50 cosas que todos hemos sentido

9: Un refugio

Escribo porque quiero, porque las palabras vienen desde mi corazón haciendo caso omiso a lo que mi cerebro les dice, porque no necesito guardármelo. Escribo porque me gusta, porque descubrí en las palabras un refugio. Escribo porque es terapéutico, porque a falta de psicólogos un lápiz y un cuaderno me funcionan. Escribo porque quiero, porque descubrí que las palabras son algo que me apasionan, me llenan el alma, me hacen soñar despierta. Escribo porque me gusta, porque nadie me obliga a hacerlo, porque cuando escribo los problemas se quedan atrás. Entonces sí, escribo porque quiero.