Confusiones

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Todos llegaron al Taller con rapidez, y Jack no tardo en dejar a la chica en una cama, donde sabia iba a estar más cómoda.

– Dejémosla descansar, así podrá recuperarse más rápido – sugirió Norte. Jack asintió, antes de acariciar la frente de la chica y salir del cuarto.

– Aun sigo sin poder creer que ella este aquí... – dijo Conejo.

"Fue fascinante el ver su regreso. Siendo sincero, pensé que no la volveríamos a ver" – menciono Sandy.

– Pero lo ha hecho, y no voy a dejarla ir de nuevo – dijo Jack con seguridad.

– ¡Chicos! – gritó Elena, llamando su atención – ¡Qué bueno que llegaron! Fui a ver a Deina hace unos momentos ¡y su cuerpo ya no está!

– Tranquila Elena, primero, hay algo que necesitamos contarte...– dijo Norte, colocando una mano en su hombro, y relatándole la sorprendente resurrección de la castaña...

















Deina comenzó a abrir sus ojos de a poco. Se sentía aturdida y mareada, además de tener un dolor constante en su nuca. Se incorporó, notando que estaba boca abajo en una cama. Sus ojos escanearon el lugar, no reconociéndolo al instante. Acaricio el lugar donde punzaba el dolor, mientras se sentaba en la cama. Parpadeo unas pocas veces y se levantó, mientras fruncía el ceño por el dolor. Salió del cuarto, y camino por los pasillos, sin saber aún muy bien a donde dirigirse.

Una sombra la hizo girar de repente, y sin poder evitarlo, solto un grito. El sonido llamo la atenion de los Guardianes y Elena, que sin dudarlo, corrieron hacia el lugar, viendo que Deina se recargaba de la pared, tratando de alejarse de aquella cosa que la asustaba.

– ¡Deina! ¿Qué es lo que sucede? – pregunto Jack, llamando su atención.

– ¡Esa cosa quiere lastimarme! – exclamo ella, cubiriendo con ambas manos su cara.

– ¿Qué? Pero, solo es Phill – menciono Norte, viendo que el Yeti igual estaba confundido.

– ¡No me importa como se llame! ¡Alejenlo de mi! – dijo ella antes de quitar sus manos y mirarlos.

– ¿Qué es lo que sucede contigo? – pregunto Conejo, llamando su atención.

– ¡Esperen un momento! ¿Acaso ese conejo gigante habló? – todos se miraron confundidos, pues no entendían lo que pasaba.

– Deina... ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué llamas asi a Conejo? – pregunto Hada, con cautela.

– ¿Por qué me llaman asi? ¿Quiénes son ustedes?¿Que es lo que estoy haciendo aquí? – pregunto ella. Ahí fue cuando los Guardianes en verdad se confundieron mas.

– Deina, no hagas este tipo de bromas... – dijo Jack.

– ¡No es ninguna maldita broma! ¡Yo no tengo idea de quienes son ustedes! ¡Lo ultimo que se, es que estaba en casa, durmiendo, y aparezco en un lugar que no conozco junto a personas desconocidas! ¡¿Acaso creen que estoy jugando?! – grito ella. Jack dio un paso atrás, conmocionado. ¿Acaso su chica había perdido la memoria?

– Creo que todos necesitamos calmarnos – dijo Elena, con voz suave, acercándose a la chica, que temblaba un poco – ¿Sabes quien soy yo?

– No... aunque tu cara me es familiar...

– Mi nombre es Elena, yo soy tu mejor amiga, y ellos – dijo, señalando a los Guardianes – también lo son. Nadie quiere lastimarte, en serio, solo queremos entender lo que pasa, al igual que tu... – la chica asintió levemente.

Fillie de la LuneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora