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Estaba sudando un poco, timbré un par de veces. Después de unos segundos una figura femenina me abrió, era mi Dulce, le sonreí, ella me devolvió la sonrisa aunque noté sus ojos un poco rojos.

- ¿ Quién es? - Preguntó su madre desde el interior de la casa.

- Pasa - Me dijo Dul, asentí y di tres pasos firmes hacia dentro.

Sentí la mirada furiosa de la señora sobre mi.

- ¡¿Qué hace este señor aquí?¡- Estaba bastante alterada.

- Mamá por favor, él viene ha hablar con ustedes y para hacer las cosas bien, por favor solo escuchenlo.

- Pues eso debieron de pensarlo desde el principio.

Dulce estaba detrás mio, al notar que su madre no daba el brazo a torcer decidí hablar.

- Lo sé señora y ustedes tienen razón en parte, pero entiendan que teníamos miedo de que pasara lo peor, yo a ustedes les juro que amo a su hija con mi alma, que sí,soy un ser humano y también cometo errores pero haría todo por ver a Dulce sonreír.

El señor estaba pensativo, no decía nada.

- De seguro eso se lo dices a todas, no estoy de acuerdo con esa relación. - La señora no ayudaba mucho.

- ¿ Cómo quieren que les demuestre que amo a su hija? Señor, señores mi única intención es amarla todos los días de mi vida, solo les pido que por favor nos den la oportunidad les prometo que no los voy a defraudar.
Dulce los quiere mucho y su felicidad no sería completa si ustedes no nos apoyan, háganlo entonces por su hija, me importa verla feliz por eso he venido hasta aquí.

No se oía nada, solo las respiraciones agitadas de todos.

- Siéntense- Rompió el silencio su padre. - Mira- pausó, pensaba lo que iba a decir - Yo quiero lo mejor para mi hija, no sé en que momento creció tanto y para mi es difícil esta situación, también sé que este momento tenía que llegar pero no me imaginé que sucediera de esta manera - tosió como si tuviera carraspeo en la garganta-
Sé que no la podemos tener encerrada en una burbuja aunque quisiera y que contigo se siente feliz, también sé que ella debe de conocer los golpes de la vida, disfrutar, vivir y enamorarse.
pero espero por tu bien que no seas el culpable de sus desdichas o te las verás conmigo.
Mi niña ya no es tan niña, ahora es adulta y cualquier cosa que le diga este viejo no le va a prestar atención. Dul, ya eres consciente de lo que haces, por mi parte les deseo que sean felices.

Sonreí.

- ¿Eso significa qué? - Al parecer estaba dispuesto a darnos la oportunidad.

- Quiero verla feliz y si ella se siente bien contigo, eso significa un sí.

- Gracias- Sonreí y estreché mi mano con la suya, ese sí ha sido uno de los más emocionantes y esperados en toda mi vida.

- Gracias papito te quiero mucho, mucho, mucho- Dulce lo abrazó y llenó de besos.

Habíamos ya ganado una parte, pero yo vine por más.

- Y aprovechando la ocasión hay otra cosa que les comentaré, no quiero que piensen que estamos aprovechando el momento pero- Tomé la mano de Dul- También quisiera pedirle la mano de su hija, me quiero casar con ella y demostrarles que nuestra relación va muy enserio.

- Eso, lo que faltaba, les dan la mano y ya agarran hasta el codo, pero sí, a esta niña lo que le hace falta es sufrir para que aprenda a valorar lo que tiene. - La madre de Dul era algo amargada, iba a tener a una suegra bastante difícil.

- Rebeca por favor si no tienes nada bueno que decir mejor quédate callada- La silenció mi suegro - Dulce- La tomó de las manos y la miró a los ojos- ¿Tú quieres eso? ¿Estás segura?

Como Estar Sin Ti © (Completa)Where stories live. Discover now