Capítulo 2

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Rin suspiró con pesadez, cerrando el manga. Son las cinco y cuarenta de la tarde, (T/n) seguramente está en el trabajo por lo tanto no quiere molestarla, pero la extraña bastante. El departamento se siente solitario sin su presencia y a pesar de que cada objeto está impregnado con su aroma, no era lo mismo. 

Agarro un juguete con forma de hueso y lo mastico repetidas veces. 

—¡Ya quiero que vuelva a casa! —lloriqueo, a la vez que pataleaba en el suelo, causando que algunos cojines volaran por el aire. El clima mejoro, un poco. Ya dejó de llover, aunque sigue haciendo frío. Sumado a que vio un par de copos de nieve caer, esperaba que (T/n) llegue antes de que cayeran mas, seria muy malo si ella se enfermara. 

Apoyó el mentón sobre el borde que sobresale de la ventana, todavía con el juguete en la boca. Sus orejas bajaron, no al punto de pegarse a su cabeza, pero casi. Desde allí siempre puede verla, sobre todo cuando vuelve de trabajar. El verla regresar a casa hace que se ponga en un estado de frenesí total, pero cuando ve su rostro cansado o su caminar con pesadez, decide quedarse callado y solo brindarle compañia. 

Algunas veces insiste en que vea la TV con el, a lo cual (T/n) acepta rápidamente. Se acurrucaba a su lado, porque el cuerpo del híbrido es realmente cálido. Y diez minutos después, caía dormida sobre su hombro. Rin apagaba la TV, con una pequeña sonrisa, y se acomodaba de tal forma que ambos pudieran dormir en el sofá. 

Se volvió una rutina, y el ojos azules sabe perfectamente que nació para esto. Para amoldar su cuerpo a la perfección con el de (T/n), brindarle calor y protección. 

Volvió a suspirar, su respiración golpeando contra el cristal de la ventana. 

—Vuelve pronto, (T/n). —murmuró, cerrando sus ojos con lentitud. Finalmente, se quedó dormido en aquella posición, esperando por ella. 

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(T/n) dio un vistazo rápido a su reloj, son las seis y veinte. Iba de camino al refugio de híbridos, con el corazón en la boca. Solo esperaba que sea el mismo híbrido del refugio porque si era otra persona no iba a saber cómo reaccionar. Estornudo y escondió su rostro contra la bufanda roja de Rin, que casualmente, huele como el. Colonia masculina y el shampoo de menta que le compro. 

Aquello la relajo y con toda la valentía del mundo, se escabullo en la parte trasera, tal como le dijo por mensaje de texto. Hay un pequeño sector para estacionar autos, varios tachos de basura y obviamente, la parte de atrás del refugio. No hay ni un alma, solo se escucha el sonido del viento golpeando un par de carteles que cuelgan de los postes de luz. 

Sintió un toque en su hombro y al girarse, el alivio fue notorio en su rostro. 

—Eres tu. —dijo con voz calma, efectivamente, era el híbrido gato que la ayudó con la adopción de Rin. Vestía prendas normales, y una gorra encima de su cabeza, ocultando sus orejas. La cola la tiene enroscada alrededor de la cintura, pareciendo así un cinturón. —Creí que no podías ayudarme.

—Y no debería, pero haremos de cuenta que no soy el gato del refugio. —le guiño el ojo, con una pequeña sonrisa. Ahora que lo ve mejor, se da cuenta que parece tener varios años más que ella, posiblemente veintisiete. —Mi nombre es Luke, mi amo es el gerente.

To Love An Hybrid [Ao No Exorcist] [Rin Okumura x Lector]Where stories live. Discover now