Juego de tronos: Las herederas

~segunda parte~

Rey de la Noche: ahora que no nos escucha, quería deciros algo -dijo centrando la atención de todos los caminantes blancos- al anochecer regresaremos a por la otra joven. Esa es la segunda parte del plan del Lord Lannister.

[...]

Jaime Lannister le quitó la daga a Hanna y ella despertó con un grito de dolor a la vez que sangre comenzaba a salir de donde anteriormente estaba la daga.

Hanna: ¡Tú! ¿Qué haces aquí?- intentó apartarse, pero estaba atada en una silla. Sus pies estaban atados y sus manos en el respaldo de la silla.

Jaime: estoy aquí porque he venido por ti. Y sabes porqué.

Hanna: te lo he dicho, no pienso casarme con Joffrey.

Jaime: Sí lo harás, porque eres mi prisionera y lo seguirás siendo siempre, serás nuestra marioneta y todas vuestras riquezas serán de los Lannister.

Hanna: ¿¡Estas loco !? Te equivocas, ya soy libre, no seré tu marioneta, y nuestras riquezas jamás serán tuyas, si yo no lo autorizo no las tendrás en tu poder, y créeme, no pienso autorizarlo- le contestó a la vez que lo miro con desprecio y odio.

Jaime: No te he pedido opinión. ¡Eres mi prisonera y harás lo diga!- le gritó a la vez que que le pegó una bofetada en la mejilla.

Hanna: No por mucho tiempo Jaime- le contesto a la vez que levantaba la cabeza.

Jaime: Que ilusa eres pequeña, en dos semanas te casaras con Joffrey, y sabes una cosa- se acerco a su oído para susurrarle- ni tu ni nadie podrá evitarlo.

Hanna empezó a moverse mucho intentando zafarse de sus ataduras olvidando aquel dolor de su estomago .

Cuando no pudo mas se quedo quieta y agacho la cabeza a la vez que cerraba los ojos. Estaba perdiendo mucha sangre y su estrés no hacia mas que provocar que derramarse mas .

Jaime rió ante aquella imagen y se marchó. Un rato despues y un caminante blanco llegó hasta ella y aprovecho que estaba inconsciente para vendarle el pecho donde estaba la herida.

Ya estaba anocheciendo y Hanna hacia unos minutos había despertado, no tenia fuerzas ni para hablar y con suerte podía medio abrir los ojos. Se encontraba muy débil  y no podía dejar de pensar en el mal estado en que se encontraba su amiga por culpa suya.

Pero por su cabeza no pasaba el rendirse, no dejaría de luchar hasta conseguir justicia, pero Jaime ya lo tenia previsto.

De repente entro junto con el Rey de la Noche y varios caminantes blancos y sonrientes comenzaron a hablarle.

Jaime: Se que si no aceptas el paso de tus riquezas, no serán nuestras, ¿pero quien dice que tengas que ser tu la que aceptes ?

Hanna lo miro confundida.

Hanna: E..es ley que ... sea yo...la ...la que acepte.- dijo con su último suspiro antes de perder todas las fuerzas.

El Rey de la Noche la observó , y tirando de su cabello ceniza hacia atras le levantó la cabeza.

Jaime:una vez haya echo esto , ni podrás evitar hacer lo que yo te diga. Y como estas tan débil, no podrás hacer nada para evitar que tu amiguita muera.-le dijo mirándola fijamente . Se giro y continuo hablando de espaldas- Rey de la Noche, te agradecería que fueras ya a a por la otra niña, ya me ocupo yo de esta.

Hanna:¡No! ¡Di...dijisteis que si me entregaba la dejariais!

Rey De la Noche: Ups...Mentí.- le soltó el pelo y se marcho .

Jaime: Caminantes, ¿Por que no le dais una lección a esta niñata sin modales?

Los caminantes la de ataron y se la llevaron arrastrandola.