C. 27

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Narra Paulina

Ya ha pasado una semana, me encuentro con Lisa en la sala.

Los chicos están trabajando mucho últimamente- dije, Francisco sale en la mañana, regresa para almorzar y se va para volver en la noche.

Si, Dylan esta igual, se baña y se acuesta a dormir- dijo mi amiga.

En ese momento llegaron los chicos para almorzar.

Hola amor- dijo Fran caminando hacia mi para darme un beso.

Hola mi vida, ven, vamos a comer- le dije mientras lo tomaba de la mano para entrar al comedor.

Entramos al comedor y sirvieron el almuerzo, todos estábamos en silencio, era raro, siempre tenían algo de que hablar, pero ni modo, cuando terminamos de almorzar se fueron nuevamente al trabajo.

¿Ves? esto va de mal en peor- dijo Lisa dejándose caer en el sofá.

Algo esta pasando y lo averiguare- dije, subí las escaleras, me puse mi chaqueta de cuero, salí de mi habitación y baje, hay esta Lisa poniéndose unas tenis.

Iré contigo, no me quiero quedar sola- dijo poniéndose de pie, abrí la puerta de la entrada y salimos, no habían tantas personas afuera, algunos guardias y una que otras chicas hablando, empezamos a caminar, según ellos estaban en una nueva construcción, unas nuevas casas en la manada.

Cuando vi a Francisco, debajo del sol y sin camisa me quería morir, la ligera capa de sudor cubría toda su espalda y pecho, sus brazos brillaban por el sudo y su frente igual.

Iré por unas botellas de agua- dijo Lisa corriendo a la casa, me quede en mi sitio, quería esperar a Lisa para ir juntas.

Después de unos minutos llego con unas botellas de agua y unas manzanas, tome una manzana y una botella de agua para Fran, empezamos a caminar y cuando estaba lo mas cerca de el lo llame.

¿Amor que haces aquí?- dijo dejando su martillo en el suelo.

Quería saber como estabas- dije dándole lo que tenia en las manos.

Estoy bien gracias a que te tengo aquí- dijo dándome un beso.

No sabes cuanto extrañe que me dijeras que me extrañabas- le dije dándole un abrazo.

¿No te molesta que este sudado?- pregunto.

No, si eres tu no- le dije sonriendo.

Uno de los trabajadores nos trajo unas sillas y una pequeña carpa para protegernos del sol, el ambiente del bosque me gusta, todo es tranquilo, no como en Nueva York, las calles siempre están habitadas, de día como de noche. 

Mi hombre trabajando, durmiendo o enojado se ve jodidamente sexy, solo su pantalón de mezclilla y sus botas lo hacen mas atractivo, pero solo para mi.

Después de unas horas, el sol empezó a caer, Lisa ya estaba por dormirse en la silla así que Dylan la cargo y se la llevo a la casa.

Vamos, ya se esta haciendo tarde- dijo tomando mi mano.

No, yo quiero estar contigo- dije.

Ya termine, desde mañana estaré en mi despacho- dijo cargándome en sus brazos, eso me alegra, no saldrá de casa, estará en el mismo lugar, no estará tan lejos de mi, pase mis manos por su nuca y apoye mi cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su corazon agitado.

Fuimos a la habitación y Francisco fue el primero en bañarse, insistí en que yo fuera la primera pero como siempre Francisco gano, entro y luego de unos 20 minutos salio, tome la toalla y entre, me despoje de la ropa, me bañe y luego salí del baño, vi a un Francisco tirado en la cama, mirando al techo, estaba en busca de mi ropa, de momento sentí el pecho de Fran en mi espalda, tomo mi pelo y lo paso a mi hombro izquierdo, beso su marca asiéndome delirar por lo tan bien que se sentía.

Me gire en mis talones y lo mire a los ojos, estaba decidida, si pasaba hoy seria uno de mis mejores momentos, tomo mi rostro con sus manos y beso mis labios, el beso estaba lleno de pasión y mucho amor, bajo una de sus manos a mi cintura y luego a mi trasero para apretarlo, haciéndome gemir, en ese momento me cargo obligándome a enrollar mis piernas en su cintura, empezó a caminar hasta la cama pero sin romper el beso.

