Quédate Conmigo #4. Dame una oportunidad. (Completa) Wattys 2020

Tercera mentira... sal de mi vida

Rogelio.

Cuando regrese a México, aún me corría ácido por las venas. Estaba tan enojado, tan furioso con todos, pero sobre todo con Vicky, había estado pensando mucho en todo lo que paso entre nosotros, lo sorprendente que fue estar con ella en ese hotel, tenerla entre mis brazos, pero eso, solo fue un error, uno que me lastimaba.

Ella seguía mintiendo, se metía en mis asuntos como si fueran de ella, quería arreglar algo que no tenía forma de hacerlo, pero era terca, quería estar en todo, odiaba eso, quería ahorcarla...

No podía pasar ni un segundo más en mi departamento, por lo tanto, decidí ir a trabajar, no quería saber de nadie más, no quería escuchar más mentiras, solo quería enfocarme en mi trabajo. Estaba casi seguro, que me tendría que encontrar a Vicky en algún momento del día, ella también ya debió de haber regresado el día anterior, no habíamos hablando para nada, ni un mensaje o llamada, ella es orgullosa.

Cuando llego a la empresa, la gente parece tener una sonrisa para recibirme, los ignoro, lo único que quiero es encerrarme en mi oficina y no escuchar ni una sola palabra. Pero cuando creo que ya estoy a punto de llegar a mi lugar preferido, me encuentro con toda una manada. Cristina y todos los que la siguen están en mi sala de espera. Angus es el primero en levantarse y caminar hacia a mí, me toma del brazo.

-Tenemos que hablar- parece tan serio, que mi primera impresión es que algo malo paso, miro a Cristina, pero ella parece estar furiosa.

- ¿Qué ocurre?- Jane, quien es la única que me está dando la espalda y esta cruzada de brazos es la primera en hablar.

- Ayer hable con Vicky, no dejaba de llorar, me dijo que tuvieron una discusión.- trago saliva.

- ¿Así que los mando a ustedes? ¿Para qué?- creo escuchar gruñir a Cristina.

- Te estas comportando como un niño, desde hace mucho que lo haces, eres un inmaduro, ya estás muy grande para esto. Quieres a Vicky, la mayoría de nosotros sabemos que tuvieron algo que ver en este viaje, ya hay fotos en el periódico de ustedes besándose.- abro la boca cuando escucho eso.- El ultimo jefe soltero de Amber, por fin le toco el amor, ese el titulo.- resoplo, no podía creer que eso estuviera sucediendo, en ningún momento me di cuenta que nos estaban siguiendo, claramente, ese día estaba algo tomado.

- Eso no importa, es una mentira. Ahora tengo que trabajar, aunque sigo sin entender que hacen aquí.

- Ella es parte de la manada- dice Aarón- No dejaremos a Vicky, menos en este momento, solo veníamos a decirte eso. – me sorprende como es que todos miran a Aarón y asienten.

- Esto es tan divertido- me rio de ellos y vuelvo a intentar pasar a mi oficina, pero Angus me detiene.

- Tenemos que hablar.- levanto una ceja.

- ¿Es en serio? ¿Tu también perteneces a la manada?- Angus asiente, mira a Yamileth quien tiene una enorme sonrisa, comienzo a odiar esta situación.

- No es eso de lo que quiero hablar contigo, vamos a tu oficina.- miro de nuevo a todos, Cristina aun me mira con coraje, ni siquiera sabe lo que sucedió y me está juzgando.

Angus entra detrás de mí, cierra la puerta de un golpe, al parecer no soy el único que está furioso. Aviento mi maletín en el escritorio sin importarme romper cualquier cosa, me siento en mi silla y espero a que Angus hable, pero él me está mirando de una extraña forma.

-Lo siento- dice y eso me desconcierta, estoy por decirle que no entiendo de que habla, cuando sigue hablando muy rápido, que me cuesta llevarle el paso- Yo contrate a Vicky para que te vigilara, estábamos teniendo muchas quejas de ti, decían que estabas encerrado en tu oficina, que no salías, que tratabas a los empleados como nada, habían muchas renuncias por tu trato, eran demasiadas las quejas que habían, no podía seguir... no podías seguir así- bajo la mirada, este si fue el último golpe, se siente como si me apretaran con fuerza el cuello, asfixiándome.- Lamento que Vicky te lo haya dicho, no tienes por qué estar enojado con ella, cuando llego aquí...