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Dulce...

Al siguiente día...
Estaba junto a mis padres y mi hermana en el aeropuerto, me encontraba ansiosa.

— Te deseo mucha suerte, buen viaje. No importa lo que suceda, siempre serás una ganadora— Me alienta.

—Gracias papá, te quiero mucho.

— Hermanita, vas a ganar, lo sé.

—Gracias Barbie.

Mi mamá no dice nada, timidamente me acerco a ella y la abrazo.

Despues veo llegar a Valery entusiasmada.

— Hola a todos.. Y adios —Sonriente— era una loca de aquí para allá siempre llegaba tarde —Ese es nuestro vuelo.

Me despido de todos de nuevo y nos subimos al avión.

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Marina estaba seria, casi no me hablaba, solo reaccionó cuando me vio con equipaje.

— ¡Otra vez te vas!— Me dice enojada.

— Es mi trabajo— Le respondo sin mucha importancia en discutir.

— ¿Cuándo regresas?

— En tres días. Me tengo que ir ya es tarde — Le doy un beso a Dani y uno a Marina en la mejilla y salgo apresurado.

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El primer día fueron recibidos por la federación deportiva de México en un acto protocolario en el que se presentaron todos los equipos y las diferentes disciplinas deportivas que iban a participar...

Dulce...

Después del acto de recibimiento, fuí hacia la habitación que me asignaron a Valery y a mi. Mi corazón latía muy fuerte, quisiera comerme todas las uñas y dedos por la ansiedad, deseaba que fuera mañana para que empezará la competencia. Mi carcelera no estaba, y le digo así a Valery, porque cuando estamos compitiendo no permite que salga a ningún lado, prefiere que descanse y entrene pero bajo sus cuidados. Por eso aproveché que no estaba, tomé mi reproductor de música  y salí a ver que encontraba, igual trotaba un rato. Es de noche pero aún es temprano...

Christopher...

Marina no me llamó en toda la tarde, seguía molesta y Lucía se agotó por el viaje y se fue a dormir, por mi parte no quería irme a dormir y mucho menos encerrarme en el cuarto, deambulé un rato por el restaurante, luego me acerqué a la parte de la piscina desde donde noté una gran cancha de fútbol, decidí inmiscuirme con unos chavos que estaban jugando. Intenté hacer un gol y me emocioné tanto que golpeé muy fuerte el balón, salió de la cancha, le pegó a una chava que caminaba cerca de la piscina y cayó al agua, salí apresurado a atenderla.

Dulce...

El agua estaba muy fría, tragué un poco, sentí un ardor en mi ceja, llevé mi mano a ella y noté sangre.

— Señorita lo siento. No fue mi intención.

Se acerca un hombre a ayudarme.
De seguro este fue imbécil que me golpeó.

Me ofreció su mano para sacarme de la alberca, pero no se iba a librar tan fácil yo no me iba a congelar sola, le acepté la ayuda y en menos de un segundo estabamos los dos sumergidos en el agua.

—¿ Por qué hizo eso?

Me reprocha enojado. Mientras se observa emparamado.

— Fue sin querer, lo siento.

— Es una mentirosa, solo es una escuincla maleducada! Sí lo hizo a próposito!

— Y usted es un bruto, mire como me dejó! — Le enseñe mi mano con sangre, el golpe logró abrirme la ceja.

—Fue sin querer, solo quería ayudarla y ver que le pasó, pero terminé así, eso me pasa por buena gente.

— Ah sí, buena gente, a caso no fue usted quien me tiró a la alberca? O es que yo me quería bañar a esta hora con el agua super helada. Mejor ayudeme a salir de aquí que me va a dar hipotermia.

— Pues debería de dejarla ahí por grosera pero para que vea que no soy como usted la voy a ayudar.

Después de que me ayudó a salir, me presto una toalla, llamó a un joven para que trajera los primeros auxilios..

— Ya le dije que no es para tanto, yo me puedo curar sola.

— Para nada, yo lo hice, yo lo arreglo.

— Siempre es ¿así?

— Así ¿Cómo?

— Amargado, testarudo y gruñón.

— Y usted siempre es así, de grosera, maleducada y metiche.

— Con usted definitivanente no se puede. Ush ya mejor me voy — Me levanto y siento su mano gruesa y cálida detenerme. Al igual sus ojos color miel penetrantes hacia mi.

— Ya le dije que no se va hasta que no la cure.

Era un gruñon. En ese momento me sentía roja de la ira, es que era un atrevido.

— Entonces apuerese que no tengo todo el tiempo — Rodé los ojos y crucé los brazos.

Tomó un paño y alcohol, sujetó mi rostro y empezó a limpiarme la herida, por momentos imaginaba que lo hacia a próposito, me estaba doliendo.

—  Auch! — Chillé, e intenté apartarlo. Pero él no me lo permitió hasta lograr su cometido.
Una vez se retiró los guantes pensé que ya había terminado.

—Ahora sí, ya me puedo ir? — Pregunté molesta.

— Te puedes ir. —Me dice con una sonrisa y yo me alejo de ahí.

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El amor es el sentimiento más puro que existe, pero desafortunadamente pocos saben que hacer con él.
😘😘😘😘😘😘😘
~DM~

Como Estar Sin Ti © (Completa)Where stories live. Discover now