C. 38

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Narra Paulina

Estaba en el gym ejercitando mis músculos, Lisa estaba conmigo, Jensen estaba con su padre en el entrenamiento.

Dicen que llegó una chica nueva- dijo Lisa quitándose los auriculares.

¿O si? ¿Y como se llama?- dije sin importancia.

Charlotte, es de la quinta manada- dijo caminando hacia su botella de agua.

Ese nombre me inquieto mucho, presiento que traerá problemas a la manada.

Ignore todos mis pensamientos y seguí alzando pesas, siento que desde que di a luz mi cuerpo no es el mismo, me siento gorda y créanme nunca me había importado pero ahora, que Francisco está aqui, conmigo necesito ver que sigo siendo perfecta para el.

Cuando termine de hacer mis ejercicios, salí del gym, a lo lejos pude ver a Francisco y a los guerrero hacer sus rutinas de ejercicios, empece a caminar hacia ellos y mientras mas me acercaba podía ver a una mujer, cabello negro y rizo, de mi estatura, caderas anchas, en fin, tenia un buen cuerpo.

Me acerque a Fran y lo abrace.

Hola amor- dije besando su mejilla.

Hola- dijo mirando a la chica que estaba haciendo la rutina, lo mire a el y luego a ella, desvié mi mirada a el y luego a ella.

¿Quien es ella?- dije cruzándome de brazos.

Ella se llama Charlotte- dijo, la chica me mira y camino hasta quedar frente a mi.

Hola reina Paulina, soy Charlotte, soy de la quinta manada, mi alfa me mando para su protección- dijo, mire a Francisco y luego a ella para luego volverlo a mirar.

¿Que?- dije sin entender.

Mi reina, con lo que paso la otra vez no quiero perderte, así que te asignare a Charlotte una de las mejore guerreras de la quinta manada- dijo.

Estas loco si piensas que aceptare eso- dije cruzándome de brazos.

Lo lamento pero no pedí tu opinión- dijo serio, si mi mandíbula no estuviera pegada a mi cabeza seguro estaría en el suelo, nunca me había hablado así.

Tome mi vergüenza y me fui de ese lugar, ¿como se atreve a hablarme de esa manera? Jensen empezó a llorar cuando Charlotte lo tomo en brazos, me gire y camine hacia ella.

Es mi hijo así que se ira conmigo- dije quitándose lo de las manos.

Empece a caminar, Francisco nunca fue así conmigo ¿porque de momento cambio de actitud? entre a la casa y fui a la sala, deje a mi pequeño en es suelo y le entregue unos carritos para que jugara, apoye mis rodillas en el mueble mientras miraba por la ventana, todos hacían sus ejercicios mientras que Francisco y Charlotte hablaban y reían.

(Una semana después)

Una semana, una semana de no hablar con Francisco, se a vuelto mas frió que de costumbre, ya no me mira, ya deje de ser la chica de sus ojos, la mujer a la que alguna vez el amo, ya deje de ser la chica perfecta para el, ya no aguanto mas que estemos en la misma casa pero que no me hable ni me mire.

No se que a pasado o en que falle, ya no dormimos juntos, pasa mas tiempo con Charlotte que conmigo, por eso he tomado la decisión de irme, irme para siempre de su vida, así podrá ser libre, para estar con ella, tener hijos y que sea feliz.

Sabia que no le gustaba mi cuerpo, cada vez que me mira al espejo de cuerpo completo me da asco verme, he subido unas libras de mas pero no he cambiado, soy la misma.

Es de madrugada, Francisco esta durmiendo en su habitación, todo esta listo, mi maleta y la de Jensen, me iré a vivir muy lejos de aquí, tome un papel y empece a escribir.

Francisco, tal vez no fui la mejor de las mujeres, y que no soy lo suficiente para ti pero cambie gracias a ti, nunca creí en el amor y tu lograste que creyera en el, por eso hoy te libero de mi, quiero que seas feliz, quiero que cuando despierte me hayas olvidado al igual que a Jensen, que tan solo sea un sueño y que nunca mas me recuerdes, el amor que sentí por ti fue verdadero y sincero pero al parecer eso no fue suficiente, espero que Charlotte te haga feliz, algo que yo nunca pude hacer, te amo, Paulina.

Leí una y otra vez la carta, las lagrimas bajaban por mis mejillas, no quería dejarlo iré pero no podía echarme para atrás, ya tome una decisión y no desistiré, salí de la habitación de invitados y camine hasta la habitación de Francisco.

Pase la carta por la parte de abajo de la puerta y me devolví a la habitación, tome las maletas y baje las escaleras para meter todo en el auto, me habría gustado irme en mi querida moto pero mejor la dejare aquí, subí nuevamente por mi pequeño.

Baje con mi pequeño y lo monte en la parte de atrás del auto.

Ma, ma- dije mi pequeño.

Todo estar bien Jen- dije pasando mi mano por su cabello, cerré la puerta y me monte en mi lugar, le eche un vistazo a la enorme casa para luego salir de ese lugar.

Hola mis amores, ya ahí una tercer vídeo en el canal, vayan a verlo.

Besos.

Mi Mate, Mi LunaWhere stories live. Discover now