Un día lleno de emociones.

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– Buenos días – dijo la chica antes de ver que Jack la miraba con fijeza. Este sonrió.


– Buenos días, Deina.


– ¿Qué tal la noche?


– Muy buena. Fue una gran noche. ¿Y la tuya?


– Tranquila...


– Eso me alegra... – dijo él antes de enterrar su rostro en el cuello de la chica, haciéndola reír.


– Me estás haciendo cosquillas... – dijo ella entre risas.


– Lo siento, pero, hueles delicioso... – dijo él antes de dejar un leve beso en su garganta, haciéndola estremecerse ante la sensación.


– No... No hagas eso... – dijo con voz ronca.


– ¿Por qué?


– Por qué... Porque... Me pones ansiosa...


– Al menos ahora se que causó más de una reacción en ti... – dijo antes de volver a besar la zona. Deina lo tomo de los hombros y lo hizo caer al suelo, haciendo que la sábana se enredará en sus piernas, haciendo casi imposible el separarse.


>> ¿Qué rayos haces? – preguntó un divertido Jack mientras colocaba sus manos detrás de su cabeza. Deina trato de no sonrojarse.


– Trato de detener tu momento de lujuria...


– No había rastro de lujuria... Solo eres tú con tu mente pervertida...


– No es cierto.


– Claro... – dijo él antes de tomar su barbilla y darle un beso profundo, que hizo que la castaña olvidará por un momento la posición comprometedora en la que estaban. Se dejó llevar por los labios expertos del ojiazul, colocando sus manos en su pecho, para evitar dejarse caer por completo. Jack colocó ambas manos en la cintura de la chica, sin intenciones de ir más lejos. El sonido de la puerta no los hizo separarse, hasta que escucharon una voz sorprendida.


– ¡Oh por Dios! ¿Qué es lo que están viendo mis ojos? – ambos chicos miraron a un Conejo sorprendido. Deina no pudo evitar sonrojarse.


– Yo... Nosotros...


– No tienen nada que explicar. Los dejaré solos – dijo antes de cerrar la puerta. Ambos chicos solo se quedaron estáticos. Sin saber que hacer exactamente.


– ¿Qué crees que vaya a hacer? – preguntó Deina.


– Ir de chismoso. Lo mejor es ir y desmentir los rumores... Apuesto que va a decir que estábamos a punto de procrear a un hijo... – la castaña río, ante la sorpresa del peliblanco.

Fillie de la LuneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora