Harry y Louis... bueno, la cagaron.
El día de su boda fue uno perfecto en la vida de Louis, al igual que cada día en el que ha podido referirse a Harry como su esposo. Solo hay un pequeño, muy pequeño problema...
Sus familias no saben que están casa...
Faltan dos días para la boda, están conduciendo hace más de dos horas y cuanto más se acercan a Holmes Chapel, más ganas de vomitar tiene Louis.
Harry, por su parte, en el asiento acompañante, no ha dejado de mover su pierna nerviosamente en los últimos veinte minutos.
Louis apoya su mano sobre su rodilla, sintiendo todavía los movimientos frenéticos de la pierna de Harry. Le sonríe tratando de confortarlo y vuelve a mirar al camino.
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"¿La vamos a cagar, verdad?" Harry pregunta directo.
"No vamos a cagar nada," Louis lo tranquiliza, ignorando el nudo en su propio estómago.
"Lou, soy el peor mentiroso del mundo," confiesa. "Y tú no duras ni cinco minutos sin decirme "amor" o "bebé"."
"Solía llamarte así incluso cuando éramos solo amigos," Dios, era un estúpido adolescente. ¿Cómo es que recién a los veintiséis años se dio cuenta de que estaba enamorado de Harry?
Harry no dice nada y cuando Louis le echa otra mirada lo ve sonriendo para sí mismo, mejillas teñidas de un rosa intenso. Eso hace que las comisuras de sus labios se eleven por sí solas. Sí, puede que hayan tardado mucho tiempo en llegar a donde están, pero tampoco estaban tan mal antes.
"Estaremos bien, amor," promete. "Nadie nos va a estar mirando igual. Mamá y Fizzy van a estar ocupadas ayudando a Lottie y estoy seguro de que Gems y tu madre estarán en la misma.
Harry suspira y luego asiente. "Tienes razón, tienes razón. Es solo que esto se siente un poco ridículo," agrega tímidamente.
"Es como si fuéramos adolescentes escondiéndonos de nuestros padres," Louis se ríe porque todavía no los han visto pero ya se siente algo así. Louis siempre se siente como un niño otra vez cuando está cerca de su madre; y ahora se intensifica debido a las actuales circunstancias.
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Harry suelta una carcajada y afirma con su cabeza. "Se van a enojar tanto cuando se enteren, Lou."
"¿Qué piensas sobre otro viaje a Barcelona? Ya sabes, en caso de que tengamos que salir corriendo después de contarles," Louis bromea, sonriendo al escuchar la risa de Harry y sentir un pequeño golpe en su brazo.
"No es gracioso, cariño," lloriquea aunque se sigue riendo. "Nos matarán."
"Es un poquito gracioso, Haz," intenta convencerlo, el nudo en su estómago comienza a desvanecerse con la risa de Harry. "Al menos será una buena historia para contarle a nuestros hijos algún día."
"Nuestros hijos," repite Harry suavemente. Cuando Louis lo mira, está completamente volteado hacia él, deslizando su mano sobre la suya -que aún sigue sobre su rodilla. "Tendremos bebés algún día," murmura, sonriendo con tanto cariño que provoca algo en el pecho de Louis.
"Y entonces nuestras madres tendrán que perdonarnos. No pueden estar enojadas toda la vida si les damos nietos," Louis razona y eso hace que Harry vuelva a reírse.
