Deseo. (Camren G!P)

Capitulo 14

El tercer fin de semana de agosto Camila estaba en el pórtico de la enorme iglesia de Dallas del brazo de su padre.

-hoy estas preciosa, Camila- dijo Alejandro Cabello en voz baja-. ¿Sigues estando segura de que te conviene casarte con Lauren?.

-Si, estoy segura- respondió Camila con firmeza, sonriendole a su padre.

Los ojos chocolates de Alejandro presentaban una expresión solemne al asentir.

-Bien. Has echo un buen negocio. Aunque no sean completamente compatibles, lo que van a ganar lo ccompensara con creces.

En ese momento, la organizadora de la boda se les acerco.

- Camila, señor Cabello, ya es hora.

Empezaron a recorrer la nave de la iglesia acompañados del sonido de trompetas, violines y órganos. Miró al enorme número de invitados y luego a las ocho damas de honor, con Alexa a la cabeza; después, dirigió a la mirada a los testigos de la  novia. Chris estaba al lado de Lauren como padrino de la boda. Cuando sus ojos se encontraron con los de Lauren, se le aceleraron los latidos del corazón. Mas guapa que nunca con el esmoquin, le sonrió.
Sus dudas se habían disipado. Iba a estar casada con Lauren durante un año. Esa noche se marchaban a Nueva York para pasar allí cuatro días y después a París, y se pregunto si los nervios que sentía se debían a la boda o el hecho de que iban a pasar los próximas semanas en Nueva York y París.
Dos semanas con Lauren en viaje de luna de miel. Estaba asombrada de que la enorme iglesia se hubiera llenado con los invitados. Entre las familias deambas y los amigos la boda se les había escapado de las manos.
Su padre se detuvo y, al momento, ella dejó que la áspera mano de Lauren tomara la suya. Al mirar esos ojos verdes sintió cosquillas en los dedos de los pies.
Lauren le sonrió y le guiño un ojo, sumergiendola en un momento especial, exclusivo de ambas.
La ceremonia fue transcurriendo y, por fin, el sacerdote las declaro esposas.
Camila miró a Lauren, que le apretó la mano. A continuación, la sesión de fotografías. Después, fueron al club de campo para el banquete de bodas.
Se desprendió de la cola del vestido y Lauren la tomó en sus brazos para el primer baile.

-cuando volvamos de la gran ciudad te llevaré a ver el rancho que acaban de darme. Quizá comprendas  porque quería quedarmelo.

Camila lo dudaba. En su opinión, solo eran unas tierras con caballo, vacas, establos y cobertizos. Pero no se lo dijo, imaginaba que a Lauren no le importaría lo que pensaba respecto a su casa o al rancho que su padre le había regalado.
Alzó la mirada al rostro de Lauren mientras se movía al compás de la música en la pista de baile.

-¿Crees que parecemos una pareja de enamoradas?.

-Por supuesto- respondió Lauren, y ella sacudió la cabeza.

-Siempre tan optimista. Pero no me importa. Mi familia esta contenta. Incluso Chris parece haber aceptado la situación. Vamos a pasar dos semana en dos ciudades.

-Trafico, ruido.. - le recordó Lauren.

-Restaurantes, museos, tiendas, conciertos, ópera. Gente por todas partes.

-Al menos a las dos nos gustan las costillas y el baile.

-Eso es todo. Lauren, no somos incompatibles y ya está.

Camila bailó con su padre, que parecía contento por ella. Mientras bailaba, vio a Lauren bailando con su madre. Al bailar con sus hermanos, obtuvo de ellos la misma reacción que de su padre: todos pensaban que el trato que había hecho con Lauren era un gran negocio.
No le sorprendió que las familias de ambas parecieran gustarse, tenían mucho en común. La única oveja negra era Lauren.
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