Quédate Conmigo #4. Dame una oportunidad. (Completa) Wattys 2020

Buena noticia

Rogelio.

Lo ha hecho de nuevo, me ha mentido una vez más. Cuando pensé que ya había descubierto todas sus mentiras, me topo con que no se nada. Se ha estado viendo con mi familia, la muy mentirosa, ha ido a ver a mi madre y hermano. Rigo, lo ha dicho todo con la visita de hoy, el jamás vendría a verme hasta mis dominios, lo hizo por ella.

Ahora que recordaba a Vicky, eran vagos los recuerdos, yo no solía pasar tiempo con ella, no en cuanto su hermana me hizo caso y termine dándole mi mundo. Vicky era una niña rara de la que se quejaba Marcí, era la niña-niño, que nadie quería estar con ella, porque era una salvaje. Mis hermanos la protegían, sobre todo Rodrigo, no la dejaba a solas para nada. ¿Cómo había olvidado a la niña que había robado el corazón de mi hermano pequeño?

Aunque tenía que darme crédito, todo el tiempo había sabido que la conocía, que esos ojos azules eran difíciles de olvidar, pero simplemente estaba buscando la forma de hacerla enojar que no me importo en realidad quien era, de hecho había alargado el misterio, para mantener mi interés, pero simplemente, un día su mirada, hizo click con mis recuerdos, y fue ahí, cuando la vi, a esa tremenda niña de cabello dorado, tierra en los pantalones, despeinada, quejumbrosa, la niña que no lloraba porque uno de nosotros fue algo tosco con ella, esa mujercita que corría detrás de mis hermanos y los volvía locos. ¿Cómo la había olvidado?

Me senté un momento para tranquilizarme e intentar que los recuerdos me llenaran, habían sido años de intentar olvidar mi pasado, años que había mantenido a Rodrigo fuera de mis pensamientos, y ahora venía a encontrarme con la niña que le robo el corazón, de esa Marbella de la que tanto hablaba hasta quedarse dormido.

-¿Qué dirías si supieras que se convirtió en toda una mentirosa? Tu Marbella, Rodrigo, es peligrosa... pero muy hermosa, tenías razón, ella es demasiado para un Lara.- suspire y me reí de mi comentario, era la primera vez en años, que hablaba con el fantasma de mi hermano y el recuerdo era agradable, nada que me hiciera sentir mal conmigo mismo o con mi familia.

Mi celular suena, sacándome de mi momento de paz interior. Resople y me apresuro a contestar.

-¿Diga?

- Él la está engañando.- me levanto de un salto y me sorprendo del enojo que irradia la voz de Yamileth.

- ¿De qué hablas?

- ¡Alejandro está engañando a mi hermana! ¡El muy cerdo!- sonrío ampliamente.

- ¿Cómo lo sabes? ¿Qué ha pasado?

- Lo escuche, estaba hablando con una mujer en el celular, le dijo algo como esto, "Lo que tú quieras para mi está bien, confió en ti y sé que sabes lo que quiero" "Te veré este noche, estaré ansioso de que me lo muestres todo" "Solo recuerda que nadie debe de saber y que debemos de ser prudentes"... ¿puedes creerlo? ¡Esas fueron sus palabras! ¡Estaba escondido en un armario, para que Cristina no lo escuchara!- respiro hondo.

- ¿Estas segura?

- Claro que lo estoy.

- Significa que tengo mucho que averiguar, tengo que saber con quién se verá, no te preocupes, estaré al pendiente de sus próximas salidas, si engaña a Cristina, tú y yo, le daremos las pruebas que lo confirme.

- Hazlo, yo sabía que Alejandro no iba a cambiar, pobre de mi hermana, no sé qué va a pasar con ella.

- Tranquila, Cristina es fuerte.

- Ella creía que Alejandro había cambiado, que es un hombre correcto, pero yo sabía que los hombres no cambian y siempre regresan a sus andadas.

- Si, yo también lo sé. Adiós, Yamileth, mantenme informado.- cuelgo, porque tengo mucho que hacer, antes de averiguar quién es la mujer con la que sale Alejandro.