To Love An Hybrid [Ao No Exorcist] [Rin Okumura x Lector]

Capítulo 5

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Al bajar del tren, ambos fueron saludados por un híbrido felino, de cabello albino y ojos violáceos. Rin cargo con los bolsos de ambos, a la vez que le dedicaba una mirada al felino. Pero pronto, su instinto celoso y posesivo desapareció. Hay híbridos por todos lados. Incluso parejas.

(T/n) tiene entendido que hoy en día es muy común que humanos salgan con híbridos. Y se imagino que es lo normal, después de todo, uno comienza a vivir con otra persona y de a poco se forman vínculos fuertes. Se pregunto a si misma que es lo que Rin piensa respecto a ella, y la relación que tienen.

—Bueno, supongo que aquí nos separamos. Ojala nos podamos cruzar en algún momento. —Paku sonrió con calidez a los dos, para después despedirse con la mano. (T/n) vio que se encontró con un híbrido zorro, de cabello rosado.

Sintió la mano de Rin agarrar su muñeca con un poco de fuerza, ojos azules brillando como dos zafiros, y sus orejas están en constante movimiento, igual que su cola esponjosa. No podía imaginarse la cantidad de sentimientos encontrados que lleva consigo. Le dio un pequeño jalón a su mano, bajándolo de las nubes.

—Lo siento, es que este lugar...es de ensueño. En la ciudad no hay tantos híbridos por las calles, así que ver tantos como yo, siendo libres...—al final de la frase suspiro, con una suave sonrisa. —Desearía que fuera así en todos lados.

(T/n) asintió, completamente de acuerdo con el. —Estoy segura, que algún día lo será. Bien, busquemos nuestro hotel, y luego a Yukio.

Rin la siguió de cerca, temiendo que pudieran separarse. La castaña estaba utilizando el celular para guiarse, y le pregunto a un par de personas cual seria el transporte más rápido para llegar a dicho hotel. Esta comenzando a nevar, la nieve acumulándose en la entrada de la estación de tren, y los copos pegándose en el cabello de ambos. El canino más de una vez saco la lengua, buscando atrapar un copo de nieve con ella.

—Supongo que iremos en bus. No creo que haya muchos transportes por aquí. —Rin dejo los bolsos en el suelo, había visto a una ardilla. (T/n) negó con la cabeza cuando empezó a perseguirla, llamando la atención de los demás. Pero al parecer están acostumbrados a este tipo de reacciones, así que continuaron con su camino.

Si esto hubiera sido en la ciudad, la reacción seria otra.

Lo vio patinarse y caer de cabeza sobre un montículo de nieve, causando que riera con fuerza. Solo podía ver su cola negra que se movía y sus pies, buscando la forma de poder salir de allí. Al sacar la cabeza, estaba lleno de nieve, sobre todo arriba de sus orejas puntiagudas.

—Brrr, maldita ardilla. —farfullo, gruñendo al pobre animal que se escondió en un hueco de árbol.

—Rin, ahí viene el autobús. —el ojos azules apuro el paso, agarrando los bolsos, murmurando por lo bajo que se le metió nieve dentro de la ropa. (T/n) bufó, conteniendo la risa mientras pagaba los dos boletos.

Lograron conseguir lugares para sentarse, pero Rin prefirió quedarse parado. La emoción que recorre su cuerpo le impide quedarse quieto. Quería masticar algo, lo que sea. Y de repente extrañaba su hueso de juguete. Para algunos híbridos era denigrante que su humano le regalase ese tipo de cosas, que son para mascotas. Sin embargo, a Rin le gustan. Incluso algunas de las golosinas son deliciosas.

Parpadeo cuando en su campo de visión apareció su hueso, y se pregunto si tal vez estaba delirando por el golpe. (T/n) lo había sacado de su mochila, ya conociendo a la perfección su comportamiento.