hanna: ¡Oh no!

Andaba desesperada por la celda pensado ideas para impedirlo, pero ya era tarde. Joffrey se encontraba ya casi en la celda.

Hanna se tumbó en la cama y se hizo la dormida.

Joffrey abrió la celda y se sentó junto a ella.

Hanna se volteó a mirarle.

Joffrey: Perdona, ¿te desperté?

Hanna:N..no

Joffrey: Solo quería decirte buenos días, Hanna. Vengo a avisarte que dentro de unos días tu ya serás mi esposa. Nos casaremos.

Hanna: Eso no ocurrirá.

Joffrey: Claro que si bonita. ¿A caso no quieres poder salir de está podrida celda?

Hanna: Casarme contigo no me dará mi libertad. Prefiero podrirme aquí antes que eso.

Joffrey se empezó a reír como loco. De pronto paró y se puso furioso.

Joffrey: ¡Tu serás mi esposa quieras o no!- y la cogió del cuello.

Hanna: ¡He dicho que no! -dijo entrecerrando los ojos.

Joffrey: ¡Lo harás! - apretó fuerte su cuello

Livia: ¡A dicho que no, Joffrey! - apareció de pronto.

Este giró la cabeza y la miró con ira.

Joffrey: ¡Cállate, bastarda! Tú no eres nadie para discutir.

Livia: ¡No permitiré que me vuelvas a llamar así!

Joffrey: ¿O si no qué?- se rió de ella- Aceptalo de una vez, eres solo una bas...

Livia se acercó deprisa a él, lo que hizo que soltara a Hanna y se levantara, y le apropinó una fuerte patada en sus partes bajas y este cayó al suelo retorciéndose de dolor.

Hanna tomó aire y rápidamente se escondió la espada de Jon y el arco a la espalda . Abrazó fuertemente a Livia y ambas empezaron a correr por los pasillos.

Hanna se tambaleaba de un lado a otro, llevaba mucho tiempo sin moverse tanto , y la
Luz del Sol la cegaba por completo. A lo lejos oyó un grito.

Joffrey:¡Corre todo lo que quieras, seguirás siendo mi prisionera!

Juego de tronos: Las herederasWhere stories live. Discover now