29

897 87 16
                                    

Dulce estaba avanzando en su recuperación ya podía asistir al colegio, lo que no tiene autorizado es el entrenamiento de gimnasia pero me sienta bien verla en mis clases.

Con el pretexto de adelantar los trabajos atrasados esa tarde pidió permiso en su casa para ir donde una amiga pero la secuestré, pasaríamos por Daniel a la guardería, luego iríamos a  decorar lo que sería nuestra casa, teníamos cosas que encargamos por Internet y también sacaríamos tiempo para que adelantara las actividades escolares.

Cuando llegamos Dulce cargó a Daniel quien la tomó muy bien y estaba a gusto con ella mientras yo entraba unas cajas.

Dejamos a Daniel viendo caricaturas en el televisor que ya estaba instalado en la sala, Dul y yo sacamos la decoración.

Dul estaba colgando unos cuadros en la sala, uno mostraba un hermoso amanecer y el otro un atardecer, cuando los hubo puesto allí me miró sonriente.

- ¿Cómo quedaron?- sus mejillas estaban muy rosadas y se veía animada decorando lo que sería nuestro hogar.

- Hermoso- Le dije y la agarré de la cintura para ayudarla a bajar, luego besé sus dulces labios.

La sala estaba casi lista, los cuadros daban un toque especial que me recordaba a ella, las porcelanas y el bonsái quedaban a juego, solo faltan los muebles que iremos a elegir los dos muy pronto.

- Ahora señorita a estudiar- Ella hizo un gesto de pereza- La besé, tomé su mochila y por último nos sentamos en el suelo cerca de Daniel. Saqué el cuaderno de matemáticas ya que era su área más débil y la que más estaba atrasada.

- A veces creo que no me quieres, ¿ Por qué matemáticas? Mejor literatura o biología.- Reprochó.

- Nada de eso, entre más reniegues será peor, parece que volvemos al principio, creí que ya le habías agarrado el gusto.

- Pues precisamente al área no pero a algo de esta materia si le agarré el gusto- Me guiñó el ojo y río. - Al profesor- Se mordió el labio y eso me provocaba.

- No hagas eso que me desconcentras - No me pude resistir a besarla de nuevo, esto sería más difícil de lo que pensé pero tendré que controlarme o no avanzaremos.

Empezamos con el tema de función de números reales, le expliqué, dijo que no entendía, le expliqué, se frustró, le expliqué entró en crisis de rabia.

- Amor respira, toma aire y te vuelvo a explicar no es tan difícil. - Me dedicó una mirada asesina pero después empezó a relajar la respiración.

Esta vez le expliqué más pausado, punto por punto mientras ella resolvía el ejercicio hasta que al fin lo logramos juntos.

- ¡Sí!- Gritó emocionada, me abrazó y besó- No me iba a dejar vencer de esas funciones.

- Lo sabía, eres muy inteligente.

Dul sonrío y bostezó.

- Las matemáticas realmente me fatigan, tengo hambre ¿ Qué hay de comer? - Revisaba las bolsas y la nevera, sacó unos paquetes de papas y jugo.

Nos sentamos sobre el tapete en el suelo junto con Daniel mientras veíamos una película. Al observar que mi hijo estaba a gusto con Dul me levanté a prepararle el biberón.

Cuando regresé los dos sonreían y se miraban fijamente, los ojos de ambos reflejaban brillo.

- Vaya pero que divertidos- Sonreí- Campeón es hora de alimentarse- Le mostré su comida y levantó los brazos para recibir el biberón.

Después mi niño empezó a buscar a Dul se sentó en sus piernas mientras succionaba la leche del tetero, recostó su cabeza sobre el pecho de ella, la rodeó con sus bracitos y se entretuvo mirando la pantalla hasta que se quedó dormido con el biberón vacío en la boca. Apagamos el televisor, Dul cargó a Dani hasta la habitación mientras yo limpiaba el desorden.

Al regresar al cuarto los dos dormían plácidamente, ella cubría con sus brazos al niño, decidí dejarlos descansar ya que la tarde fue agotadora, me acerqué e hice un campo en una orilla de la cama y me acosté junto a ellos.
Pensaba en lo bonito que sería todo cuando viviéramos juntos sin restricciones.

La noche caía, era momento de regresar decidí remover a Dulce para que se despertara y llevarla a su casa, aunque no lo deseaba debía hacerlo.

- Amor- Le besé la oreja, la mejilla y por último los labios. - Es hora de volver.

Ella se removió y con los ojos medio abiertos y voz perezosa me respondió.

- ¡Ay! Me quiero quedar contigo- Estaba adormilada hasta que dio un salto y abrió los ojos. - Ya sé, le diré a papá que no he terminado la tarea y me tendré que quedar en casa de mi amiga- En la última frase aplicó el entrecomillado con sus dedos.

Al principio pensé que sería una locura pero la dejé que agotara todas las posibilidades.
Agarró su celular, marcó a su padre y se dirigió a la sala para hablar tranquila y no despertar a Daniel.

Al par de minutos volvió con una sonrisa por lo que deduje la respuesta.

- Esta noche me aguantas en tu cama señor Casillas - Sonrío, se acercó y me besó.

La abracé feliz. Así aferrada a mí la tuve durante toda la noche.

Al siguiente día un olor a café se introdujo en mi olfato lo que me hizo abrir los ojos para darme cuenta que la cama estaba vacía. Me levanté, entre abrí la puerta y miré a la cocina donde estaban mi pequeño y Dulce.

Esa imagen era mi mejor despertar, me quería unir a ellos por lo que me metí en el baño para ducharme y cepillarme los dientes, observé al lado del lavado tres cepillos de dientes, dos grandes y uno pequeño, cada uno estaba marcado decía; él, ella, la bendición # 1.- Sonreí mientras tomaba mi cepillo.

Me vestí para unirme a mis dos amores.

- Buenos días- Saludé y me acerqué a mi bebé para darle un besito de buenos días, él estaba bañado y muy entretenido degustando un puré de frutas.

Después fui hasta Dul que servía nuestro desayuno, ella también estaba bañada y vestida con el uniforme.

- Buenos días amor ¿ Cómo estás? - le di el beso mañanero que fue muy correspondido.

- Amanecí excelente, como quisiera que fueran todos mis amaneceres- Rio, me entregó el plato con mi desayuno, ella tomó el de ella para sentarnos a comer.

Cuando terminamos lávamos los platos, cargué a Daniel para salir de la casa, llevarlo a él a la guardería y Dul y yo ir al colegio, claro está que no podíamos llegar juntos pero la dejaría cerca.

Al estar en la salida de la casa le entregué a Daniel a Dulce para poder sacar el auto del garage, antes de ir por el coche nos dimos un beso.

[...]

Con lo que no contaban es que en ese momento alguien conocido pasó cerca de ellos y pudo darse cuenta de todo. El arma que Christopher usó para divorciarse de Marina le jugaría una mala pasada, una fotografía del profesor con su alumna besándose muy de mañana afuera de una vivienda dejaba mucho que pensar.

🍁🍁🍁🍁

Nos leemos 🤗😚
💌 DM💋

Como Estar Sin Ti © (Completa)Where stories live. Discover now