Te amo mi reina- dijo entre el beso.

Quiero ser tuya- le dije mirándolo, mis mejillas se tiñeron de un rojo intenso al ver su sonrisa, siguió besándome hasta llegar a la cama, me acostó delicadamente sin lastimarme y se puso encima de mi sin dejar caer todo su peso en mi. 

Empezó a acariciar mis piernas y mi espalda, poco a poco iba quitando la toalla dejándome desnuda ante el, la vergüenza se poso en mi, estaba nerviosa, no sabia si le gustaría mi cuerpo desnudo.

Eres jodidamente hermosa- dijo contemplando cada curva de mi cuerpo, al escuchar esas palabras me relaje un poco, le gusto en todos los sentidos y eso es bueno. 

Bajo a mi cuello y luego a mis pecho, los empezó a lamer, empezó a dar pequeñas mordidas a mis pezones haciéndome arquear mi espalda.

¡¡Aaah!!- gemí, estaba nerviosa, no sabia que hacer, era mi primera vez.

Tranquila, todo estará bien- dijo besándome.

¿Me va a doler?- le pregunte, esa era mi mayor duda.

Al principio un poco, pero si me das la oportunidad te prometo ser cuidadoso- dijo mirándome a los ojos.

Esta bien- dije, este momento tenia que llegar en cualquier momento de mi vida, bajo su mano a mi zona y empezó a mas ajear mi clítoris lentamente y luego metió un dedo en mi, no sentí dolor alguno pero luego metió el segundo dedo y hay fue que sentí un poco de presión aya abajo, empezó a mover los dedos de adentro hacia afuera.

¡¡Fran!!- gemí su nombre.

Eso es mi Luna, dilo de nuevo- me dijo al oído.

Por favor Fran, vamos- dije, quería que terminara con esta tortura, ya estaba lo suficientemente excitada como para seguir su juego. 

Se quito su bóxer y dejo al descubierto a su GRAN amigo, lo mire con los ojos mas abiertos que un búho.

Esta comprobado, me va a doler y morire- dije dejándome caer en la cama, ya que me levante para mirarlo.

Mi Luna, te prometo que estarás bien- dijo, lo pensé unos segundos y asentí.

¿Estas segura? no quiero que te arrepientas de este momento- dijo mirándome.

No amor, no me arrepentiré, siempre lo recordare por que lo hice contigo, a la persona que amo- dije besándolo, empezamos a besarnos y Francisco aprovecho que estaba distraída para empezar a entrar en mi lentamente para no lastimarme mucho, eche mi cabeza para atrás y cerré mis ojos lo mas fuerte que pude, me duele mucho, levante la mirada y me encontré con los hermosos ojos de Francisco.

¿Quieres que pare?- me pregunto ya preocupado.

Negué con la cabeza, siguió entrando en mi hasta llegar al fondo, se quedo quieto para poder acostumbrarme al tamaño de su miembro. 

Después de unos segundo le dije que se moviera y así lo hizo, primero fue suave para que el dolor disminuyera, luego empezó a embestirme rápidamente haciéndome olvidar el dolor que en algún momento sentí.

Gemía sin control alguno, no me importaba que todos en la casa nos escucharan, solo se que este es el mejor momento de mi vida. 

¡¡Francis..!!- me corrí y segundos después se corrió dentro de mi.

Eres maravillosa- dijo besando mi cabeza.

Gracias- dije abrazándolo.

¿Estas lista para la próxima ronda?- pregunto picaramente.

Cállate- dije apenada, tome una almohada y se la pegue en la cara.

Vamos a dormir, estoy super cansada, un hombre muy sexy y apuesto me ha dejado sin energía- dije, escuche una pequeña risa de su parte y cerré mis ojos quedando dormida en sus brazos.

Hola bellezas, espero que este capitulo les hayas gustado, no soy buena en este tipo de escenas pero hice mi intento, les mando un besos😘😘 desde mi cuarto.

Mi Mate, Mi LunaWhere stories live. Discover now