Fillie de la Lune

La pelea final.

Deina apretó los labios al ver la cantidad de poder que Pitch tenía, pero, no iba a rendirse tan fácilmente. Aprovecho que el espíritu estaba distraído para ir con los Guardianes.

- ¿Alguien tiene un plan? Porque a mí ya se me secaron las ideas - preguntó ella.

- ¿En verdad eres tú, Deina? - preguntó Jack con ansiedad. Ella sonrió de lado.

- Más real de lo que te imaginas... - inseguro, Jack alargó su mano libre hacia la chica. Ella solo se recargo de su palma, haciéndolo jadear.

- E... En realidad eres tú...

- Se que ahora todos están impactados, pero como dije antes, el efecto del antídoto es algo retardado, por lo que sacaron conclusiones antes de tiempo... Y hablando de eso... - alzó la mano y le dio un golpe en la nuca a Jack.

- ¡Ay! ¿Por qué hiciste eso? - preguntó mientras se sobaba el golpe.

- Eso es por ser tan impulsivo. No es sano que hagas eso, puedes hacer que te maten un día... - el Guardián gruñó, ante la risa de sus compañeros.

- Yo ya me convencí de tu presencia, Deina - mencionó Conejo.

- Eso es bueno, ahora, hay que patearle el culo a Pitch - dijo ella girando la muñeca y abriendo los grilletes de los demás.

- Pudiste haber hecho eso hace media hora - se quejó Conejo.

- Pequeño quejoso... - dijo ella antes de sentir el abrazo de Jack. Se tenso un momento ante la sorpresa, pero, luego le correspondió, sintiendo la frialdad del chico envolverla.

- Gracias por regresar conmigo... - susurro, totalmente agradecido.

- Ya te lo había dicho antes, yo siempre encontraré la manera de regresar a ti... - dijo ella en un susurro. Se separaron un poco, y cuando iban a hacer menos notoria esa distancia, Deina se soltó y lanzó una flecha al ataque de Pitch.

- ¿En serio crees que puedes derrotarme? ¡No eres nadie para detenerme!

- No lo creo Pitch, yo sé que lo lograré, porque confío en mi, y no voy a dejar que el esfuerzo de muchos se vaya al carajo...

›› Así que vete preparando para sufrir la derrota, porque te va a doler... - dijo antes de ver sus manos. Pitch, enojado, le lanzó un enorme ataque de arena negra. La chica cerró los ojos y respiró hondo, antes de colocar sus manos al frente, creando un escudo de fuerza, que se debilitaba de a poco.

- ¡Eres débil, Deina Lune! ¡No puedes defenderte ni a ti misma! ¡Siento tu miedo y angustia! ¡Mejor rindete ahora, y tal vez sea considerado contigo! - gritó Pitch antes de reír.

Deina observo todo como en cámara lenta. Miro a los Guardianes, cansados y preocupados. Helios solo gruñía. Miro a Pitch, que reía histérico. Como un flash, pasaron sus recuerdos con sus padres, sus amigos, los Guardianes. Su familia.

- "Solo debes de creer en ti Deina, y todo será posible..." - dijo una voz en su cabeza. Una lágrima solitaria rodó por su mejilla, mientras bajaba los brazos y él ataque le daba de lleno.

Pitch creyó ganar, pero, una luz plateada lo cegó por un instante. Al abrir los ojos, no podía creer lo que veía. Frente a él, estaba Deina, pero, completamente diferente. Su cabello era plateado y largo. Su piel parecía brillar, y su vestuario estaba decorado con detalles plateados, al igual que unos tatuajes en sus manos. Sus ojos eran grises y profundos, llenos de seguridad y determinación.

Los Guardianes igual la miraban con intriga, pues jamás la habían visto de esa manera.

- Es cierto Pitch, yo sentía miedo, pero, ahora, solo tengo dos posibles opciones...