La chica de la biblioteca (Camren)

Capítulo 21

Lauren's. PVO

Casi pierdo a Camila por mis tonterías, no puedo, disimular nada, si bien es cierto, Demi estuvo conmigo, pero solo fue algo pasajero ya que ella me lastimo, traicionó mi confianza, ella a querido regresar conmigo, pero no, eso ya fue.

—Bueno, si, solo quiero que traigan lo que pedí... Si... Todo... También. Y comuniqué a todos que no me molesten okey... Adiós.

Todo listo esta noche será la mejor que nunca a tenido Camila, esta noche haré las cosas bien, y no crean que la traje a un hotel para acostarme con ella, bueno tal vez, no digo no, no la traje para eso, solo quería un poco de privacidad para poder conocerla más y hacer las cosas bien. Llegué con Camila, ella estaba sentada en el sofá.

—Camz ya traerán la cena.

—Bueno, tengo mucha hambre, y estoy cansada.

—Pobrecita me imagino.

Tocaron y fui, era los trabajadores traían mi pedido, eran muchas cosas y comida, traían dos botellas de vino, dos Bandejas de camarones, también dos platos de sushi, una caja de chocolates entre otras cosas.

—Aquí está señorita Lauren, esperamos que sea de su agrado, nos retiramos.

—Gracias.

—Wooow, Lolo ¿por que tanta comida?.

—Es por que tengo hambre y también porque es gratis.

—Es gratis por que eres hija del dueño del hotel — nos echamos a reír ambas, era una sexi tonta.

—Bueno sí, vamos a Cenar.

Nos sentamos y comenzamos a comer, todo estaba delicioso es algo que me encanta de este hotel, su comida es súper deliciosa.

—Que te parece, ¿esta deliciosa?

—Si me encanta, nunca había probado el sushi, esta delicioso.

—Si lo se, es mi comida favorita.

Camila es tan hermosa hasta cuando comer, sus labios son la maravilla del mundo, son tan deseables, no creo soportar, tenerla cerca y no besarle, sus labios son muy adictivos. Luego de comer nos sentamos en sofá, donde ella estada sentada frente a mí, con su copa de vino en mano.

—Okey Camila, comencemos, cuéntame más de ti, todo, quiero saber todo de tu vida.

—Okey pero luego me la cuentas tú, ¿bien?

—Si lo haré..

Tomo un sorbo de vino, suspiro y relamió sus labios, y luego comenzó.

—Me llamó Karla Camila Cabello, nací en Cuba, tengo una hermana que se llama Sofi, ella está enferma, tiene Anemia, mi vida no ha sido muy maravillosa que se diga, mi padre nos abandono cuando Sofi tenía 2 años, él la negó, mi madre al no tener quien le ayudara a mantener a ella y sus hijas, no mudamos a Miami - bebió otro sorbo de su copa y continúo - Mi madre es abogada, no es muy reconocida, pero sale un poco de dinero, mi madre luego de luchar tanto por nosotras, se caso... El hombre, mi padrastro, no era nada confiable... - ella cerró los ojos, fuerte, y suspiro, bebió otro sorbo de vino.

—Camz, si ya no quieres contarme no lo hagas okey.

—No, si quiero, debemos conocernos más.

Se le escaparon algunas lágrimas, y la abrace ahí entendí todo, a veces me pregunto por qué la vida se encarga de cruel y tan difícil con algunas personas, y Camz no fue la excepción.

—Se llamaba Jared, el comenzó como un padre amoroso nos quería, a Sofi y a mí, siempre no regalaba juguetes, todo iba genial, hasta que él cambió... - Camila temblaba, la abrace más fuerte. — Él se convierto en un hombre frío, discutía con mi madre, le pegaba, una noche llegó ebrio, solo estábamos Sofí y yo...

—Camz ya, tranquila bebé, aquí estoy, respira.

—Sofi... Dormía esa noche, todo paso rápido, él entró a mi cuarto, cerró la puerta, yo no entendía que hacía, se quito el cinturón y comenzó a... Me pegaba con su cinturón, luego tomo mis manos... Las amarro con el cinturón... - acaricie su espalda y ella suspiro, se que es difícil para ella..

—Respira Camz, tranquila bebé.

—Él me violo, el muy desgraciado me violo, con tan solo 13 años, lo hizo sin piedad, siempre, todas las noches era lo mismo.

Se echo a llorar, su llanto me destrozaba, no entiendo por qué hay personas tan estúpidas, tan estupidas, que hacen daño, mi pobre Camz, no debía sufrir eso. La abrace fuerte, ella no dejaba de llorar.

—Vamos bebé, saca todo eso, desahógate.

Le bese su frente y me acosté con ella en brazos, en el sofá, ella escondió su cara en mi cuello, yo me encargaré que no vuelva a sufrir, es una promesa.