Recomenzando.

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Los días pasaron, convirtiéndose en dos meses y medio. Deina de a poco recuperaba sus recuerdos, y con ello, el control de sus poderes. Había ocasiones en que lloraba y se culpaba de lo que les había pasado a Vivian y Connor, sus padres adoptivos, pero también, agradecía su sacrificio, pues por ellos ella seguía con vida.

Helios se fue con ella pocas semanas después, lo que le lleno de inmensa alegría. Las cosas entre ella y Jack eran un poco raras, pero no tensas, había en ellos una curiosa complicidad que ninguno pasaba por desapercibido. Jack la notaba un poco diferente, tal vez por los cambios que tuvo. Había veces en que solo la miraba de lejos, mientras platicaba con Elena o alguno de los Guardianes, y cuando ella lo descubría, solo le sonreía.

Tal vez era porque había aceptado su pasado, o porque se había resignado a él. Todos esos eran los pensamientos que pasaban por la mente del Guardián, mientras veía el paisaje en la rama de un árbol. La suave brisa movía su cabello y hacia un poco de calor, lo que indicaba que la primavera estaba cerca.

Tan ensimismado estaba en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que una bola de nieve chocaba en su rostro, tomándolo por sorpresa y haciéndolo caer.

- ¡Carajo! ¡Eso me dolió! - exclamó él. La suave risa de Deina llamó su atención - ¡Deina! ¿Por qué hiciste eso?- preguntó molesto.

- No lances tu furia contra mi, yo estaba hablándote y no me hacías caso, tuve que tomar otras medidas - dijo ella con una sonrisa inocente. El peliblanco sacudió la cabeza mientras se levantaba.

- Ya has llamado mi atención, ¿qué sucede?

- Solo quería hablar contigo - dijo Deina sentándose en un tronco. Jack se colocó a su lado.

- ¿Sobre qué?

- Primero, prométeme que va a ser totalmente sincero - dijo ella con voz autoritaria.

- Claro, Jefa - dijo en tono burlón.

- ¡Hablo en serio!

- Yo igual - la castaña rodó los ojos, ya acostumbrada a la personalidad juguetona del chico.

- Hace algunos días, tuve un recuerdo... eso creo... me parece fue antes de que Pitch me atacará... - comenzó ella - Estaba hablando contigo acerca de que yo jamás iba a dejarte, y si por alguna razón nos separamos, yo siempre buscaría la manera de regresar a ti...

- Si, recuerdo ese día... Estábamos pasando el día juntos, y tú me dijiste eso... Fue casi como si ya supieras lo que iba a pasarte... - ella ladeó la cabeza.

- Supongo que así se escuchaba... pero yo... soy consiente de que había algo que quería decirte ese día, y creo te lo dije, pero, no supiste captarlo... - dijo ella con una risa nerviosa.

- ¿Qué? ¿Cómo es eso? - preguntó confundido.

- Si mal no recuerdo, creo haberte dicho que lo que había pasado no fue tu culpa, que sabía me protegerías porque me amabas, y que yo haría lo mismo por ti por las mismas razones...

- Si, algo así dijiste... - dijo perdido en pensamientos. Deina lo miró de solsayo, para luego echarse a reír.

- Veo que aún no juntas las piezas...

- ¿Eh?

- ¡Vamos Jack! ¿Qué tan difícil es suponer que te estaba declarando mi amor ahí mismo? - dijo ella divertida, aunque estaba muy nerviosa. Jack solo se quedó de piedra.

- Eh... yo... yo... no...

- Eres un asco en las adivinanzas...

- Lo siento, yo solo... no sé qué decir...

- ¡Jack, por favor! - término ella por explotar - Se que estos meses han sido difíciles, perdí mis recuerdos y tuviste que ayudarme a recuperarlos. Piensas que algo ha cambiado en mi, y si, así fue, algo cambio...

›› He aceptado quién fui y quién soy. He aceptado que soy Selene y Deina, y que ambas son la misma persona, que ambas soy yo. He entendido el porqué mi padre me envió aquí, y acepto eso, y ahora, solo me queda hacer una cosa: disfrutar mi vida.

›› Quiero disfrutar mi vida con mi familia, con mis amigos, con la persona que amo... Yo te amo Jack, te amo desde hace mucho, solo que no se porque tarde tanto en decírtelo... No espera, si lo sé. Tenía miedo de amar. Tenía miedo de amar y joder el sentimiento, de echarlo a perder, pero ahora soy consiente de que todo puede perderse en un parpadeo. Quiero aprovechar cada momento que la vida me de, así que ahora te pregunto... ¿Quieres ser mi novio, Jack Frost? - el ojiazul se quedó estático. Nunca pensó en que Deina le declararía así su amor.

Las mejillas de la chica estabas sonrojadas, lo que señalaba que estaba muy avergonzada. Sonrió ante su reacción.

- Me gusta ver qué ahora saques toda esa personalidad explosiva...

- ¿Eso es todo lo que vas a decir? - preguntó ella con una ceja arqueada.

- No, también quería decirte que fue una de las proposiciones amorosas más agresivas y románticas que he visto en mi larga vida - eso hizo sonrojar más a la chica, que desvío la mirada.

- Trate de ser original...

- Si que lo fuiste, novia...

- ¿Qué? - preguntó ella, encarandolo.

- Creo que me escuchaste, novia... - dijo remarcando la última palabra.

- ¿Eso es un si?

- ¡Claro! ¿Acaso crees que te rechazaría? ¿Qué rechazaría a la chica que amo?

- ¡Si! ¡Te dije que iba a decir que si! - gritó ella llena de emoción señalando un arbusto. Jack se sorprendió de ver a los Guardianes, Elena y Helios salir de ahí.

- ¿Acaso nos están espiando? - preguntó curioso.

- Queríamos ver si Conejo ganaba la apuesta... - dijo Elena, mirando al mencionado con los ojos entrecerrados.

- Y gané. Espero su pago más tarde - dijo él victorioso.

- ¡Todos ustedes están locos! - dijo Deina entre risas.

- No, el loco es tu novio - dijo Helios. La risa de Deina murió antes de sentir los fríos labios del Guardián en los suyos. Gustosa le correspondió, ignorando el bullicio de quién consideraba su familia.

Sentía que al fin era feliz, pues se encontraba rodeaba de personas que la querían y aceptaban como era, justo como Vivian y Connor lo hicieran en vida. Al separarse y ver los ojos del Guardián, sabía que esa era la mirada que quería recordar siempre: amor absoluto en ellos. Quería estar con él por siempre. Probablemente no iba a ser siempre miel sobre hojuelas, pero, sabía que podían superar lo que sea, siempre que tuviera a su familia a su lado, sin importar que tan grande fuera este...











¡Final, señoritas y chicos! ¡Este es el final! ¿Quién está llorando internamente?

Cómo estaba algo aburrida y no sabía que carajo hacer, vine y escribí esta parte, y ya solo falta el epílogo, que ya está escrito. Me duele  como la mierda mis dedos, pero, todo sea por verlos felices.

Llenaré de más palabras melosas en los agradecimientos, así que por ahora, me retiro, pues dejaré que mi celular se termine de cargar.

Espero les guste este antepenúltimo capítulo, y estén atentos al epílogo, les tengo una sorpresa ahí...

Los quiere y los hace llorar...

Dan M Frost

Fillie de la LuneWhere stories live. Discover now