Mi nombre es Paulina, tengo 17 años y participo en carreras clandestinas, no me gustan los colores vivos, prefiero el negro y gris, no tengo familia, mis padres murieron en un accidente que hasta el día de hoy me culpo por lo sucedido. No creo en el...
El vuelo fue muy cansado, Jensen se quedó dormido todo el viaje, y yo, me la pasé llorando y recordando los momentos que pase a su lado, recordando el por qué era tan feliz con el.
Todo estaba tan bien, no sé qué pasó, pero nada, tome las maletas, como pude las arrastre hasta salir del aeropuerto, me senté en un banco para esperar a un taxista, no se en donde me alojare.
Minutos después de estar sentada, buscar en mi celular un hotel aquí en Michigan, fui interrumpida por un chico.
Hola- escuche, levante la mirada encontrándome con un chico de pelo negro.
Hola- dije tomando a mi bebe en brazos.
¿Como te llamas?- me pregunto.
Paulina- dije.
Mi nombre es Jos, soy taxista, ¿a donde iras?- me pregunto sentándose a mi lado.
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Quiero ir a un hotel o a una posada- dije guardando mi celular ya que entro una llamada de Fran.
Muy bien, conozco cada esquina de Michigan, yo te puedo llevar a una posada, te aseguro que la señora encargada del lugar te amara mucho- dijo tomando mi maleta.
Me levante con Jensen en manos y tome la maleta de mi bebe, camine detrás de el y le entregue la maleta de mi hijo para que la pusiera junto a la mía en la cajuela del auto.
¿El niño es tuyo?- me pregunto abriéndome la puerta del vehículo.
Si, su nombre es Jensen- dije entrando al auto, luego el se unió y puso en marcha el auto.
¿Y que te trae a este lugar? digo, si se puede saber- dijo Jos, no le quiero contar, ademas, no lo conozco.
No quiero hablar de eso- dije cortante y mire por la ventana, los edificios eran altos, las personas caminaban apresuradas, algo normal.
Desde ahora en adelante, tendré que velar por mi pequeño, tendré que trabajar muy duro para que no le falte nada, nunca pensé en que fuera madre soltera, de un día a otro mi vida cambio, ya no soy la misma chica rebelde que llamaban la reina de las calles.
El auto se detuvo asiéndome salir de mis pensamientos.
Aquí es el lugar- dijo Jos mirándome, asentí y me baje del taxi, tome a Jen en mis manos y lo baje, cerré la puerta Jos ya estaba sacando las maletas del la cajuela.
Vamos, la señora Paula nos espera- dijo, tome la maleta de Jensen y empece a caminar detrás de Jos, la casa era hermosa, flores por todos lados, hamacas amaradas a unas palmas, todo muy bonito.
Jos, que bueno que llegaste- escuche a una chica, pude ver sus brazos rodear su cuerpo.
