Capítulo I: Jensen (Parte 1)

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No había conocido el dulce bálsamo del descanso desde que emprendió el viaje

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No había conocido el dulce bálsamo del descanso desde que emprendió el viaje. El ritmo monótono de los cascos de su montura reverberaba en su cabeza como un lamento interminable, y la presión de la corona se desplegaba a lo largo de su espalda, su peso inducía un calor abrasador que vaporizaba su sudor antes de que pudiera enfriarlo. Pero no podía darse el lujo de detener su caballería, Jensen sabía que había muchas vidas en riesgo. Recién salido de su vigésimo tercer año, su vigor juvenil y su agilidad innata le proporcionaban una confianza audaz frente a cualquier amenaza o condición climática, por más desfavorable que fuese. Montaba con rectitud y dignidad su caballo, con su pelo negro ondeando como un estandarte al pulso del viento. La determinación pintada en el rostro de Shaco, su hermano galopando a su lado, mantenía su mente enfocada en el propósito de su viaje, sin dejarse distraer ni por la desolada belleza de la ruta que seguían.

Cabalgaban sobre estepas áridas de piedra, flanqueadas por enormes efigies ancestrales esculpidas en forma de manos, cuyo tamaño rivalizaba con el de tres pinos en altura. Alzadas en un rito antiguo desde los muros exteriores de su ciudad hasta las Minas del Deseo, donde fueron asignados a explorar esta vez. Estas manos simbolizaban la bendición de Ankoi, dios de la creación y la protección en la mitología de Aly-Drania, y eran un recordatorio constante de la conexión divina que sostenía al reino. Las manos parecían aspirar a tocar el cielo, algunas en un gesto de plegaria, otras con las palmas abiertas como si estuvieran ofreciendo o recibiendo bendiciones. El poder de la Melodía, aunque inaccesible para ellos, estaba presente en la misma atmósfera que respiraban, un susurro constante de un poder antiguo y formidable. Mientras avanzaban, el canto distante de un cuervo resonaba en el aire, un presagio que recordaba a Jensen la presencia siempre vigilante de los Cuervos Actuales, guardianes de la ley y el orden en el reino.

Shaco, su hermano mayor, había sido siempre el favorito de los niños del pueblo en sus juegos de espadas de madera y héroes épicos, gracias a su carisma natural. Pero si alguna vez se encontraran en un duelo real, Jensen probablemente lo superaría, gracias a las innumerables horas que había dedicado a entrenar bajo la tutela del Maestro Marco Turmond, quién a estas alturas ya lo quería como un hijo. Esta era la tercera expedición, después de dos fallidas consecutivas con el objetivo de hallar al culpable del hurto de la reliquia más importante que resguardaba el rey; su corona. Sin embargo, esta vez no podían volver sin resultados. El rey esperaba ansioso y aprensivo el regreso de sus dos varones con el objeto, y si no es menos, con el culpable del crimen.

Consciente del papel crucial que los Cuervos jugaban en la defensa y la estabilidad del reino, la ausencia de la corona era más que un mero robo; era un asalto a la misma esencia de la Melodía que mantenía unidos a los reinos. La pérdida de tal artefacto no solo amenazaba la seguridad física de Aly-Drania, sino también su conexión espiritual y mágica con el universo. La corona era un símbolo de la armonía entre el rey y la Melodía, un equilibrio delicado que ahora estaba en peligro.

Agotado y sediento, mantenía una firme sujeción de las riendas con su diestra, mientras que su siniestra descansaba en el mango de su espada. Tras dos días y tres noches del éxodo, los príncipes Van Athron llegaron a las minas. Aquella antigua excavación al oeste de la Cordillera de Cai Cai, había sido abandonada hace un cuarto de siglo y su acceso prohibido a casi toda criatura racional. Se veía tan desolada y rústica como siempre, proyectaba un miedo que solo podría evocar un lugar abandonado durante tanto tiempo, un lugar que albergaba los lamentos de una raza que fue sacrificada por el mismo rey, para apaciguar a una deidad poderosa. El eco de los pasos en las cavernas parecía resonar con la Melodía de los Cuervos, una vibración sutil que solo los iniciados podían sentir, recordando a Jensen el poder y el misterio que envolvía a aquellos seres.

Entre máscaras y Cuervos (Re-editando/Re-subiendo)Where stories live. Discover now