capítulo 5

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Al día siguiente, las cosas siguieron igual, no cambió casi nada. Sólo el hecho de que ahora Yi Cheng iba a nuestra escuela temporalmente.

Siempre estaba con nosotros, no me incomodaba su presciencia, al contrario, me ayudó mucho con Yan An. Con cosas que aún no conocía de él.

–Yeo One. –me llamó la chica china.

–¿Si?

–¿Conoces a ese chico?–volteé mi mirada hacia donde apuntaba, un chico delgado me observaba atentamente, al notar mi mirada se volteó sonrojado.

–Creo que está en el club de lectura conmigo.–sí, estaba en el club de lectura de la escuela, no era malo, recomendaban buenos libros.

–Lleva rato mirándote.–dijo observando al chico, Jin Hong si mal no recuerdo. No le tomé importancia, pensaba que el chico era un tanto raro. No me di cuenta de que Yan An estaba al tanto de nuestra conversación,  de repente se levantó y caminó hasta el chico.

–¿Podrías dejar de mirar a Yeo One? No le gusta que mocosos se le queden viendo.–me sorprendió el tono hóstil en el que le habló, Yan An no era del tipo de personas que le hablaban mal a alguien, ni aunque estuviera enojado.

–Yo lo-lo siento, no lo volveré a hacer.–se levantó y salió del comedor a paso apresurado.

–Yan An, ¿por qué hiciste eso?–llegó Kino acompañado de Yuto y Woo Seok.–Pobre chico, de por si le cuesta hablar en clase...

–¿Está en su clase? ¡Yan An, le gritaste a un niño!–lo regañó Yi Cheng.

–No le grité, sólo le hablé mal.

–Aún así, lo asustaste. Controla tus celos, por favor.–Yan An se puso rojo y analicé bien las palabras de Yi Cheng, ¡Yan An estaba celoso! Y lo confirmé porqué no volvió a hablar lo que quedaba del receso.

Tal vez debería decirle lo que siento, estaba celoso,  ¿pero qué tal si era de otra manera a la que creía?  Arruinaría nuestra amistad para siempre.

Luego recordé lo que dijo Yi Cheng,  darle tiempo. Me le confesaría y le daría tiempo para pensar.

Al final del día,  cuando nos despedimos de Yi Cheng, quien se quedaría en la biblioteca a hacer un trabajo,  lo invité a ir por un helado,  aceptó encantado.

Lo observaba comer,  como se me había hecho costumbre. Miré sus labios,  ligeramente llenos de helado,  se veían tan besables.

–Yeo One,  si sigues mordiendo tu labio así lo lastimarás, tus labios son muy bonitos como para ser dañados.–Yan An me sacó de mis pensamientos, me puse rojo, me había mordido el labio observando los suyos.

–Yan An, quiero hablar contigo, pero aquí no, vayamos a otro lado.–asintió, nos levantamos y pagamos. Caminamos al parque más cercano.

Nos sentamos en una banca, lo miré y él me miró también,  espectante. Tenía miedo. Nunca antes me le había declarado a alguien, me sorprende que haya tenido novia,  eso sí,  ella hizo todo el trabajo,  ahorrandóme las declaraciones.

Sentirlo era una cosa,  decirlo una muy diferente, al decirlo estás en riesgo del rechazo. Pero también tiene su lado positivo, ser correspondido,  ser querido, sentir el amor.

–Yan An... Yo, te quiero...

–Yo también te quiero, Yeo One.–me interrumpió.

–Pero yo te quiero de otra forma, más que amigos...

–¿De qué manera?

Me armé de valor y suspiré.–Me gustas.

Estaba sorprendido, no esperaba eso.

–¿Hablas en serio?

–Por supuesto, nunca jugaría con algo así.

–Pero te gustan las chicas. ¡Te debería gustar Yi Cheng, no yo! Aunque ella nunca te haría caso porque le gustan las mujeres...

–¿Le gustan las mujeres?

–Shhh, tú calla, no escuchaste nada.

–Bueno, no nos desviemos del tema. –asintió. –¿Tú qué sientes?

–Te quiero. –repitió.–Cuando estoy contigo siento mariposas en mi estómago, eso significa que me gustas,  ¿verdad?–se vió tan inocente al decir eso, sonreí.

–Eso creo.

–Entonces también me gustas, Yeo One.–sonrió.

–¿Puedo... Puedo besarte?–se sorprendió y sus mejillas tomaron un color rojizo pero aún así, asintió. Me acerqué a él y tomé sus mejillas, lo atraje hacia mí.

Junté nuestros labios, los mantuvimos así durante un rato, acostumbrandónos a la cercanía del otro. Después él comenzó a mover sus labios, yo también lo hice.

Disfruté del sabor de sus labios y su inexperiencia al besar. Todo fue mágico, mejor que en mi sueño.

Al separarnos por aire, juntamos nuestras frente regulando nuestra respiración. Abrí los ojos para poder observarlo con los ojos cerrados,  las mejillas sonrojadas y los labios rojos. Sonreí. Abrió sus ojos también y me sonrió.

–Dime que esto no es un sueño. –susurré. Me dio un corto beso.

–No lo es. –ahora yo lo volví a besar.

Definitivamente era mucho mejor que mi sueño.





¡Hola!  He vuelto con un nuevo capítulo, espero y les guste ❤❤

Oh, quiero decirles que voy a actualizar los jueves 😀😀 para no hacerlos esperar tanto.

¿Podrían pasarse por mi historia de Yan An? Se llama Fat and rejected 🙋 en esta si me tardo un poco al actualizar porque no tengo imaginación 😏

¡Gracias por leer,  l@s quiero! 💙💜😘

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