Capítulo 3

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(T/n) salió del baño, con el cabello envuelto en una toalla. Agradeció mentalmente que sea viernes por la noche, aunque mañana debía ir a trabajar, pero por lo menos sería lo único que haría en el día. Su vida se basa en ir a la universidad, estudiar, trabajar y viceversa. Desde que está Rin en su vida, la rutina cambió un poco, y le agrada. 

Podía oler spaghetti, y lo encontró a Rin de espaldas, controlando los fideos. Había movido la bolsa con los archivos al sofá, y por dentro se imagino la ansiedad que debe llevar, las ganas de querer leerlo e informarse, saber donde se encuentra su hermano. Iba a acercarse, pero parece perdido en sus propios pensamientos, con los ojos azules fijos en la comida. 

La castaña entendió que debía darle su espacio en ese momento, así que con cuidado –para no interrumpirlo– decidió llevar los platos, vasos y cubiertos a la mesa. Le dio una mirada rápida a la ventana, la tormenta cesó, aunque el frío y el viento seguirían durante todo el mes. Dentro de poco también se acerca navidad, y ahora que lo piensa mejor, es la primera navidad que no va a pasarla sola.

Y probablemente esta sea la primera navidad de Rin en mucho tiempo. 


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En medio de la cena, que cabe aclarar que estaba igual de deliciosa como siempre, (T/n) le contó sobre su día. Rin siempre esta interesado en escuchar qué es lo que vivió durante las horas que no estuvo en la seguridad de su hogar, y deseaba poder haberla acompañado en toda situación. Como de costumbre, rozó sus pies contra los de ella y sacudió la cola al ver la sonrisa que (T/n) le dedico con cariño.

La relación de ellos no es la típica de amo-mascota. Lo trata como un igual, como un amigo, alguien en quien confiar. Se preguntó si ya lo considera familia, considerando que llevan viviendo juntos cerca de un mes y un poco más. 

Terminaron de cenar, y entre los dos accedieron a lavar los platos, siendo conscientes que así sería mucho más rápido. Rin esta vez no se quejo, normalmente no la dejaba lavar los platos,  (T/n) tiene dos trabajos y también estudia, lo mínimo que puede hacer el es cocinar y ayudarla con los quehaceres del departamento. 

—¿Quieres que prepare un poco de café? —la escucho preguntar, ya habían terminado de lavar todo, y Rin secaba con suma paciencia los platos. Asintió un par de veces, el café no es el todo de su agrado porque es amargo y luego lo deja en un estado energético, pero después de lo que van a leer hoy y las cosas nuevas que va a descubrir (T/n) sobre el, iba a necesitarlo. —Muy bien, le pondré un poco de leche al tuyo para que no sea tan amargo. —acaricio su cabeza, y eso fue suficiente para relajar al híbrido. 

Rin espero paciente en la sala de estar, acurrucado en el sofá, mirando fijamente la bolsa. Tiene la cola elevada junto con las orejas, completamente alerta. 

Llegó la hora. 



—¿Estas listo? —Rin acuno la taza blanca con huellas de perritos entre sus manos. Tiene la cola alrededor de su cuerpo, con los pelos erizados. Lo escucho murmurar una afirmación por lo bajo, y dicho eso, (T/n) saco las dos carpetas repletas de papeles. —Woah, pesa más de lo que parece. —las dejo con un suave "poof" sobre la mesa ratona, cuidando de que la taza de café no se volcara en ningún momento. 

To Love An Hybrid [Ao No Exorcist] [Rin Okumura x Lector]Where stories live. Discover now