C. 10

26.2K 1.5K 96
                                    

Narra Paulina

Me desperté gracias a Francisco que me estaba besando el cuello, y pues si, dormimos juntos, solo dormimos.

Buenos días mi Luna- dijo depositando un ultimo beso en mi cuello.

Buenos días Fran- dije sonriendo.

Vamos por el desayuno- dije levantándome de la cama pero unas manos me detuvieron.

Quiero que tu seas mi desayuno- dijo empezando a besar nuevamente el área de mi cuello para luego subir a mi boca, se sentía super excitante, me estaba muriendo de deseo.

Vamos Fran- dije deteniéndolo, no sabia como terminaría si sigo con este peligroso juego.

Esta bien pero para la próxima no te salvas- dijo dándome una nalgada, solté un gemido algo provocativo, Francisco me miro con cara de Psicópata rápidamente corrí al baño, Francisco me quería comer.

Abre la puerta cariño, no haré nada malo- dijo riendo.

Ya Francisco, por el amor a Dios- dije también riendo.

Esta bien, te espero abajo- dijo, no escuche nada mas, me bañe y me puse una ropa cómoda, consistía en un pantalón corto una blusa de tirantes en color negro y unas medias hasta por debajo de la rodilla, deje mi pelo suelto y salí de la habitación, baje las escaleras y entre a la cocina, estaban las chicas del servicio preparando el desayuno.

Buenos días Luna, en unos minutos el desayuno estará listo- dijo una chica como de unos 19 años.

Esta bien, no te preocupes- le dije, no me miraba a la cara, mantenía su mirada en el suelo.

Mírame- le dije.

Lo siento señorita pero eso esta prohibido por el señor Francisco- dijo.

No me importa, el no esta aquí, y he dicho que me mires- dije algo seria, la chica levanto la mirada, tenia los ojos color miel.

Me alegra poderte ver a la cara, llámame Paulina, cuando este Francisco solo llama señorita pero mientras el no este me puedes decir Paulina o Pau- dije sonriendo le.

Gracias Pau- dijo y se fue, era una chica super dulce, lo se y lo presiento, en cambio yo puedo parecer dura y ruda pero creo que eso ya no va conmigo, desde que vivo con Francisco todo a cambiado, ya no soy la misma de antes, antes no creía en el amor o en los cuentos de hadas, ahora que se que estoy aquí y puedo ver que todo eso existe me asombra.

Camine hasta el comedor, donde se encontraba Dylan y Francisco jugando a los pulgares

¿No han disfrutado su niñes?- le pregunte sentándome al su lado.

Francisco me miro confundido.

Por favor amor, estamos empezando el día, quiero estar feliz- dijo volviendo al juego.

Y hablando de día, en unos días sera la coronación de Francisco, sus padres vendrán el día de la ceremonia- dijo Dylan jugando con Francisco pero hablando conmigo.

Me tense de momento, eso si era un problema para mi, nunca en mi vida pensé ser presentada como novia de algún chico, no se como hablar o como expresarme.

¿Como?- fue lo único que pude decir, Francisco me miro de repente asiendo que Dylan ganara la partida.

¡¡TE GANE!!- grito por toda la habitación.

Lo siento, es que ya sabes, los nervios- dije, las chicas del servicio trajeron el desayuno y luego se fueron.

Se que te amaran como yo te amo a ti- dijo besando mis nudillos, eso me tranquiliza un poco.

Pero ¿que tal si no les agrado? o piensan que no soy buena mujer para Francisco- pensé.

No pasara tal cosa, ellos te amaran- dijo Francisco y por un momento olvide que el puede leer mis pensamientos.

Lo siento, es inevitable escuchar lo que piensa esa loca cabecita- dijo arrugando su nariz, por debajo de la mesa pase mi pie suavemente por su entrepierna acariciando a su amigo, se erizo y se acomodo en su asiento, se veía tan gracioso.

Paulina, ya tengo mi plan echo, en la noche podrás hablar con mi mate- dijo Dylan sonriendo como bobo.

Ya se te paso la fiebre que tenia Francisco- dije bromeando.

Oye- dijo asiéndose el ofendido.

¿Que?- le pregunte riendo.

(En la noche)

Dylan ya había traído a la chica, no es fea, es mas alta que yo, el muy torpe de Dylan le dio a oler cloroformo, idiota.

Por favor Paulina, cuando despierte habla con ella- dijo nervioso, solo reí, parecía un idiota rogando por amor.

Esta bien pequeño idiota- le dije riendo.

Dylan solo me fulmino con la mirada y se fue de la sala, unos minutos después escuche golpes, supuse que era la chica de Dylan, subí las escaleras y Francisco estaba con Dylan frente a su habitación.

Por favor- dijo nervioso, puse mis ojos en blanco y entre a la habitación, la chica me miraba desconcertada.

Hola- le dije.

¿Que hago aquí? tengo clase de piano- dijo, en ese momento me llegaron recuerdos de mi niñez.

No te preocupes, no te harán nada, el chico que te trajo aquí quiere hablar contigo- dije sentándome en la cama.

Lo matare- dijo tomando una almohada de la cama.

Por el amor a Dios, por lo menos escucharlo ¿si?- dije ya un poco desesperada.

Esto es un maldito secuestro, me quiero ir a mi casa- dijo corriendo a la puerta, en ese momento recordé que así mismo estaba yo cuando llegue a esta casa.

En ese momento entro Dylan con Francisco detrás de el.

Me quiero ir de aquí- dijo la chica sentándose en la cama.

Bueno, nosotros los dejamos- dijo Francisco tomando mi mano.

Dylan nos miro por ultima vez, espero que este pequeño idiota sea feliz con ella.

Mi Mate, Mi LunaOnde histórias criam vida. Descubra agora